Es importante asegurar los altos precios que se ofrecen para la época de cosecha mediante herramientas de cobertura
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En 2021 hay un nuevo escenario de precios, muy superiores a los de años anteriores. Ello es consecuencia de una serie de factores que se alinearon, como la recuperación de las economías de los principales países importadores, fenómenos climáticos adversos en varias naciones exportadoras y bajos stocks remanentes, entre otros. Por ejemplo, los altos precios de la soja son consecuencia de existencias ajustadas en los tres principales productores mundiales -Estados Unidos, Brasil y la Argentina- y se proyectan valores también ajustados para la campaña 2021/22.
La situación actual se podría comparar con la campaña 2012/13, cuando falló significativamente la producción de Estados Unidos por sequía y Brasil y la Argentina no pudieron compensar lo que perdió el gigante del norte.
Por la situación de escasez vigente, la firmeza de los precios debería sostenerse este año y parte del que viene, hasta que se recompongan los stocks, siempre y cuando la demanda siga activa como hasta ahora.
El desafío: formar precio
Un periodo de largo de precios sostenidos no significa que quedarán estancados en los valores actuales. Estamos en un contexto de mucha volatilidad y vamos a ver momentos de suba y de baja por la evolución de los factores climáticos o por el cambio de conducta de los fondos especulativos.
Ante ese escenario de precios con tendencia firme pero con volatilidad, la recomendación general sería ir formando precios de la campaña 2021/22. Formar precio quiere decir ir tomando decisiones de venta parciales, con poco volumen, en distintos momentos. Esta estrategia permitiría no quedar descalzado ante una suba de precios ni poco vendido frente a una baja. Expresado de otra manera, construir precios significa hacer muchas ventas parciales de todos los granos.
La recomendación es válida para el trigo, por ejemplo, un cultivo en el que nunca hubo precios tan altos al inicio de una campaña como los que se ofrecen en estos días en la Argentina. Con estas cotizaciones no se puede no vender nada; hay que empezar a comercializar.
Lo mismo se puede visualizar para el maíz. La posición abril de 2022 cotizaba a 204US$/t el viernes pasado y julio, a 190 US$/t. Son precios para tomar decisiones comerciales y avanzar con volúmenes acotados, porque hay un largo recorrido hasta la cosecha, pero que permiten ir haciendo ventas forwards o futuros. Luego, con el correr de los meses, se pueden ir comprando calls para acompañar una eventual suba posterior, si se diera. Con estas herramientas se acotan los riesgos ante bajas y se queda abierto a las alzas.
Otra posibilidad para más adelante es la compra de un put combinado con el lanzamiento de un call, que también da cobertura a la baja pero reacción a la suba.
Decisiones para cada cultivo
Los fundamentos del mercado internacional son positivos, con lecturas optimistas para los precios. Pero el plano interno tiene riesgos de intervención oficial lamentablemente, “para evitar que los alimentos provoquen mayor deslizamiento de la inflación”, un razonamiento erróneo porque el costo de los granos no supera el 10% en los alimentos. Esta es otra causa por la cual es conveniente ir aprovechando los precios a cosecha que se ofrecen actualmente, con libre mercado y comercialización fluida.
Al analizar estrategias para los distintos cultivos, lo primero que se ve es que hay una importante intención de siembra de trigo. Por lo tanto, probablemente, en unas semanas más se va a estar hablando de una siembra récord en la Argentina, que puede provocar que los precios aflojen.
Los compradores ya adquirieron bastante trigo 2021/22 a esta altura del año y en algún momento ese movimiento se puede frenar. Entonces, si un productor tiene que vender trigo ahora o dentro del mes, podría empezar a comercializar en estos momentos si no tiene operaciones ya concretadas. Si ya tiene mucho vendido, podría esperar algún otro pico de volatilidad, pero sabiendo que corre el riesgo argentino de intervención.
Los precios del girasol para la época de cosecha también son muy buenos y provocarán una gran intención de siembra –ya no queda mucha semilla disponible- y convendría ir concretando ventas teniendo en cuenta que el mercado está concentrado en tres compradores y que nadie puede asegurar que la actual firmeza de la demanda continuará eternamente.
Dicho de otra manera: si los valores a cosecha son rentables y generan márgenes brutos satisfactorios, es conveniente empezar a cubrirlos porque habrá oferta abundante y riesgo de intervención en el mercado más adelante. El mercado de girasol tiene una “ventana” muy corta de oportunidades y hay que saber aprovecharlas, sobre todo para cubrir los costos de implantación y protección del cultivo, que habitualmente representan por lo menos el 30% del valor de la cosecha.
Los precios del maíz comienzan a reflejar la paridad, que venía descontada hace unas semanas atrás para las posiciones de cosecha en 2022, pero todavía tienen un efecto de alarma frente a una posible intervención oficial en el mercado. Este descuento que existe no significa que no se pueda vender anticipado y la recomendación también es aprovechar estos precios ubicados por encima de los años anteriores para empezar a vender volúmenes acotados en la Argentina y combinarlos con algún call en el mercado de Chicago, para salir del riesgo local.
Los precios de la soja también son muy buenos. Es el cultivo que menos preocupa en términos de cobertura, pero también requiere empezar con la comercialización anticipada aprovechando los precios cercanos a los máximos históricos, semejantes a los de la campaña 2012/13.
Se puede ir cubriendo parcialmente la cosecha estimada, principalmente para asegurar los costos, con forwards o con futuros en los mercados a término a 319US$/t. Más adelante, cuando el mercado de la campaña 2021/22 se empiece a configurar, se puede combinar con la compra de algún call para mayo de 2022. Estas herramientas son las que establecen el piso más alto de precios; después se puede echar mano a puts o “piso/techo”.
Ahora, quienes hayan vendido algún porcentaje para ir cubriendo costos, lo que comúnmente se usa en estos contextos de subas son los famosos “gatillos a la baja”, es decir acompañar al mercado mientras suba, pero si el precio baja, por ejemplo 10%, se accionan ventas o coberturas. Por todo lo expuesto, es importante dedicar tiempo y energía a la comercialización de la campaña 2021/22, porque con este nuevo escenario de precios la frontera agrícola se va expandir en la Argentina y en el mundo. Con lo cual, los importadores de granos –por ejemplo China- van a poder operar con mayor comodidad en el mediano plazo, si el clima no juega una mala pasada.
El autor es analista de mercados de AZ-Group
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