Las heladas tempranas afectaron negativamente a los cultivos de segunda

La irrupción de aire frío durante la noche del miércoles 30 de marzo y la madrugada del jueves 31 provocó heladas en gran parte del territorio nacional, que abarcaron por lo menos desde el norte de Córdoba hasta el sur de Buenos Aires y de La Pampa, aunque con distinta intensidad. El efecto se potenció por bajas temperaturas durante los días previos y posteriores. El paso del tiempo permitirá evaluar con precisión los daños y las caídas de rendimiento de los cultivos, pero mientras tanto hay motivos de preocupación entre los productores.

El fenómeno afectó básicamente a las sojas y maíces de segunda, que se encontraban en estados reproductivos en esa fecha. El mayor efecto perjudicial sería la disminución del peso de 1000 granos y la afectación del área foliar de la oleaginosa, mientras que en el maíz se observa cristalización de hojas, que tendrá efectos directos sobre el llenado de grano.

Jeremías Battistoni, analista de la consultora AZ-Group, con residencia en Santa Rosa, afirmó que “la helada de fin de marzo pegó fuerte a la soja en la zona”, al tiempo que observa que el efecto perjudicial se extendió hasta el norte de Córdoba.

El fenómeno también causó daños en localidades de la provincia de Buenos Aires. Por ejemplo, en General Villegas estiman pérdidas del 15-20% de rinde en las sojas tardías y también se observan daños importantes en el follaje y vainas de cultivos de Rojas y Colón. Los maíces también muestran inequívocas señales de afectación en las hojas y en la mazorca.

Pablo Ferrari, un productor de Junín, sufrió la primera helada en la madrugada del 31 de marzo. Afectó principalmente el follaje de la soja y provocó la caída de las hojas superiores dejando las vainas peladas. Luego hubo dos heladas más que afectaron directamente vainas y tallos.

Los cultivos más tardíos estaban en estado de R2 entrando el llenado de granos, mientras que los más adelantados, en R6, tenían el llenado casi completo. Los daños recién se podrán notar la semana que viene, pero Ferrari estima que se puede esperar una caída del 20% en los primeros y del 5% en los segundos, con un promedio del 15% en todo el campo.

Las heladas tempranas significaron un golpe fuerte para los productores de la zona. “Veníamos muy castigados por la sequía de diciembre-enero, tras lo cual hubo dos días de vientos que llegaron a 100km/h en febrero, que hicieron estragos en los maíces tempranos. Teníamos muchas expectativas puestas en las sojas de segunda para recuperarnos económicamente, de las que esperábamos 3000kg/ha, pero esa meta no se logrará por las heladas”, lamentó el empresario.

“En el sur de la provincia de Buenos Aires, los cultivos estaban sufriendo bajas temperaturas desde hace 20 días, a lo que se sumó la helada del 31 de marzo, por lo que hay muchas dudas sobre la producción final de los cultivos de segunda”, apuntó Sofía Ganly, de la consultora.

Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires alertó sobre las heladas tempranas producidas en los últimos días “que comprometen la situación de los cultivos de verano, con potenciales efectos adversos sobre los rendimientos”. El efecto negativo se sumaría a las mermas que provocará la sequía de primavera-verano.

Para estimar los daños de cultivos que han sufrido las bajas temperaturas, Adriana Kantolic, profesora de la cátedra de Cultivos Industriales de la facultad de Agronomía de Buenos Aires, dijo que “puede haber 5% de pérdidas de rendimiento en cultivos que habían alcanzado el estadio R7″. Las pérdidas aumentan a 10-15% cuando el fenómeno tomó a las plantas en R6,5 y suben a 20-25% cuando coincidió con el estado R6.

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