El precio del trigo cayó un 10% en las últimas dos ruedas de negocios en la Bolsa de Chicago

El valor del trigo volvió a caer con fuerza en la Bolsa de Chicago y acumuló un descenso del 10% en solo dos ruedas de negocios. La chance latente de que se logre algún acuerdo para sacar de Ucrania los cereales retenidos desde el inicio de la guerra, sumada al arranque del ciclo de cosechas en el hemisferio norte y a la certeza de que hay granos suficientes para abastecer la demanda, prolongaron la liquidación de contratos iniciada el martes por los grandes fondos de inversión que dominan los movimientos en el mercado de referencia mundial para las materias primas agrícolas.

Con los US$17 perdidos ayer por la posición julio, tras cerrar con un ajuste de 382,59 dólares por tonelada, el trigo amplió el quebranto semanal a US$42,72 en la comparación con los 425,31 dólares del cierre del viernes pasado. Incluso tras estas bajas, el nivel de precio del cereal se mantiene entre los más altos históricos.

El día del trigo en el mercado comenzó con leves subas, en un movimiento técnico usual después de una caída tan pronunciada como la sucedida el martes. Sin embargo, el visto bueno de la Casa Blanca a las gestiones entabladas por Turquía para establecer corredores seguros para buques cargados con granos de Ucrania volvió a poner al cereal del lado bajista.

“Apoyamos firmemente los esfuerzos diplomáticos de nuestros aliados turcos para encontrar formas de facilitar la exportación de alimentos ucranianos, incluido el trigo”, dijo el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, en su conferencia de prensa diaria.

Todos saben que el camino a recorrer hasta que el primer barco zarpe de puertos de Ucrania cargado con granos es largo y sinuoso, pero el hecho de que se esté trazando un camino resulta suficiente para que los especuladores se adelanten a liquidar contratos y a retirar ganancias para no quedar expuestos al riesgo de que finalmente lo tantas veces anunciado ocurra.

Sin embargo, el suceso del día fue la súbita entrada de Egipto en el mercado para licitar la compra de trigo y la aparición de dieciséis ofertas para abastecer esa demanda, un número superior al usual y mayor al previsto por los operadores, justo cuando se venían escuchando análisis sobre el agotamiento de las existencias del grano fino. Entre los proveedores interesados en participar en la puja internacional hubo siete firmas de Francia, seis de Rumania y tres de Rusia, a las que luego se sumó otra de Bulgaria.

Tras negociar para que los oferentes redujeran los valores exigidos, la Autoridad General para el Abastecimiento de Productos Básicos (GASC, por sus siglas en inglés), que es el comprador estatal de granos de Egipto, adquirió en el cierre del día 465.000 toneladas de trigo. Ese volumen incluyó 240.000 toneladas de Rumania, 175.000 toneladas de Rusia y 50.000 toneladas de Bulgaria. Las ofertas de Francia, que eran las más numerosas, se quedaron afuera. Con flete incluido, estas operaciones se hicieron con un valor de 480 dólares por tonelada.

El 22 de febrero, dos días antes de la invasión rusa sobre Ucrania, Egipto licitó y compró trigo a 338,55 dólares por tonelada, es decir, un 41,8% más barato que ayer. En aquel caso fueron 120.000 toneladas de origen rumano.

“Como nos mostró la licitación egipcia, no falta trigo en el mundo. Solo hay una escasez de consumidores que quieran pagar el precio que se pide por él”, comentó a sus clientes tras el cierre de la rueda de Chicago Charlie Sernatinger, jefe global de Futuros de Granos de ED&M Man Capital Markets.

Cabe tener en cuenta que, según datos de Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, las existencias de trigo previstas para el cierre del ciclo agrícola 2021/2022 en la Unión Europea –ocurre a fines del presente mes– suman 13,61 millones de toneladas y resultan superiores a los 10,69 millones del cierre de la campaña 2020/2021.

En Estados Unidos ayer comenzó formalmente el ciclo comercial 2022/2023, con el arranque de la cosecha de invierno. Y según el USDA, la campaña 2021/2022, que contó con una cosecha de 44,79 millones de toneladas –la más baja desde la temporada 2002/2003– y con existencias iniciales de 23 millones de toneladas, dejó un remanente disponible de 17,82 millones de toneladas de trigo, en un país que tuvo un consumo interno total de 30,65 millones de toneladas.

Mercado local

Las pizarras del Matba Rofex mostraron ayer bajas de US$3,50 y 8,50 sobre las posiciones julio y diciembre del trigo, cuyos ajustes resultaron de 363 y de 335 dólares por tonelada. El contrato que marca la entrada de la cosecha argentina 2022/2023 acumuló una pérdida del 5,2% en lo que va de la semana frente a los 353,30 dólares del viernes pasado.

Como sucedió el martes, en la plaza física las bajas externas tuvieron su correlato sobre el trigo de la nueva cosecha, para las entregas entre diciembre y enero, con propuestas de los exportadores que retrocedieron de 345 a 335 dólares por tonelada para Bahía Blanca y de 330 a 325 dólares para el Gran Rosario y para Necochea. El viernes pasado las ofertas para estas terminales fueron de 358 y de 345 dólares por tonelada, respectivamente.

Por el trigo con entrega inmediata los exportadores volvieron a proponer 360 dólares por tonelada para el Gran Rosario, pero ajustaron los valores de 370 a 365 dólares para Bahía Blanca y de 345 a 340 dólares para Necochea.

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