Los especialistas les recomiendan a los productores calcular el margen neto de cada cultivo y establecer cuál es el “precio gatillo” que permite cubrir sus costos y para obtener una renta
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Los números de la campaña de granos gruesos 2024/2025 no vienen bien. Dan quebrantos en muchos campos alquilados y márgenes muy ajustados en campo propio con los precios que se ofrecen a cosecha. Por lo tanto, habrá que desarrollar sistemas productivos eficientes, sin cometer errores en las decisiones agronómicas, financieras ni comerciales.
La hoja de ruta que aconsejan en AZ-Group comienza con determinar precios objetivo. Cada productor debe calcular el margen neto de cada cultivo y establecer cuál es el “precio gatillo” que permite cubrir sus costos y obtener una renta. A partir de ese dato, debe estar atento a la evolución del mercado y captar el precio objetivo (con coberturas flexibles o como precio cerrado) cuando aparezca.
Será un ciclo caracterizado por oportunidades que se deberán aprovechar y no de precios sostenidos/altos. Además, quienes esperan una reacción alcista a mediano plazo pueden comprar calls (opciones que dan el derecho, no la obligación, de comprar a determinado precio) que hoy están baratos. El fundamento de la compra de estas opciones es aprovechar volatilidad alcista cuando ocurra y estar preparados con una herramienta para captarla.
Invertir bien
Todos los costos de los servicios asociados con la inflación se han encarecido (labores, fletes y gastos de estructura) y habrá que ponerles un foco especial para su gestión en esta campaña.
Por otro lado, 2024 no es un año para convalidar arrendamientos caros que, con los precios proyectados de los granos a cosecha, no cierran las cuentas. Por el contrario, será necesario encarar una negociación en los casos en que todavía se esté a tiempo.
En el terreno productivo, la recomendación es mantener barbechos abiertos sin aplicar herbicidas que puedan ser fitotóxicos en el caso de cambios de cultivos a último momento, como puede ser reducir el área por sembrar con maíz y aumentar la de soja si se detectan altos niveles poblacionales de chicharrita o si surgen inconvenientes climáticos para cumplir con lo programado en el plan de siembras.
En el caso específico del maíz, habrá que desarrollar planteos defensivos y aplicar todas las prácticas que se conocen para evitar el achaparramiento, como control de maíz voluntario, siembra de primera, reserva temprana de los híbridos con mayor capacidad de tolerancia ataques de Dalbulus maidys, entre otras.
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