Matías Lestani, segundo en la cartera agrícola detrás de Julián Domínguez, señaló que la suba de los alquileres y los insumos erosionan la mejora de los granos y así una posible rentabilidad de los productores
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Luego de que el ministro de Economía, Martín Guzmán, admitiera que está trabajando en un proyecto, que irá al Congreso, para “redistribuir la renta inesperada”, frase que generó una fuerte reacción en el campo, el secretario de Agricultura de la Nación, Matías Lestani, le contestó al titular de la cartera económica: “No veo que haya una renta inesperada”.
El lunes pasado, en una entrevista con C5N, Guzmán descartó un incremento de los derechos de exportación, pero señaló que se estudia un “mecanismo para redistribuir la renta inesperada que no es producto de una inversión adicional hacia los sectores que más desprotegidos han quedado”.
Aunque por ahora no se conocen más detalles, sin la vía de más retenciones algunos estiman que el ministro de Economía buscaría un proyecto que recaude en base a supuestas ganancias adicionales, al margen de lo que ya se paga por ese tributo.
Tras la frase de Guzmán, el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, no se pronunció de manera directa pero marcó límites.
“Pregúntenle al ministro de Economía, no es un tema mío”, dijo el martes pasado en una inauguración de un centro tecnológico de Basf en Rojas. Luego remarcó: “Es importante que la Argentina sepa que el productor no captó los precios internacionales de la guerra”. Indicó que los productores comercializaron [como en el caso del trigo] a un precio “preguerra y que tienen que pagar los fertilizantes más caros”.
“Entonces, es importante terminar con este mito, que se conozca lo que pasa en el campo argentino”, afirmó.
En este contexto, Lestani dijo a LA NACION: “No veo que haya una renta inesperada porque la relación insumo-producto está peor que la campaña anterior”.
De esta manera, el secretario de Agricultura, segundo de Domínguez, dejó en claro que los insumos corrieron a la par e incluso superaron en porcentaje los incrementos en los precios de los granos.
Como muestra de esto último, la consultora AZ Group viene de revelar subas del 87% en el fertilizante urea granulada y del 57% en el fosfato monoamónico. En tanto, de los cereales el que más subió fue el trigo, con un 36% entre el 18 de febrero último y el lunes pasado, según la consultora.
Para Lestani, “la dispersión de los insumos es mayor” y, además, se agrega el factor de los alquileres. Alrededor del 60 a 70% de la producción se hace sobre tierras alquiladas, pago que sigue lo que ocurre con los granos.
“Se requiere más producción para la misma cantidad de insumos [esto es, para comprarlos]”, precisó Lestani, que antes de saltar a la función pública invitado por Domínguez se desempeñó en el área económica de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
El funcionario señaló que el alquiler “subió en la misma proporción”. Vale recordar, entre otras dificultades para el agro, que la campaña que se está cosechando fue afectada por la sequía, con pérdidas de rindes.
Discusión
“No hay renta extraordinaria”, dijo Lestani a LA NACION. “El escenario bélico impactó sobre los insumos, superior a los granos”, acotó.
Explicó que, por esta situación, “no va a haber un beneficio adicional” [para los productores]. E insistió: “El valor del alquiler [lo que se paga en moneda al margen de la fijación en quintales] está en relación al valor del grano, no hay un valor adicional [de renta para el productor] ahí. Sigue pesando en la misma cuantía [de los costos]”. Según los planteos, el arrendamiento representa de 23 a 30%.
Santiago Tiscornia, del proyecto AGBI, calculó que, para el caso del cultivo de maíz en la zona agrícola núcleo, en la próxima campaña 2022/23 el 58% del resultado del ciclo 2021/22 se destinará a mantener la misma superficie, mientras que “el 42% restante será destinado a cubrir estructura y pagar impuestos”. El cálculo incluye el pago del alquiler para producir en un campo de tercero.
“No hay renta inesperada para los productores, desconoce los números de pequeños y medianos”, señaló Lestani sobre la frase de Guzmán.
Agricultura está buscando que haya más ingresos por las exportaciones, pese a que define “volúmenes de equilibrio” que los exportadores no pueden superar.
Se abrieron 10 millones de toneladas para el trigo 2022/2023 que se empezará a sembrar el mes próximo, mientras del ciclo 2021/2022 en maíz está clavado en 25 millones de toneladas. Lestani dijo que se “estudia estadísticamente” para el proceso de apertura.
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