Myron Stine, presidente global de la empresa que lleva su apellido, señaló en una visita a la Argentina: “Requiere una revisión y actualización que el mercado está pidiendo”
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Con mercados internacionales un tanto volátiles, en medio de la invasión de Rusia a Ucrania, la superficie de soja en los Estados Unidos está creciendo. En igual sentido corre Brasil. En tanto, para este año en la Argentina, tras varios años de estar planchada, se espera un aumento en la cantidad de hectáreas con soja.
Ese fue la conclusión a la que llegó Myron Stine, presidente global de la empresa norteamericana que lleva su apellido. Es hijo de Harry, el fundador de Stine Seed en los Estados Unidos, que en los sesenta empezó su programa de soja y se instaló en la Argentina en 2017.
“Esperemos que, con condiciones climáticas más positivas, habiendo superado la Niña, nos permita llegar a un buen final. Todos saben que el nivel de semilla fiscalizada en el país es bajo”, dijo.
El directivo ponderó los sorprendentes recursos con los que cuenta la Argentina “para convertirse en un gran productor global de soja y maíz”, así como también se refirió a la fortaleza y liderazgo productivo para conseguirlo.
En cuanto a la ley de semillas, el empresario señaló que, “como todas las cosas, con el tiempo hay que renovar”.
“Esta ley quedó antigua ante todos los eventos biotecnológicos actuales. Entonces, requiere una revisión y actualización que el mercado está pidiendo”, aseguró el ejecutivo.
En coincidencia, Ignacio Rosasco, CEO de la firma para América Latina, advirtió que la actual ley de semillas es anterior a todos los avances biotecnológicos actuales porque dicha normativa se sancionó en los 70: “De esta forma, requiere rápidamente una actualización y revisión que es lo que pide el mercado”.
Stine llegó al país a fines de abril pasado para participar de una exposición de su compañía en Tandil, en donde se presentaron nuevos materiales de soja y maíz para la región. Según dijeron, se trata de productos que se distinguen por ser de ciclo corto y ultracorto, con el objetivo de que puedan sembrarse de manera tardía pero, a la vez, no corran riesgo de sufrir las primeras heladas que en esta zona suelen ocurrir ya a partir de marzo. El ejecutivo contó que están trabajando en el lanzamiento de una nueva tecnología que brinda tolerancia a diferentes paquetes de herbicidas y con un sistema de control en el grano.
“Tenemos mucha confianza que permitirá mejorar la captura de valor y la renta del negocio de soja que es clave para los semilleros y seguir mejorando día a día en el rendimiento de las variedades”, indicó.
Por último, Rosasco pidió que el Gobierno trabaje para que la rentabilidad de los productores regrese al sector agropecuario. “Los productores deben trabajar para producir con el máximo potencial porque es un beneficio para todos”, resaltó.
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