El régimen especial incrementará el valor de lo que tendrán que pagar quienes arriendan, según advierten en sector; controversia por el impacto futuro para la comercialización
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El nuevo dólar soja, con un tipo de cambio a $230, podría generar una distorsión para aquellos productores que deban pagar alquileres en el mes de diciembre. Además, complicará la comercialización a futuro mientras surgen dudas sobre su impacto en la valuación del stock para el pago de Ganancias al cierre del año.
Según expresó a LA NACION Ángel Rossi, director de la Sociedad Rural Argentina (SRA), una de las “distorsiones” es que, como hay contratos de alquiler cuyas cuotas, por ejemplo, se fijan al valor de la mercadería disponible, al haber un tipo de cambio más alto esto impactará también en el compromiso a abonar. Para los contratos hay un amplio abanico de pago; muchos se fijan todo para su cancelación a cosecha o también en cuotas con el inicio de la campaña.
“El gran problema se genera con el precio de la pizarra, con este incremento temporal que lleva el dólar a $230″, señaló Rossi, que agregó: “Para el que tiene que pagar la cuota de diciembre, se le fija un valor que no es real, fijado para la soja que se vende y exporta”. Según remarcó, se trata de una situación “muy complicada” para quien arrienda, afectado además por la sequía que ya repercutió sobre el trigo y está demorando la siembra de soja y de maíz.
En la anterior edición del dólar soja, que fue en septiembre pasado con un cambio a $200, el Gobierno a través de la Secretaría de Agricultura emitió una resolución que exceptuó a los alquileres y a los insumos, como para la alimentación animal, del valor del dólar soja. Es decir, debía seguir a la cotización oficial anterior. Sin embargo, desde diversos sectores apuntaron que no se cumplió la normativa.
Por ahora no se conoció ninguna resolución que vuelva a contemplar esta situación. En el Gobierno, no obstante, interpretan que, al tratarse de una “prórroga” o restablecimiento del anterior régimen, ahora también “teóricamente” aplica el mismo régimen, es decir, que no deberían correr los alquileres al valor del dólar soja. “Teóricamente lo que se dijo antes [por el anterior tipo de cambio] se aplica a esto”, dijeron a este medio.
Sin embargo, hasta ahora no hay resolución al respecto y para Rossi este punto debe ser claro. “Esto se simplifica si sale una pizarra de alquiler en la Bolsa de Comercio de Rosario con el dólar oficial, pero hasta el momento no hay nada”, dijo.
Rossi agregó sobre la medida del Gobierno: “A esto no lo hacen para ayudar al productor. Los grandes beneficiados son los exportadores porque reciben a $230 y al darse vuelta no le van a pagar 230 a los productores; seguro menos, como la otra vez”.
El tema está bajo seguimiento en la SRA. “Lo estamos analizando desde una medida que no beneficia al productor, sino una necesidad puntual del Gobierno”, dijo Rossi. Señaló que la medida es un “manotazo”.
Este directivo también llamó la atención sobre otra “distorsión”. Según su visión, para quienes tengan stock de soja, “contablemente los contadores lo van a valuar al 31 de diciembre con este dólar”. Agregó: “Cuando cierren el balance, va a tener que pagar más por Ganancias, independientemente de que venda”.
Ganancias y comercialización
Respecto de este último tema, en la consultora AZ Group señalaron que el dólar soja de 230 pesos puede generar aumentos en el monto por pagar de impuesto a las Ganancias de los productores que vendan mercadería durante diciembre, “pero no tendrá efecto sobre los que conserven la soja como stock”.
Según el contador Juan Bartolomé, integrante de esa consultora, “la soja que no se venda durante el período de vigencia del Programa de Incremento Exportador se podrá valuar al dólar oficial para la liquidación del impuesto a las Ganancias porque el dólar soja no representa una condición normal de venta”.
Bartolomé aclaró que la ley del impuesto a las Ganancias establece que la valuación de estos inventarios debe hacerse según condiciones normales de venta, una situación que no se da con el dólar soja.
“El decreto 787/2022 establece que el dólar soja de 230 pesos es válido hasta el 30 de diciembre de 2022. Pero el productor que mantenga el stock hasta principios de enero o después, ya no podrá aprovechar ese dólar, sino que deberá hacer la valuación según el dólar oficial, que representa las condiciones normales de venta”, apuntó la consultora.
Por su parte, José Mondino, contador de la misma consultora, expresó: “Según la ley de impuesto a las ganancias, los cereales y oleaginosas con cotización conocida deben valuarse a la fecha de cierre de ejercicio al precio de plaza menos los gastos de venta”.
El decreto 787, que puso en marcha el dólar soja II, habla de que se trata de una condición “extraordinaria y transitoria” para la liquidación de divisas.
“Según este análisis, y bajo el argumento de que un tipo de cambio de $230 no se corresponde con condiciones normales de venta, podría interpretarse que el stock de soja al cierre del ejercicio fiscal debería valuarse a tipo de cambio de oficial”, indicó Mondino.
En tanto, para Matías Amorosi, gerente general de AZ Group, el dólar soja de 230 pesos condicionará el flujo comercial de la soja “hacia adelante”.
“Si ya hubo dos oportunidades para establecer un dólar diferencial, muchos van a esperar una tercera”, expresó Amorosi. Según se indicó, muchos productores se plantean: “¿Para qué vender anticipada la soja mayo de 2023 si se puede esperar que venga otro tipo de cambio diferencial y eso obligue a modificar todo?”
En esta línea, pensando en la soja disponible, “muchos productores van a cambiar las fijaciones por hacer con el producto”. En la firma indicaron: “Es muy probable que aumenten las entregas de mercadería a fijar precio o las ventas en dólares sin cerrar el tipo de cambio en pesos”.
“Todo esto va a generar alteraciones en la cadena comercial, como se vio en el anterior dólar soja, por el que se realizaron importantes ventas durante septiembre, que se derrumbaron posteriormente durante octubre y noviembre”, apuntó Amorosi.
“Muchos productores esperarán un nuevo dólar diferencial para ponerle precio en pesos a su mercadería”, precisaron en la consultora. Amorosi amplió: “Va a ser un tema importante para adelante y va a afectar a los productores y al Gobierno. El Banco Central va a recibir dólares de la soja en tanto y en cuanto establezca nuevas ediciones de tipos de cambio diferenciales”.
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