La importante caída del valor del aceite fue el principal fundamento negativo en la plaza externa; en Rosario se amplió la brecha entre las ofertas de las fábricas y las exigencias de los vendedores
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La soja se negoció en baja hoy en la Bolsa de Chicago como efecto colateral de la fuerte caída de los precios del aceite, luego de que trascendió la posibilidad de que el gobierno de los Estados Unidos “alivie” la crisis denunciada desde las plantas refinadoras de petróleo, que tienen la obligación de cortar parte del combustible fósil con biocombustibles, como el biodiésel que se produce con el aceite de soja o el etanol que se elabora con maíz. A su vez, los quebrantos del mercado externo fueron una buena nueva excusa para que las fábricas locales recortaran las propuestas por el grano argentino, una acción que dejó como reacción un volumen de negocios casi nulo en la zona del Gran Rosario.
Al término de las operaciones en la plaza estadounidense, las pizarras reflejaron quitas de US$13,04 y de 7,62 sobre los contratos julio y noviembre de la soja, cuyos ajustes resultaron de 554,28 y de 528,65 dólares por tonelada. En el balance de la semana la primera de las posiciones retrocedió un 4,8%, mientras que la segunda subió un 0,26% frente a los 581,93 y a los 527,46 dólares vigentes el viernes anterior, respectivamente.
En el caso del aceite de soja la caída de la posición julio en Chicago fue del 4,9%, al pasar de 1553,35 a 1476,63 dólares por tonelada. En el balance semanal este contrato bajó un 6,1% frente a los 1572,76 dólares del viernes anterior.
Detrás de este fuerte revés del valor del aceite hubo una ola de venta de contratos por parte del los grandes fondos de inversión por la incertidumbre que generaron los rumores sobre los modos en los que se ejecutarían las ayudas para las plantas refinadoras de petróleo que, como durante la administración de Donald Trump, advierten la posibilidad de quiebras si no se las exime de cumplir con el corte obligatorio con biocombustibles. Vale recordar que durante el gobierno de Trump se otorgaron una serie de exenciones a plantas refinadoras que fueron muy cuestionadas desde el sector agropecuario.
Hoy, más allá de la falta de precisiones, el mercado tomó de mal modo la noticia porque iría en el sentido contrario a lo que se comunicó desde el comienzo de la gestión de Joe Biden, en cuanto a poner como eje de las políticas públicas para el sector agrícola el fomento de las energías renovables, que en el caso del biodiésel implica una mayor demanda de poroto de soja para abastecer de aceite a las industrias.
Hasta tanto se definan los modos en los que el gobierno estadounidense asistirá a las refinadoras, en medio de la disputa entre Estados que representan al sector agrícola y aquellos que impulsan la industria petrolera –cada uno con su poder de lobby–, el tema seguirá influyendo sobre los precios del complejo sojero y sobre el maíz.
En ese sentido, luego de las subas de ayer, hoy los contratos julio y septiembre del maíz en Chicago descendieron US$5,70 y 3,35, mientras que sus ajustes fueron de 269,48 y de 247,92 dólares por tonelada. En el balance de la semana estas posiciones sumaron un 0,3 y un 3,8% frente a los valores del viernes anterior, de 268,79 y de 238,77 dólares.
Además del “efecto aceite”, hoy los precios de los granos gruesos en Chicago también operaron en baja por las lluvias caídas en el norte de las grandes planicies estadounidenses, donde la necesidad de humedad era urgente y donde las condiciones de sequía aún afectan el desarrollo inicial de los cultivos de la nueva campaña.
Mercado local
La debilidad que ya arrastraba el mercado local de soja se acentuó tras la caída de los precios externos. “El panorama hoy fue desolador”, respondió a LA NACION una fuente del sector comercial desde Rosario y contó que desde los 327/330 dólares propuestos el jueves se pasó a ofertas de los compradores que “para negocios a remitir fueron de 315 dólares y para fijaciones, de hasta 320 dólares por tonelada”, ambos valores inferiores a los 340 dólares vigentes en el cierre de la semana anterior.
“En función de estos precios, que se fueron manejando desde temprano mientras Chicago se caía, no hubo lugar ni para intentar acercar las partes, porque directamente compradores y vendedores optaron por anticipar el fin de semana después de los primeros intercambios negativos”, dijo el operador.
Y añadió que hubo vendedores dispuestos a negociar soja “en 330 dólares por tonelada con entrega contractual y otros en 335 dólares para descargas entre julio y agosto, pero no hubo nadie dispuesto a convalidar esos pedidos desde la industria”.
Cabe agregar que los 320 dólares por tonelada propuestos para ponerle valor a contratos hechos bajo la modalidad “a fijar” implicaron 30.378 pesos, un valor que quedó debajo de los 31.295 pesos calculados por la Bolsa de Comercio de Rosario como FAS teórico –capacidad de pago– para la industria aceitera exportadora.
Las pizarras del Matba Rofex reflejaron pérdidas de US$7 y de 6,90 sobre los contratos julio y noviembre de la soja, cuyos ajustes resultaron de 336,50 y de 342,10 dólares por tonelada. En el balance de la semana estas posiciones resignaron un 2,7 y un 2,3% frente a los valores vigentes el viernes anterior, de 345,70 y de 350 dólares.
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