Influyeron la ajustada relación entre la oferta y la demanda, pero, también, las compras de los fondos de inversión ante el repunte inflacionario en Estados Unidos; el maíz aumentó un 2,6%
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Los precios del trigo subieron hoy un 3,1% en la Bolsa de Chicago y quedaron en lo más alto desde el 19 de diciembre de 2012. La ajustada relación entre la oferta y la demanda global del cereal, luego de las menores cosechas en Canadá, EE.UU. y en Rusia, volvió a influir sobre el mercado, pero esta vez las mejoras también estuvieron potenciadas por la acción de los fondos de inversión, que se volcaron a comprar contratos de materias primas luego de que se conociera el dato de inflación en Estados Unidos, que con un 6,2% interanual es el más alto desde 1990.
Esa búsqueda de refugio de los especuladores también posibilitó alzas del 2,6% para las cotizaciones del maíz, en cambio, para la soja, que está bajo presión por la posible cosecha récord de Brasil, la mejora fue de apenas el 0,3 por ciento.
Al cierre de los negocios en Chicago, las posiciones diciembre y marzo del trigo sumaron US$9 y 9,09, en tanto que sus ajustes fueron de 295,05 y de 299,45 dólares. Según estimaciones privadas, durante la rueda los fondos compraron unos 17.000 contratos, equivalentes a unos 2,2 millones de toneladas del cereal.
Durante la rueda hubo otra noticia que alimentó la tendencia alcista del trigo. Rusia, el principal exportador mundial, anunció que podría cambiar la fórmula que utiliza para calcular el arancel flotante que grava las exportaciones si el valor FOB del cereal toca los US$400 por tonelada –la semana pasada se cotizó a US$326–. En la práctica ello implicaría un incremento del impuesto y ventas externas más restringidas.
En ese sentido, Andrey Sizov, director General de la consultora rusa SovEcon, dijo a LA NACION que US$400 por el momento parece una expectativa “agresiva”, pero no descartó que pueda alcanzarse. Explicó que durante octubre las exportaciones rusas de trigo sumaron 3,2 millones de toneladas, un 30% por debajo del volumen de igual mes de 2020 y la cifra más baja en cinco años, tanto por la menor oferta local –la cosecha cayó de 85,90 a 75,50 millones de toneladas–, como por el arancel, que resta estímulo a entregar el grano a los exportadores.
“Si bien el nivel de precios actual ya es un poco alto, el hecho de que se trate de un producto con una demanda relativamente inelástica mantiene a los compradores con la necesidad de cerrar nuevos negocios, por lo que esperamos ver precios globales aún más elevados en los próximos meses. Diría que hay un potencial alcista de entre el 6 y el 10% aún”, estimó Sizov.
Además, como ya lo había comunicado el gobierno ruso semanas atrás, planea imponer un cupo para las exportaciones de trigo entre enero y junio, cuyo volumen se determinará a fines de diciembre, según un cálculo que contemple las existencias y las necesidades domésticas.
El maíz quedó comprendido hoy por la ola de compras agitada desde el sector de los fondos de inversión frente al brote inflacionario en Estados Unidos. Según cálculos privados, durante la rueda estos operadores adquirieron unos 25.000 contratos, equivalentes a poco más de 3,75 millones de toneladas. Con esa inyección de dinero fresco, las posiciones diciembre y marzo del cereal sumaron US$5,70 y terminaron la rueda con ajustes de 224,10 y de 227,84 dólares por tonelada.
Luego de subir ayer un 2%, los precios de la soja fueron hoy los que menos interés despertaron entre los inversores. En efecto, los contratos noviembre y enero sumaron US$1,47 y 1,75, al terminar la jornada con ajustes de 442,21 y de 447,08 dólares por tonelada.
Pese a la menor cosecha estadounidense de soja estimada ayer por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos –redujo su expectativa de 121,06 a 120,43 millones de toneladas–, las buenas condiciones para el cierre de la siembra y para el desarrollo de los cultivos en Brasil, con lluvias anunciadas para la próxima semana sobre buena parte de las zonas agrícolas, comienzan a presionar sobre las cotizaciones de la oleaginosa, en vistas de una cosecha que apunta a ser récord y a oscilar entre 144 y 147 millones de toneladas, contra los 137 millones del ciclo 2020/2021.
Subas para el trigo argentino
En la plaza local, los exportadores elevaron hoy de 235 a 240 dólares sus ofertas por el trigo con entrega inmediata sobre las terminales del Gran Rosario y sobre Necochea, mientras que para Bahía Blanca la propuesta se mantuvo en 240 dólares.
En cuanto al trigo para la descarga en enero, hubo mejoras de 250 a 255 dólares por tonelada para el Gran Rosario y para Bahía Blanca, y de 245 a 250 dólares para Necochea.
En el Matba Rofex las posiciones diciembre y enero del trigo argentino subieron hoy US$2,10 y 3,50 y cerraron la jornada con valores de 249,50 y de 255 dólares por tonelada. Un año atrás estos contratos se cotizaban a 221 y a 223 dólares, respectivamente.
Ayer el Ministerio de Agricultura de la Nación informó que al 3 de noviembre los exportadores compraron 9.624.700 toneladas de trigo de la campaña 2021/2022, un 73,9% más que las 5.536.100 toneladas adquiridas a igual fecha de 2020. En cuanto a las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE), como en las dos semanas precedentes, el volumen se mantuvo fijo en 9.065.000 toneladas, un 77,7% por encima de las 5.100.000 toneladas del año pasado.
Más allá de la divergencia entre las estimaciones locales para la actual cosecha de trigo, con la Bolsa de Comercio de Rosario en 20,40 millones de toneladas y la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en 19,80 millones, el volumen que se destinaría a las exportaciones rondaría los 14 millones de toneladas, de los cuales ya estaría cubierto –según el dato de DJVE– el 64,8%, cuando recién transcurrieron 10 días del nuevo ciclo comercial.
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