El ritmo de exportaciones estadounidenses evidencia que recientemente las ventas al exterior se ubican dentro o por encima de lo estimado por los operadores del mercado
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Durante las últimas semanas, las noticias desde Estados Unidos empiezan a mostrar cierta confianza como para que la demanda avance más rápidamente en los actuales niveles de precios. Ciertamente, el ritmo de exportaciones estadounidenses evidencia que recientemente las ventas al exterior se ubican dentro o por encima de lo estimado por los operadores del mercado.
Lo antedicho resulta lógico, toda vez que los precios internacionales en términos reales se ubican –en general– en los niveles más bajos desde fines de la década del noventa. Algo parecido ocurre con la demanda de las fábricas para la molienda interna de soja estadounidense, que muestra una molturación de la oleaginosa en niveles récord.
Del otro lado se encuentra la oferta. Claramente los números de rentabilidad que proyectan los productores son, en el mejor de los casos, levemente positivos. Y aunque ello pareciera más notable para los productores argentinos, que deben “resistir” los derechos de exportación, el impuesto PAIS (que baja 10% a partir del 1° de septiembre) y la brecha cambiaria, la situación en el resto de los países productores no les va en saga.
Números finos
Prácticamente en todos los lugares del mundo donde se producen granos en campos arrendados los números no cierran. Y ello comienza a dejar su huella. Al respecto, las últimas novedades muestran que el área sembrada para este año en Brasil tendría un crecimiento que sería el más bajo de los últimos 10 años. En ese sentido, los altos costos de producción, el incremento de los fletes internos y los bajos precios relativos ya comentados parecieran no ser compensados con una devaluación del real contra el dólar que, para un país que vive, consume e invierte en su moneda, no alcanza.
Por supuesto que, en el corto plazo, la “enorme” cosecha estadounidense, estimada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) y corroborada posteriormente por el tour de especialistas del ProFarmer, lleva la delantera.
La coyuntura hoy manda y está bien que así sea. No obstante, el mediando plazo plantea otros desafíos. Cómo hacer para que la oferta continúe creciendo en un contexto de incremento de la población mundial. Porque si bien es cierto que la tasa de crecimiento de la población a escala global está disminuyendo, en términos nominales continúa creciendo.
En este sentido, al momento de escribir esta columna el World population prospect de las Naciones Unidas estimó el crecimiento de la población mundial en más de 46 millones de personas (resultado neto entre nacimientos y fallecimientos) en lo que va del año. Puesto en otros términos, prácticamente una Argentina completa en menos de un año.
Los desafíos de la agricultura para nuestro país son todavía más interesantes. Salir de un negocio financiero para entrar en un negocio productivo suele marcar bien las diferencias entre los que hacen las cosas bien y los que no. Winston Churchill solía decir: “Las dificultades dominadas, son oportunidades ganadas”. Para seguir con atención.
El autor es socio de Nóvitas SA
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