Tanto el anuncio de subas de tasas por parte de la Reserva Federal y de otros organismos internacionales, como la situación financiera/económica china, sumados a la invasión rusa a Ucrania, muestra un escenario complejo en el mercado internacional de granos
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Desde hace unos meses nos encontramos en un mercado en el cual vemos y escuchamos constantemente noticias alcistas y así llegamos a niveles “casi, casi” récord en (términos nominales) de maíz, soja, con un aceite de soja que supera en 30% al récord histórico de 2008 y un trigo internacional que, más allá de haber perdido los máximos de marzo, sigue en niveles de 2008. El mercado local no se queda afuera de estas subas, a pesar de injusticias, distorsiones, derechos de exportación, etcétera.
Seguramente se hagan las siguientes preguntas: ¿esto puede seguir marcando nuevos máximos? Todos los elementos alcistas que ya se conocen siguen estando y hasta hay días que se suman nuevos. La otra pregunta es: ¿hay algo que pueda bajar de un ‘ondazo’ estos mercados?”
Si no hay riesgo de baja, para qué alguien querría sentarse a pensar qué hacer con los precios. Yo considero que sí, que hay elementos para seguir y que no hay que dejar de ponderar al momento de hacer los famosos escenarios de máxima, media y catastróficos.
¿Cuáles son esos indicadores, datos, noticias que nos ponen “en modo ojo, mirá que nada sube indefinidamente”? Lo resumo acá:
-La Reserva Federal y otros organismos internacionales, poniéndose más “halcones” o más agresivos con las medidas para frenar la inflación global anunciaron que deben hacer más y más fuertes aumentos de tasas. Lo anterior en parte es responsable de que el Índice Dólar esté en niveles máximos desde marzo del 2020 (pánico de arranque Covid19), indicador que “en general” tiene correlación negativa con los precios de las commodities, y que, “en particular”, por ahora no hemos visto. Estas medidas buscan justamente poner techo o frenar subas de precios ¿Llegamos al techo?
-China, en tanto, está muy complicada por los aislamientos de ciudades enteras, que ya llevan más de un mes en algunos casos, y no solo no se está flexibilizando sino que se informan mayores restricciones. No es necesario que explique el efecto de ciudades de más de 17 millones de habitantes de la segunda economía mundial, aisladas, con menor actividad. Ya vimos semanas anteriores fuertes bajas del petróleo como un indicador claro del efecto en la demanda, con indicadores económicos tan malos como en lo peor de la pandemia en 2020.
Por otro lado, volvemos a estar en misma situación de disrupciones/cortes de cadenas logísticas, menos producción, etc, que para un país importador de insumos de todo tipo como el nuestro, no es un tema menor ya que todas las importaciones que vienen de ese país se ven o retrasadas o muy complicadas. Atención: si se pueden asegurar insumos indispensables, hay que hacerlo.
Ya desde el año pasado vemos noticias sobre cómo China viene arrastrando una situación financiera/económica complicada. En mayo 2021 vimos un sacudón por la “casi” caída de en el sector inmobiliario (Evergrande). Si bien el gobierno sale al rescate continuamente, sabemos que el sol no se puede tapar con las manos.
Estos dos grandes grupos de noticias “no positivas” están desde hace meses en algún caso, pero frente a la invasión rusa a Ucrania se agravaron o quedaron en segundo plano. En los mercados de acciones globales, ya hemos visto los efectos: índices Dow Jones, Hang Seng, Nikkei225 y Euro Stoxx 50 que han bajado desde enero entre un 10 y un 11%. Hasta fines de abril, no vimos contagio en los granos, pero no hay que olvidarse que se está en mundo ultraglobalizado, ultrainterconectado e interrelacionado.
Un dato más: en maíz, los fondos especulativos en Chicago al 26 de abril plasado tenían una posición neta “comprada” cercana a una cosecha argentina (45 millones toneladas). Y otro dato, desde febrero de 2022 no siguen “aumentando” esa posición como venían desde fines de noviembre pasado. Una semana compran, otra venden, ¿estarán anticipándose a la salida? Si dos noticias negativas se juntan, un día puede provocar salida/estampida de un mercado y contagiar el resto.
Localmente
No hay manera de que estemos ajenos a lo que pasa globalmente. Hay que decidir con los escenarios evaluados. Un dato más, al 29 de abril pasado había DJVE de trigo 22/23 por 8 millones de toneladas o un 80% del total “preautorizado” o “volumen de equilibrio actual”, que es de 10 millones de toneladas.
Estamos hablando de un trigo que aún no se sembró y estamos en definiciones finales de área y tecnología a usar. La exportación puede seguir haciendo ventas al exterior al ritmo que viene, hasta completar el 90% de ese volumen.
Y a las preguntas anteriores le agregaría, ¿qué puede pasar con el precio del trigo diciembre 2022 si la exportación no puede seguir haciendo nuevas ventas al exterior por unos meses? ¿Puede el Gobierno autorizar ampliación de ese volumen?
La autora es analista del mercado de granos
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