La guerra comercial que se inició en 2018 entre China y los Estados Unidos generó fuertes bajas en los precios de los granos, en pocos meses. Pero su efecto duró prácticamente dos años.
Hablando de soja, China en poco tiempo redujo fuertemente sus compras desde Estados Unidos y empezó a reemplazar ese origen en otros países. Pero no sólo bajó sus compras desde el país del norte, sino que bajó su nivel de importación. El gran beneficiario fue un Brasil siempre listo, con una gran producción, mas allá de que también tiene un alto consumo interno. Pudo abastecer a China en gran medida.
¿Qué pasó que la Argentina no pudo aprovechar esta situación? Tuvimos la gran mala suerte (ahí no fue el Gobierno el culpable) de tener una seca histórica que hizo desaparecer 20 millones de toneladas del mapa.
Al firmarse el acuerdo de Fase 1, China reactivó fuertemente sus compras desde Estados Unidos y en poco tiempo, en medio de la debacle de precios a comienzos de 2020 (por efecto cierres economías-covid), arrancó a arrasar con toda materia prima que ande dando vuelta, no sólo desde los Estados Unidos sino de todo el mundo.
Y siempre nos queda la duda: ¿qué pasa si ese mega comprador/jugador de mercado se “corre” por un tiempo? Estas subas de todos los commodities han llevado a que los principales gobiernos se preocupen por los efectos inflacionarios que pueden darse en sus economías, más allá de que existe la contra-teoría que opina que, como las economías están saliendo de crisis post Covid, no sería un problema.
En la Argentina estamos “acostumbrados” a convivir con 3-4% mensual, pero el resto del mundo puede tener problemas mayores inclusive con esos porcentajes a nivel anual.
China es uno de los que venía analizando como contenerla y ya en esta semana sale con anuncios sobre algunas restricciones/controles de importación. El mercado de granos ya tuvo un gran sacudón y hasta hace algunos días aparecían pocas noticias de cancelaciones de China. Pero coincidentemente con las últimas bajas, empezaron a aparecer algunas más, que si bien por ahora no son ni generalizadas, ni grandes volúmenes, nos ponen en modo alerta.
¿Ya compró suficiente de todo?¿Ya recompuso stocks? ¿Es una jugada para que el mercado baje otro escalón y vuelva a comprar con más fuerza?
En el medio, salen noticias de que la administración de Joe Biden (o por lo menos un integrante, nada más y nada menos que el coordinador para los asuntos del Indo-Pacífico, del Consejo de Seguridad Nacional) considera que están entrando en un período de “intensa competencia, más que de cooperación” y que la “época de compromisos está llegando a su fin”.
En el medio, el resto del mundo y abajo del todo, la Argentina y los productores encarando una nueva campaña. Con precios que hace un año estaban en los mínimos desde 2009 y hasta hace 15 días tocaban los máximos desde el 2012.
En 15 días los precios en Chicago perdieron entre 9 % (soja) y 15% (maíz). Si bien frente a las subas acumuladas de entre 95% y 120% no parece un problema, sí nos pone en modo “esto no sube indefinidamente”.
¿Saco márgenes con maíz de US$215 o con maíz de US$184? ¿Puede bajar más? ¿Puede volver el rally?Hay argumentos para justificar cualquiera de los dos escenarios, pero ojalá que los productores vayan tomando sus decisiones en base a sus propios márgenes. Que puedan definir sus ventas/fijaciones/coberturas a la baja, cuando ven que les cierra el precio y no cuando están “obligados” a fijar/vender por necesidad financiera cuando están atrapados en mercados que caen en picada por cuestiones que no podemos ni prever ni controlar.
La autora es asesora comercial
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