Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, además el Estado dejaría de recibir por recaudación fiscal entre US$3143 millones y US$4739 millones
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Las exportaciones de granos y subproductos podrían caer este año versus 2022 entre US$9226 millones y US$14.115 millones debido a la sequía. Además, el Estado dejaría de percibir por recaudación fiscal entre US$3143 millones y US$4739 millones.
Estos datos se desprenden de un relevamiento realizado por la Gerencia de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Fundación INAI, difundido hoy. La entidad llegó a esos números, entre otros, considerando la performance de 2022 y dos escenarios tomando como base las cifras que había presentado en septiembre pasado en el inicio de la campaña 2022/23. En ese momento calculaba, por ejemplo, 48 millones de toneladas en soja, 50 millones de toneladas en maíz y 3,9 millones de toneladas para el cultivo de girasol.
Versus los números base, la Bolsa de Cereales porteña proyectó un escenario “moderado” con 41, 44,5 y 3,7 millones de toneladas, respectivamente, en soja, maíz y girasol. Luego trazó una previsión “pesimista” con 35,5 millones de toneladas en soja, 37,8 millones de toneladas en maíz y 3,5 millones de toneladas en girasol. “Ambos escenarios presentan una posibilidad de ocurrencia real, los que podrían alcanzarse en caso de persistir las condiciones agroclimáticas actuales”, apuntó la organización.
Vale recordar que en septiembre pasado la entidad ya pronosticaba un Producto Bruto Agrícola de US$50.655 millones y exportaciones de granos y subproductos por US$40.900 millones, que significaban caídas del 12% y 9%, respectivamente, en relación a la campaña anterior.
En baja
Ahora calculó números más críticos para el Producto Bruto Agrícola. En rigor, “el empeoramiento de la situación climática resulta en caídas superiores”, del orden de los US$11.025 millones bajo el primer escenario y de US$15.743 millones en el segundo.
De acuerdo al reporte, “el impacto negativo de la sequía con relación a las proyecciones de septiembre es equivalente al 1,1% o 1,8% del PBI, según sea el escenario”.
En este contexto, según la estimación las exportaciones podrían retroceder versus 2022 desde US$9226 millones a a US$14.115 millones. Esto según el nivel de producción que finalmente se logre. La previsión incluye los complejos de trigo, cebada, soja, girasol y maíz.
Para la recaudación fiscal el golpe también será significativo. El Estado dejaría de percibir entre 3143 millones de dólares y US$4739 millones “principalmente por caídas en los derechos de exportación”, según señaló.
Impacto
La sequía ya ha provocado un fuerte impacto en la producción de trigo. En rigor, en medio del fenómeno La Niña, que sufre el país por tercer año consecutivo con lluvias por debajo de lo normal, las previsiones de cosecha se fueron reduciendo mes a mes. También pasó lo mismo con la cebada.
“Desde septiembre pasado los niveles de producción de cebada y trigo sufrieron recortes de 1,2 y 5,1 millones de toneladas, respectivamente, concluyendo con una producción de 3,8 millones de toneladas y 12,4 millones de toneladas, respectivamente”, apuntó el informe. El año pasado se habían cosechado 5,2 millones de toneladas en cebada y 22,4 millones de toneladas en trigo.
“En términos generales, la ausencia de precipitaciones a lo largo de la campaña, junto a las reiteradas heladas en momentos críticos para la definición de los rendimientos, provocaron mermas y pérdidas de área cosechable, siendo el centro-norte y sur de Córdoba, ambos núcleos, y el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires, las regiones más afectadas”, señaló.
La entidad también detalló cómo el fenómeno climático condicionó la campaña de soja y de maíz. “La ausencia de precipitaciones también condicionó la dinámica de siembra de los cultivos de verano. La limitada oferta hídrica durante principios de octubre puso un freno al avance de la siembra dejando área fuera de la campaña 2022/2023. A la fecha, la siembra de soja de segunda [después del trigo] continúa bajo un escenario desfavorable, limitada a regiones donde se registraron pulsos de humedad durante los últimos quince días”, indicó.
En soja se va cerrando la ventana de siembra óptima cuando se implantó el 81,8% de las 16,7 millones de hectáreas proyectadas. Esto representa una demora interanual de 11,7 puntos porcentuales y un atraso de 11 puntos porcentuales con respecto al avance de siembra de las últimas cinco campañas, según el reporte.
Respecto del maíz, la siembra posee una demora de 14,6 puntos porcentuales versus el avance medio de las últimas cinco campañas. Hasta el momento se implantó el 69,9 % de 7,3 millones de hectáreas estimadas.
La entidad también evaluó el impacto al interior de la cadena. De ahí surgió una fuerte pérdida para los productores. Así lo explicó: “En cuanto a la distribución de los impactos en las cadenas, si comparamos respecto a la campaña pasada, uno de los más perjudicados sería el sector productor, con una caída de US$5684 millones para el escenario base, US$9247 millones para el escenario A [moderado], y US$11.676 millones en el escenario B [pesimista]”.
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