La incertidumbre doméstica y las múltiples intervenciones oficiales conspiran contra un ritmo de ventas fluido en función de precios relacionados con el contexto mundial
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Los precios de la soja y de maíz en nuestro mercado disponible no acompañan las variaciones que se van produciendo en el mercado de Chicago. Hay muchos factores que influyen en este comportamiento disociado de los precios, siendo la incertidumbre local, económica, financiera, cambiaria y política, el combo ideal para que ello suceda. Los productores de soja de Brasil, Paraguay y de Uruguay, por citar países de la región, en términos generales reciben en forma inmediata y ajustada las subas o las bajas diarias que se suceden en el mercado externo. También es cierto que, al no tener retenciones ni brecha cambiaria, estos productores reciben por su soja un precio muy similar al de Chicago.
Vamos a analizar en forma comparativa el comportamiento de Chicago y el de nuestro mercado en estos últimos meses, así podremos tener una idea del desfasaje que existe entre ambos mercados.
Comenzando por la soja, en Chicago los precios en la posición septiembre bajaron US$120 por tonelada entre el 10 de junio (US$653) y el 22 de julio (US$533), en el mismo lapso la soja en la Argentina acumuló una baja de US$38 por tonelada (de 418 a 380 dólares en el mismo período de tiempo indicado). Aquí vemos el primer desfasaje, mientras la soja en Chicago perdía US$120 por tonelada, en nuestro país bajaba US$38.
Entre el 22 de julio (US$533) y el 11 de agosto (US$590) la soja en Chicago aumentó US$58, mientras en la Argentina el aumento llegó a US$14 por tonelada (de 380 a 394 dólares), segundo desfasaje.
Podemos concluir que nuestra soja se valorizó respecto del precio en Chicago, al bajar mucho menos que lo que bajó en el exterior. El otro tema que se puede ver es que los productores estadounidenses reciben por su soja un valor de US$590 por tonelada, mientras que nuestros productores venden su soja a US$394, pero si descontamos la brecha el precio dólar billete que reciben en la Argentina es de US$178 por tonelada. Una diferencia abismal de US$412 por tonelada, equivalente al 70% de descuento, que merece publicarse en el libro Guinness de los records.
En el caso del maíz los precios en Chicago bajaron US$84 por tonelada entre el 16 mayo (US$306) y el 25 de julio (US$222), mientras que en la Argentina el cereal disponible bajó US$55 por tonelada (de 270 a 215 dólares en el mismo período). En las últimas dos semanas Chicago recuperó US$31 por tonelada (de 222 a 253 dólares), mientras que en nuestro mercado la mejora llegó a US$16 por tonelada (de 215 a 231 dólares).
Los farmers estadounidenses venden su maíz a US$253 por tonelada, mientras que en la Argentina lo entregan a US$230 por tonelada y si descontamos el factor brecha llegamos a US$104 por tonelada, una diferencia en contra de nuestros productores de US$150 por tonelada, equivalente al 60% de descuento.
Al efecto brecha se suma la incertidumbre como principal motivo por el cual los productores no venden su soja. En estos momentos se estima que los productores tienen en su poder 26 millones de toneladas, entre silo propio y entregados sin fijar precio. A valores de hoy equivalen a US$15.600 millones y en los próximos dos meses es probable que los productores vendan un promedio de US$2200 millones mensuales, pudiendo llegar a los US$4400 millones, cumpliendo holgadamente con las necesidades de US$5000 millones del Gobierno entre todos los sectores exportadores (agro, pesca, minería y conocimiento).
El autor es presidente de Pablo Adreani y Asociados
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