Criar logrando índices reproductivos del 98% de preñez, 92% de destete, recriar con ganancias diarias promedio de 1000 gramos por animal y engordar hasta un peso vivo final entorno a los 410 kilogramos es posible, incluso, en ambientes restrictivos y con precipitaciones por debajo de la media. Estos fueron los resultados del productor agropecuario Marcelo Passon en la localidad bonaerense de Florentino Ameghino, durante el ejercicio 2020 - 2021.
¿Cuál es la clave? Diversificar la oferta forrajera. Ahora bien, para poder entender este resultado, es importante, bajar algunos conceptos a tierra. Transformar un cultivo en kilogramos de carne por hectárea y con un resultado económico positivo es un proceso complejo y largo. Involucra una serie de decisiones en dónde el foco debe estar en minimizar las pérdidas. Comenzando por la primera gran decisión, ¿qué cultivo emplear y como se lo va a suministrar?
Con esta premisa, es que hace ya muchos años, el productor viene basando su oferta forrajera a partir de silaje de planta entera de sorgo y maíz. ¿Por qué estos dos cultivos? Ambos avanzaron en su mejoramiento genético para ofrecer hoy al mercado híbridos de alto potencial de rendimiento en grano, en kilogramos de materia seca, eventos tecnológicos para el control de malezas y manejo de plagas.
En el caso puntual del sorgo, además de calidad y rendimiento, nos brinda la estabilidad y rusticidad necesaria para afrontar altas temperaturas o déficits hídricos. Es decir, el sorgo ha demostrado tener un índice de transpiración bajo. Siendo este los kilogramos de agua requeridos para producir 1 kg de materia seca de la planta. De esta manera el sorgo requiere aproximadamente 140 kg de agua para producir 1 kg de materia seca, mientras que el maíz requiere 170 kg.agua/Kg.MS y el trigo 240 kg agua/Kg.MS.
A su vez, queremos destacar que es importante, a la hora de elegir el híbrido, tener en cuenta que la correcta elección del biotipo es fundamental ya que impacta en el resultado final. Por ejemplo, los requerimientos energéticos de un rodeo en recría y/o terminación demandan grano en la biomasa (almidón), por lo que biotipos que mejor se adecuan a esta necesidad son sorgos graníferos y/o doble propósito. Este último ofrece gran versatilidad de uso, desde cosechar directamente el grano, llevarlo a picado aportando fibra y grano a la dieta o hasta pastorearlo en diferido ante baches de oferta forrajera en otoño/invierno.
Por otro lado, biotipos como los forrajeros multicorte ofrecen una gran cantidad de raciones durante la primavera/verano, de excelente calidad, adecuándose perfectamente a los requerimientos de un rodeo de cría desde vaca seca/preñada, con ternero al pie y/o vaquillonas de, por ejemplo, 15 meses.
Dentro de un rodeo de cría, los requerimientos varían entre una categoría y otra, tomando entonces un papel fundamental, la altura de pastoreo y el manejo de módulos de pastoreo en sorgo forrajero. Pastoreos a 50-60 centímetros de altura han demostrado en reiterados ensayos adecuarse mejor a categorías selectivas de menor capacidad de consumo como pueden ser terneros en recría, novillos, vaquillonas o incluso una vaca lechera. Ensayos comparativos de rendimiento han demostrado que pasando de pastoreos a 60 cm a 110 cm casi se duplica la producción de kilogramos de materia seca por hectárea.
Esto es posible gracias a las tasas de crecimiento del sorgo que en condiciones adecuadas de temperatura, agua y radiación se vuelven exponenciales. Es por ello que pastoreos a 110 cm de altura son recomendados para categorías con alta capacidad de consumo y/o menor selectividad como pueden ser una vaca de cría con ternero al pie o vaca seca/preñada.
El sorgo forrajero continúa siendo uno de los más conocidos y populares cultivos forrajeros anuales de verano. Su gran capacidad de producir alimento en una amplia gama de ambientes lo vuelven un recurso forrajero ideal para sistemas mixtos. A su vez, este biotipo continúa adoptando nuevas tecnologías como es el caso de los sorgos forrajeros igrowth resistentes a herbicidas de la familia de las imidazolinonas.
El productor podrá aplicar los herbicidas registrados para sorgos igrowth en preemergencia del cultivo logrando un lote limpio de malezas a lo largo de los sucesivos pastoreos. Esto acorta enormemente la brecha de rendimiento en sorgos forrajeros, logrando una mayor cantidad de raciones por hectárea.
En resumen, logrando complementar cultivos como maíz y sorgo, buscando ser cuidadosos en la elección del biotipo e híbrido indicado para los requerimientos de cada categoría animal, se pueden alcanzar altos niveles de producción, tanto en grano como en performance animal. Ambos cultivos aportan cantidad y calidad de alimento, con la ventaja de la rusticidad del sorgo ante condiciones limitantes de agua, y esto quedó comprobado una vez en el establecimiento “Los Girasoles”, en Florentino Ameghino.
El autor es ingeniero agrónomo y Responsable de Contenido de Advanta
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