Se registran casos de productores que por la falta de condiciones de humedad y temperatura todavía no iniciaron la siembra
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Transcurrida casi la mitad de octubre, en el sudeste cordobés el estado de los cultivos es muy dispar. La heterogeneidad se debe, principalmente, al escenario hídrico entre las zonas.
En la región, el invierno desprovisto de lluvias acrecentó el déficit con el cual ya cargaban numerosos lotes que no habían tenido siquiera una buena recarga otoñal. La lluvia de principios de septiembre pasado llegó con valores contrastantes que mejoraron mucho la situación en algunos casos, como por ejemplo en el este de la ruta 9, donde lotes de Marcos Juárez, General Roca y Leones recibieron hasta 50 milímetros.
Pero no fue la realidad de la mayor porción del sudeste cordobés, donde los pluviómetros marcaron entre 5 y 20 mm.
Dependiendo de las posibilidades de siembra que proporcionaron esas lluvias, se comenzó a sembrar el maíz de primera, donde se alcanzó a sembrar menos del 60% de la superficie objetivo.
Algunos productores, esperando mejores condiciones de temperaturas para implantar el cultivo, no iniciaron la siembra, quedando ahora bastante restringida la ventana de siembra temprana al no recibir más precipitaciones.
La posibilidad de completar la superficie estimada de primera dependerá de que la zona reciba lluvias en lo que queda del mes. Si eso no ocurre, numerosos lotes pasarán a fechas tardías de siembra.
En este contexto, las heladas de los últimos días no solo afectaron la implantación del maíz, sino que ponen en jaque a algunos lotes ya espigados de trigo en la zona.
El caso del trigo
Las habituales amplitudes térmicas de esta época del año impactaron a algunos lotes de trigo que ya dejaron de transitar su período de tolerancia a heladas que, sumado a la escasez de humedad, complementan un combo nada beneficioso para el cultivo.
Si bien la mayoría de los lotes no se vieron afectados, existen casos de trigos más susceptibles al frío sembrados muy temprano que marcaron un leve porcentaje de daño.
Volvimos a tener inviernos sin agua y con mucho frío. Ya estamos por arriba de las heladas promedio, algunas de las cuales se dieron en septiembre y principio de octubre.
El año no brinda buenas expectativas de mejora en el corto plazo en cuanto a precipitaciones mientras el cultivo está transitando su periodo crítico. La demanda de nutrientes y agua es máxima y los primeros 20 centímetros de suelo están en muchos casos secos, lo que recorta la expectativa de rendimiento de no aparecer lluvias en los próximos días.
El autor es coordinador de la Plataforma de Innovación Territorial Este de Córdoba, coordinador de la Red Maíz INTA Marcos Juárez y jefe de la Agencia de Extensión INTA Corral de Bustos
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