Con una camioneta y un acoplado, y tras romper un silobolsa, al productor Guillermo Eugenio Bacaloni le sacaron 10 toneladas del grano almacenado
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SANTA FE.- Los silobolsas continúan bajo ataque en las zonas rurales. El último de los hechos se registró el viernes pasado en Teodelina, departamento General López, 376 kilómetros al sur de esta capital. Según presume el titular de un lote con soja ya cosechada, un grupo de delincuentes ingresó ese día, en horas de la madrugada, con una camioneta y un acoplado, rompieron el acceso a un silobolsa y cargaron cerca de 10 toneladas de soja de la última campaña.
“Estimativamente, según los precios de pizarra actuales, el monto del robo estaría en el orden de los 500.000 a 600.000 pesos. “A esa cifra tenemos que sumarle los gastos complementarios que esto ocasiona”, admitió ante LA NACION el productor Guillermo Eugenio Bacaloni, radicado en Villa Cañás pero arrendatario del lote donde se registró el hecho.
Pero ese no fue el único caso de robo de soja. “Según los comentarios que recibí el fin de semana, a unos 20 kilómetros a la redonda donde se produjo el robo al silobolsa de mi empresa, hubo otros hechos similares”, añadió.
El productor, gerente de la firma Bacaloni Agro, que desarrolla sus actividades desde hace 40 años desde Villa Cañás, agregó que “en los otros casos que se conocen, los ladrones ingresaron directamente con camiones cargaron y se llevaron la soja”.
El campo asaltado se encuentra a unos 6 kilómetros de Teodelina y a 20 de Villa Cañás. “Donde ingresaron es un lote chico, porque aquí es lo que hay. Son lotes de 40 y hasta 70 hectáreas. Otras veces entraron y robaron en otros lotes de la zona de Santa Isabel. Esto pasa pero lamentablemente para nuestros intereses, no podemos acusar a nadie, simplemente porque no sabemos”, apuntó.
Cuando este diario lo consultó sobre si existe alguna pista que pueda orientar la investigación, fue terminante: “Si se atreven a contratar una camioneta y un carro, o en otros casos camiones, para ingresar a los campos a robar granos, es porque tienen quiénes se los compra. Es cierto que no se puede acusar a nadie, pero acá hay mucha gente metida en el negocio. Repito: si alguien roba soja porque la va a vender, es porque sabe que tiene comprador”, insistió.
Y añadió: “Creo que todos se darán cuenta que los que roban la soja no van a ir a una cooperativa a venderla. Eso puede resultarles muy complicado porque en la cooperativa se enteran rápido que hay granos en venta que son robados. Y cuidado, también puede ser que algún productor esté metido en esa cadena y compre para luego vender. En esto no se sabe cómo pero a veces sí se sabe por qué”, sostuvo Bacaloni.
Almacenada
Más adelante, sostuvo que “es la primera vez que nos ocurre este tipo de robo. Nunca dejamos la soja ensilada. Pero esta vez, con el tema del paro de los transportistas, tomamos nuestras previsiones”, agregó.
Luego, el productor fue consultado sobre la forma en que actúan las autoridades policiales ante estos casos. “Nosotros hicimos la denuncia. Pero no confiamos que la causa avance porque es muy difícil cuando no se tienen otras pruebas más que el silo roto o la soja que falta”, explicó.
Y fue terminante sobre el futuro de la actividad (ensilaje). “Vamos a tratar de sacar todo lo que tenemos acopiado en silobolsas. Sinceramente, no queremos renegar más. Esto se está poniendo muy riesgoso”, alertó.
Sobre la forma en que se podrían encarar medidas de seguridad, Bacaloni consideró que “hay que colocar cámaras (de video) en las rutas de accesos y caminos que llevan hasta los campos. Ese sistema, que en algunos lugares de la provincia ya se están armando, también podría implementarse en el sur de Santa Fe. Es que los productores sabemos el costo de producir y el daño que nos provoca que un grupo de delincuentes llegue en camioneta o camiones, rompa el silobolsa y cargue la soja que quiere. Así no se puede seguir”, remarcó.
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