Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, con 14 millones de toneladas será 26,3% menor al nivel de 2017-2021; las últimas heladas provocaron la pérdida de 1,2 millones de toneladas
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Por las últimas heladas tardías que afectaron el lunes y el martes pasado al sur bonaerense, entre otras regiones, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires recortó esta tarde su previsión de cosecha de trigo. Según la entidad, se recolectarán 14 millones de toneladas. Se trata de una poda de 1,2 millones de toneladas versus el volumen de 15,2 millones de toneladas que aguardaba hasta la semana pasada.
Para comparar, el año pasado de acuerdo a la Bolsa de Cereales porteña se cosecharon del cereal 22,4 millones de toneladas. En rigor, la sequía y las heladas hicieron retroceder la producción.
“La proyección de producción cae a 14 millones de toneladas, una merma de 1,2 millones de toneladas con respecto a nuestra previa estimación y un 31,7% por debajo de nuestra estimación inicial de 20,5 millones de toneladas”, indicó la entidad. Además de la caída respecto de lo que se aguardaba al comienzo del ciclo agrícola 2022/2023, la cosecha, que se generalizará desde mediados de mes, quedará 26,3% por debajo a la producción media nacional de las últimas cinco campañas, que da un promedio de 18,9 millones de toneladas.
“Nuevas heladas continúan generando mermas adicionales sobre el sur del área agrícola, donde se concentra el 31,3 % de las 6,1 millones de hectáreas de trigo”, señaló la Bolsa de Cereales porteña.
El martes último, en Tandil, el corazón triguero argentino, según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) se registraron -4 grados. Para esta época del año, allí anteriormente la temperatura más baja fue el 15 de noviembre de 2007 con -2,8.
En el sudeste bonaerense también hubo otras regiones impactadas por el fenómeno climático. En diálogo con LA NACION, Alfredo Rozzi, gerente de Agro Grupo Faro Verde, relevó 2700 hectáreas de trigo y cebada en Necochea. “Hay muchísimo daño de varias heladas acumuladas que se suman a la de esta mañana, que registramos dos grados bajo cero, cuyo efecto recién se va a poder ver en unos días. Ya llevamos estimado un 35% de daño en cebada y en trigo, pero todavía no se ve tan claro”, indicó.
En su reporte, la Bolsa de Cereales porteña lamentó que, pese a que hubo lluvias, por culpa de las heladas tardías se siga recortando producción. “Pese a las precipitaciones registradas el pasado miércoles [semana anterior], nuevas heladas sobre el sur de Buenos Aires y La Pampa continúan generando mermas adicionales a las inicialmente esperadas”, dijo. Apuntó que ocurrieron mientras “el cultivo se encuentra entre espigazón e inicio de llenado de grano”.
“La gravedad del evento se evaluará a lo largo de las próximas semanas y dependiendo de la severidad del daño, nuestra proyección de producción podría registrar nuevos ajustes”, agregó.
“A la fecha, colaboradores reportan un menor tamaño de planta, un bajo número de espigas por planta y punta de espigas quemadas, siendo el norte de La Pampa-oeste de Buenos Aires y el sudeste de Buenos Aires las regiones más afectadas. Dichas regiones informan mermas de hasta un 50% en lotes de menor potencial de rendimiento y una importante heterogeneidad en la condición del cultivo”, señaló.
La semana pasada, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) ubicó la cosecha del cereal en un escalón más abajo que su par de Buenos Aires: 13,7 millones de toneladas.
Escenario
Según Santiago Renis, técnico de AZ-Group con área de trabajo en el sur bonaerense, las heladas de esta semana tuvieron una diferencia con las anteriores: se dieron sobre cultivos que habían recibido algunas lluvias en días previos, lo que resultó un poco menos perjudicial que las ocurridas sobre cultivos estresados por una persistente sequía. “Justo los días anteriores había llovido y, si bien hubo dos heladas en la semana, fueron de pocas horas, por lo que el efecto dañino no será tan perjudicial como las del 14 y 17 de octubre, que sumaron estrés hídrico muy importante con heladas de mayor duración”, señaló.
Al momento de ocurrir las heladas de esta semana, las cebadas por ejemplo estaban en plena floración y los trigos con espiga “embuchada” próxima a emerger en el sudeste bonaerense. “Los daños previsibles por efecto de las bajas temperaturas son menor número de granos por espiga, al afectar el periodo crítico del cultivo, y se agregarán a los ya ocurridos con el secado de hojas”, indicó Renis. Es muy difícil predecir el efecto de estos fenómenos sobre el rendimiento final de los granos finos porque hay una combinación acumulativa de sequía y sucesivas heladas que se “solapan”, un escenario que no reconoce antecedentes con datos, explicó.
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