La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) alertó por las bajas precipitaciones para los cultivos y un impacto en el rinde potencial de la oleaginosa, que podría recortarse hasta un 50%
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En medio de la sequía que, más allá del registro de algunas precipitaciones en las últimas semanas, sigue afectando al campo, 2022 está concluyendo con la primavera más seca de los últimos 35 años. En un lugar del país, Venado Tuerto, esa marca se extendió a 100 años. Además, en la zona agrícola núcleo, que comprende el sudeste de Córdoba, el norte bonaerense y el sur de Santa Fe, el potencial de rinde de las sojas sembradas caería hasta un 50% y la pérdida económica para los productores ascendería a US$700 por hectárea.
Este panorama sobre la realidad del sector fue descripto en un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Como aliciente, al margen de las pérdidas ya generadas por el fenómeno climático, entre mañana y con el primer día de 2023 podrían registrarse precipitaciones.
“Las lluvias de esta primavera quedaron muy por debajo de los promedios históricos (300 a 350 mm). El 85% de la región núcleo terminó la primavera con acumulados por debajo de los 150 mm, o sea, con menos de la mitad de lo que suele llover en esa estación. Cada uno de los tres meses que la componen aportó precipitaciones por debajo de la media”, señaló la BCR en un informe donde destacó que la primavera fue “la más seca de los últimos 35 años”.
De acuerdo al reporte, el este bonaerense y un sector del sur de Santa Fe fueron las zonas que recibieron los menores milimetrajes: “En los tres meses que dura la primavera no se superaron los 100 mm”.
“En Venado Tuerto es la primavera más seca de los últimos 100 años, con 102 mm. En Pergamino, con 148 mm, es la cuarta primavera menos lluviosa en 110 años. Para encontrar una primavera menos lluviosa hay que remontarse hasta el año 1975, donde se registraron 130 mm. En Marcos Juárez, la primavera del 2022 es la tercera menos lluviosa en 112 años, con 132 mm. El noroeste bonaerense fue la zona más beneficiada con las lluvias de fines de noviembre. Allí las precipitaciones siguen estando debajo de la media histórica, pero superan los 150 mm. General Villegas marcó 220 mm esta primavera”, destacó.
La entidad recordó que 2021 también se había presentado crítico para la zona núcleo, pero este año el impacto climático es mayor. En rigor, el país viene atravesando el evento La Niña por tercer año consecutivo, que ocasiona lluvias por debajo de lo normal.
“El año pasado la mayor parte de la región también había quedado por debajo de los promedios históricos. En este 2022 el panorama es aún más crítico, ya que se adiciona el tercer año consecutivo con el fenómeno de La Niña: son 3 años con escasa acumulación de reservas de agua en el perfil del suelo. Esto explica las enormes dificultades que está presentando el desarrollo de la campaña 2022/23″, precisó la entidad.
Siembra demorada
A nivel país, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires ya se sembró con soja el 72,2% de una superficie que esta entidad espera será de 16,7 millones de hectáreas. Muestra una demora de casi 10 puntos porcentuales versus igual fecha del año pasado. Alertó por un posible recorte de 500.000 hectáreas en la siembra si no llueve.
“Pese a las lluvias registradas durante los últimos siete días, la siembra de soja mantiene una demora interanual de -9,2 puntos, cubriendo el 72,2 % del área proyectada. Mientras que sobre el norte del área agrícola la ventana de siembra se extiende hasta la tercera semana del mes de enero, sobre el centro la misma finaliza durante los próximos 15 días. De no registrar nuevas lluvias que permitan destrabar el avance de las sembradoras, unas 500.000 hectáreas podrían quedar fuera del presente ciclo productivo”, indicó la Bolsa porteña.
Alerta para la soja
En este contexto, la Bolsa rosarina en tanto hizo una fuerte advertencia sobre la suerte del cultivo de soja en la zona agrícola núcleo.
“Con 60% de la soja de primera [corresponde a implantaciones hechas en octubre y parte de noviembre] en condiciones de regulares a malas, una sequía que sigue afectando a casi al 100% del área y lotes que están siendo sembrados sobre el final de año, muy por fuera de su fecha óptima, la pregunta que surge es a qué rinde se puede aspirar esta campaña. Normalmente, el horizonte productivo que traza el productor de zona núcleo para soja de primera suele estar entre los 40 a 50 qq/ha [quintales por hectárea]. Sin embargo, hoy los asesores y productores reportan caídas en las expectativas de rinde de entre un 20% a un 50% y advierten que podrían caer más en función de cómo se den las lluvias”, apuntó la entidad.
Luego señaló que asesores técnicos alrededor de Rosario prevén 25 quintales por hectárea mientras remarcan: “Los milímetros que se pronostican para el comienzo del nuevo año son claves para frenar el deterioro del cultivo, pero ya no sirven para recuperar la potencialidad”.
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