En el mercado de Chicago, un día suben los precios de los granos, pero al día siguiente bajan, para luego volver a subir. Esta gran volatilidad es el reflejo de la evolución de los pronósticos climáticos en Estados Unidos y de un balance muy ajustado en la oferta y la demanda de soja y de maíz en ese país.
“El Departamento de Agricultura de Estados Unidos proyecta una cosecha estadounidense de 380 millones de toneladas para el maíz y de 120 millones para la soja de la campaña 2021/2022, que son producciones altas pero aun así el balance proyectado entre la producción y el consumo resulta muy ajustado”, explica Carlos Pouiller, analista de mercados de AZ-Group.
El clima no viene acompañando, sobre todo en el medio oeste de Estados Unidos, lo que genera dudas de que se puedan alcanzar las producciones estimadas por el organismo. La evolución de los precios mostró un pico a principios de mayo, luego cayeron US$40-50 por tonelada porque avanzaron aceleradamente las siembras, pero en estos días el mercado se volvió a calentar porque los fondos especulativos ya avizoran posibilidades de rindes menores y porque retomaron una posición compradora, lo que acentúa la tendencia alcista del mercado.
Dos factores se suman al combo alcista, según Pouiller. La safrinha brasileña está muy afectada por la falta de humedad: se estimaba una cosecha de maíz de 112 millones de toneladas y las últimas proyecciones la ubican en 95/100 millones. Por otro lado, no cede la demanda china, que agregó enormes compras de maíz estadounidense a sus tradicionales importaciones de soja. Como resultado de los comportamientos descriptos se prevé que Estados Unidos tendrá que importar soja de Brasil, y éste, ya adquirió maíz argentino. Es decir, hay un cuadro muy favorable para los precios del maíz y de la soja, basado en fundamentals sanos: la demanda por estos granos no afloja y las cosechas del principal país productor y exportador de maíz, y segundo de soja, están en duda.
En el plano interno, los productores de maíz y de soja deberían aprovechar estos precios históricamente altos de la campaña actual y comenzar a vender la campaña nueva. “Quien ya ha concretado un nivel de ventas importante podría asegurarse los precios del resto con la compra de puts o concretando un piso-techo, que reduce el costo de la prima. Ambas opciones dan la posibilidad de capturar eventuales subas futuras de precios”, aconseja Pouiller.
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