La posición julio del cereal sumó US$19,48 y cerró con un valor de US$401,61; se aleja la chance de generar corredores seguros para la salida de granos ucranianos por vía marítima
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Bombas rusas sobre la terminal portuaria ucrania de Nikolaev, relevante para el despacho de granos, entre otros productos, barrieron con una diplomacia artesanal que desde Turquía procuraba acuerdos para generar corredores seguros para la salida de buques desde puertos de Ucrania sobre el Mar Negro, con el objetivo de evacuar los cereales retenidos desde el inicio de la guerra. Y como correlato de la nueva acción bélica, las mismas pizarras de la Bolsa de Chicago, que la semana pasada reflejaron una caída acumulada del 10% para las cotizaciones del trigo, hoy mostraron un repunte del 5,1 por ciento.
En efecto, al cierre de las operaciones las posiciones julio y septiembre del trigo sumaron US$19,48 y 19,38 al quedar con ajustes de 401,61 y de 405,83 dólares por tonelada. En Kansas estos mismos contratos subieron US$18 y 17,82, tras finalizar la jornada con valores de 429,90 y de 432,38 dólares. Así como fueron protagonistas en las bajas, hoy los fondos de inversión volvieron al centro de la escena, pero como compradores de contratos, en función de la especulación con la imposibilidad de que se logren acuerdos para sacar el trigo retenido en Ucrania.
Para el gobierno de Volodimir Zelenski, el hecho de que el nuevo ataque ruso incluyera infraestructura vital para la salida de granos desde Ucrania reforzó la decisión de negar el retiro de las minas marítimas que mantienen alejados de los puertos a los buques de guerra de Rusia. Remover esas “defensas” –razonan en Kiev– hoy sería una vía libre para el ataque de un puerto clave como Odesa. Vale recordar que esa era una de las exigencias del Kremlin para facilitar los corredores seguros que propone Turquía sobre el Mar Negro, además del levantamiento de algunas de las sanciones que le fueron impuestas en los últimos meses.
En este nuevo escenario, con combates que recrudecen y con una confianza inexistente en la palabra del enemigo, se dará el miércoles la visita del ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, a Ankara, donde junto con su par turco, Mevlut Cavusoglu, analizará las chances de generar corredores seguros para los buques graneleros que deberían transportar el grano de Ucrania hacia mercados en el norte de África, Medio Oriente y hacia países del sudeste asiático.
“Actualmente están bloqueados entre 20 y 25 millones de toneladas de cereales, pero este otoño esta cifra podría ascender a entre 70 y 75 millones de toneladas”, dijo hoy Zelenski. Cabe tener en cuenta que a principios del mes próximo debe comenzar en Ucrania la cosecha del trigo de invierno, mientras que desde septiembre se inicia la recolección de maíz, los granos que aportan el mayor volumen a la producción agrícola de ese país, que antes de la invasión rusa ocupaba el sexto lugar entre los proveedores de trigo y el cuarto de maíz.
Fuera de las noticias de la zona del Mar Negro, los precios del trigo también reaccionaron en modo alcista al granizo caído en amplias zonas agrícolas de Francia, el principal país productor y exportador del grano fino de la Unión Europea, que está a menos de un mes del inicio de la cosecha. Según la Federación Nacional de Agricultores franceses, granizo, fuertes vientos y lluvias torrenciales causaron daños en cerca de 65 departamentos de Francia, afectando tanto al trigo como a cultivos frutales y a viñedos. “El daño es muy significativo, con algunas granjas que ven afectado el 100% de su cosecha”, dijo la entidad en un comunicado. Antes de este evento, estimadores privados calculaban la producción francesa de trigo entre 33 y 35 millones de toneladas.
Como dato estacional bajista, ya está en marcha la cosecha de los trigos de invierno estadounidenses, que en esta campaña 2022/2023 deberían aportar cerca del 68% de la oferta total del cereal en ese país. Luego del cierre del mercado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos relevó hoy el progreso de la recolección sobre el 5% del área apta, por delante del 2% de 2021 para la misma fecha, pero atrás del 6% previsto en promedio por los privados, que manejaron un amplio rango factible de avance, de entre el 2 y el 15%. Además, el organismo ponderó el 30% de las plantas en estado bueno/excelente, arriba del 29% de la semana pasada, pero a mucha distancia del 50% vigente un año atrás. En cuanto al trigo de primavera, reportó su siembra sobre el 82% de la superficie prevista, en comparación con el 99% de 2021 y con el 97% promedio de las cuatro campañas precedentes.
Mercado local
El trigo argentino se sumó a la tónica alcista externa. Las pizarras del Matba Rofex reflejaron subas de US$4,50 y de 7,50 sobre los contratos julio y diciembre, cuyos ajustes fueron de 367 y de 332 dólares por tonelada. Durante la semana pasada estas posiciones habían perdido el 2 y el 8,2% de su valor, en línea con las bajas en el mercado estadounidense.
En el mercado físico el mayor movimiento se reflejó sobre el trigo de la próxima cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, con propuestas de los exportadores que crecieron de 327 a 335 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 328 a 335 dólares para Bahía Blanca, y de 320 a 325 dólares para Necochea.
Por el grano con entrega inmediata, buscado en pequeñas cantidades por los compradores para completar buques, las ofertas subieron de 360 a 368 dólares por tonelada para el Gran Rosario; de 360 a 365 dólares para Bahía Blanca, y de 340 a 342 dólares para Necochea.
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