La necesidad de recuperar liquidez lo antes posible marca que la intención de sumar hectáreas para el grano fino que se implantará en pocos meses seguramente será alta
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Mientras la campaña 2022/2023 va acercándose a su final y, claramente, nadie se ocupará en recordarla, la mirada de los productores y del mercado comienza a concentrarse en la temporada de cultivos de cosecha fina para el ciclo 2023/2024.
En el caso particular del trigo, y luego de un año nefasto en términos productivos, con una cosecha que apenas logró llegar a la mitad de lo previsto originalmente, la dinámica de los acontecimientos parecería mostrar algo distinto a futuro.
Sin lugar a dudas, y luego del “golpe” productivo que significara la presente campaña, las necesidades financieras del sector van a ser importantes. En este sentido, poder recuperar liquidez lo antes posible marca que la intención de siembra para el trigo que se implantará en pocos meses seguramente será alta. Pero ello no es todo. Existen, al respecto, otras variables que también juegan a la hora de definir el área triguera en la Argentina.
Niño a la vista
La más importante pareciera ser el cambio de perspectivas climáticas. Al respecto, muchos climatólogos en nuestro país, y también en el exterior, están previendo la firme posibilidad de terminar con estos tres infames periodos Niña para pasar a un fenómeno Niño de cara a la temporada 2023/2024.
De hecho, el Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI, por sus siglas en inglés) enuncia en su último informe de manera textual lo siguiente: “La probabilidad de El Niño sigue siendo baja hasta mayo-julio de 2023 (44% de chances), pero se convierte en la categoría dominante a partir de entonces, con probabilidades en el rango de 53-57 por ciento”.
Por otro lado, tampoco es un tema menor el hecho que este sea un año electoral. Si bien todavía no están definidos los precandidatos de los diferentes partidos políticos, existe un consenso bastante generalizado en nuestro sector sobre la posibilidad de un cambio de gobierno en donde el oficialismo sería derrotado. Entonces, la implantación se daría con el actual Gobierno, pero la cosecha, con un nuevo gobierno y con un signo político diferentes del actual.
Toma de decisiones
Por supuesto que ninguna de las dos variables antes mencionada (clima y política) están definidas aún, pero sin duda alguna esta condición va a marcar las decisiones de los productores. Los valores que muestra el Matba Rofex para la posición diciembre de este año se ubican en el orden de los 265 dólares por tonelada. Si bien todavía resultan muy incipientes estas cotizaciones y los volúmenes operadores son exiguos, marcan un valor para ir analizando márgenes.
No obstante, los productores deberán también tener en cuenta la capacidad teórica de pago (CTP) de la exportación en función del mercado de referencia, que en este caso es Kansas. Teniendo en cuenta los valores actuales de este último mercado (del orden de los 325 dólares por tonelada para diciembre de 2023) y aplicando todos los descuentos para reflejar la competitividad de nuestro trigo a escala internacional, la CTP debería estar entorno de los 305 dólares por tonelada. Para seguir con atención.
El autor es socio de Nóvitas SA
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