Un informe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA) destaca que el país ocupa los primeros lugares como proveedor en aceite y grano de soja, aceite y jugo de limón, maní y porotos, yerba mate, peras, trigo, leche en polvo, carne bovina, aceite de girasol, entre otros productos
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De cada 100 productos agropecuarios que se comercializan en el mundo, 11 son argentinos, es decir que el 11% lleva el sello nacional. En rigor, en 2020 en el mercado mundial el país se posicionó como 1° exportador de harina y aceite de soja, aceite y jugo de limón, maní y porotos; el 2° exportador de yerba mate; el 3° de granos de soja; el 4° lugar en peras y leche en polvo y en el 5° puesto como exportador de harina de trigo, carne bovina, lanas, aceite de girasol y camarones y langostinos.
Estos datos surgen de la última edición del Monitor de Exportaciones Agroindustriales que realiza la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), en donde analizó indicadores de las producciones agroindustriales en el comercio internacional.
En el informe, además, FADA destacó cuáles son las perspectivas para 2022 versus 2021. En este sentido, describió que “en términos de demanda internacional son neutrales”. En tanto, en cuanto a “competitividad cambiaria como a oferta exportable son negativas, aunque en precios son altamente positivas, a punto tal que las exportaciones en dólares crecerán aun con todos los otros aspectos negativos”.
Para la entidad, la evolución de las exportaciones agroindustriales “en el mediano plazo depende de variables locales e internacionales ligadas a aspectos macroeconómicos, sectoriales, climáticos, geopolíticos y de políticas públicas y en el largo plazo también impactan aspectos más estructurales como los hábitos de consumo”.
En cuanto a la demanda internacional, según FADA, “se proyecta un 2022 con crecimiento en gran parte del mundo, aunque relativamente moderado, marcado por la suba de tasas, que lleva a una política monetaria más restrictiva, luego de los temores por el salto inflacionario”.
“Entre marzo de 2021 y marzo de 2022, la inflación fue de 55% y el tipo de cambio oficial solo subió 20%. Hacia adelante se espera que, desde una óptica local, el tipo de cambio evolucione al menos al ritmo de la inflación, tanto por la imposibilidad de mantener este nivel de atraso cambiario, como porque esta política estaba comprometida en el acuerdo con el FMI”, detalló FADA.
Por el lado de la oferta exportable, indicó que en “términos de producción las perspectivas son negativas tanto para granos como para carne y otros productos como la uva, aunque la crisis económica local genera menores consumos de productos como carne y leche, lo que durante 2022 puede ampliar levemente la oferta exportable”.
“La producción de granos de la campaña actual se estima en 126 millones de toneladas contra 130 millones de toneladas en la campaña 20/21, un 2,8% inferior. Se estima una producción menor en soja (-2,6%) y maíz (-6,7%) y menor en trigo (-3,1%), donde la sequía es el principal factor que ha afectado las estimaciones de cosecha, aunque hacia adelante también afecta la suba de costos y la disponibilidad de fertilizantes, especialmente, a pesar de la mejora de precios”, sostuvo.
En tanto, la tendencia de la producción de carne bovina es también decreciente: “En los 12 meses previos a marzo de 2022, la producción fue 189.000 toneladas menor a los 12 meses previos a marzo de 2021, con una faena de cerca de un millón de cabezas menos”.
En cuanto a la producción láctea, existe una variación positiva respecto de 2021, “sin embargo, la suba de costos, especialmente del maíz, han generado que gran parte de los modelos productivos operen a pérdida, lo que genera un claro incentivo a disminuir la producción”.
En relación a los precios de los granos, estos “se encontraban hasta comienzos de 2022 en un excelente nivel de precios, pero la invasión de Rusia a Ucrania ha impulsado aún mas los precios”.
“Si algo de esta mejora se mantiene, se puede prever un alto nivel de exportaciones para este año. En soja y maíz, el precio de abril de 2022 es 22% superior al de abril de 2021, en trigo 55% más alto. Respecto a los precios de la carne bovina, también se visualiza un excelente nivel de precios, en particular para cuota Hilton”, destaca el documento.
“Por el lado de los precios será un buen año, aunque limitado por las restricciones a las exportaciones que le ponen un techo cerca del 25% de la producción. En leche, también se ven excelentes precios internacionales, que sumado a una producción que crece moderadamente, aportará más dólares en 2022. En el caso del vino, los mejores precios de exportación pueden amortiguar gran parte del impacto de una menor producción. Y las peras y manzanas presentan un nivel de precios relativamente similar al del último año, por lo que, unido a la producción estabilizada, pueden aportar una cantidad de dólares similar a la de 2021″, añade.
Por último, el informe remarca la limitación que le ponen las políticas públicas del Gobierno a la producción agroindustrial: “Ya están en marcha restricciones a la exportación de carne, maíz y trigo, que le ponen a los volúmenes de exportación. Por otro lado, el fideicomiso de trigo y el de aceite, y la eliminación de los diferenciales en soja, generan un menor precio percibido por el productor”, señala.
“El alto nivel de inflación también genera presiones a políticas de intervención como controles de precios, mayores restricciones a las exportaciones o subas de derechos de exportación, aunque no hay mucho margen. Solo la leche queda en riesgo de restricciones a la exportación y también lácteos y productos farináceos de controles de precios”, concluye el estudio de FADA.
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