La soja, el maíz y el trigo se negociaron con pérdidas de entre el 3 y el 6 por ciento en Chicago; las mermas, que también afectaron al mercado local, no implican un cambio en los fundamentos agrícolas
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La formación diaria del valor de los granos en Chicago no está circunscrita a lo que pasa con la oferta y la demanda. Esas variables que los operadores denominan “fundamentos” marcan una tendencia y generalmente orientan los movimientos de la plaza. Sin embargo, en ocasiones, la influencia de stocks ajustados o de compradores urgidos por sumar materia prima puede ser puesta en pausa para ceder su protagonismo a actores ajenos al sector agropecuario, pero necesarios para generar liquidez en el mercado de futuros y opciones: los fondos de inversión, entidades financieras que “apuestan” miles de millones de dólares en sectores muy diversos y que tienen lógicas de acción propias que quedan expuestas cuando súbitamente deciden entrar o salir de un mercado particular. Cuando ingresan se visten de héroes, porque contribuyen en forma determinante a elevar los precios, pero cuando salen son señalados como villanos porque provocan derrumbes que nadie anticipa, como los que sucedieron hoy en la Bolsa estadounidense, donde la soja, el maíz y el trigo cerraron la jornada con bajas de entre el 3 y el 6 por ciento.
Para la soja, que hasta ayer lucía encaminada para encontrarse con su récord histórico por la ajustada relación entre la oferta y la demanda –vigente y futura– en Estados Unidos, las pizarras reflejaron bajas de US$17,73 y de 21,50 sobre los contratos mayo y julio, cuyos ajustes resultaron de 592,40 y de 582,02 dólares por tonelada. La posición noviembre, que marca la entrada de la nueva cosecha en el circuito comercial, retrocedió US$17,36 y terminó la rueda con un valor de 513,13 dólares.
Cabe tener en cuenta que en la vorágine que generan los fondos en sus movimientos los mercados quiebran determinados parámetros técnicos que disparan de manera automática órdenes de venta, como hoy, o de compra, que exacerban la tendencia de los precios.
En el caso del maíz, que bajó por segunda rueda consecutiva, los contratos mayo y julio descendieron hoy US$15,16 y 15,75, al cerrar con ajustes de 283,06 y de 265,64 dólares por tonelada. La posición septiembre, que marca la entrada de la nueva cosecha estadounidense, resignó US$15,16 y quedó con un valor de 229,52 dólares.
El trigo no fue exceptuado de la tendencia bajista. La posición julio en Chicago y en Kansas cayó US$10,38 y 12,13, en tanto que su valor de ajuste fue de 257,76 y de 241,68 dólares por tonelada, respectivamente.
Fuentes privadas calcularon que durante la jornada los grandes fondos de inversión liquidaron unos 80.000 contratos de maíz, equivalentes a poco más de 10 millones de toneladas; 25.000 contratos de soja, que representan 3,4 millones de toneladas de la oleaginosa, y 18.000 contratos de trigo, por casi 2,45 millones de toneladas.
Movimientos súbitos como los ocurridos hoy son los que tienen en cuenta los especialistas cuando recomiendan a los productores el diseño de estrategias comerciales que en medio de una tendencia alcista permitan poner pisos de precios altos y dejar abierta la posibilidad de usufructuar alzas mayores. Ese tipo de estrategias en los mercados de futuros y opciones minimizan la exposición al riesgo que conllevan, por ejemplo, los fondos de inversión.
Las razones por las que los fondos pueden liquidar contratos de granos y retirar ganancias son de lo más diversas, pueden responder, como ayer, al cimbronazo que generó en el mercado financiero y bursátil el dato de inflación en Estados Unidos mayor al previsto por el mercado, que obligó a los inversores a cubrir el rojo en Wall Street, o puede deberse al interés por diversificar carteras de inversión y a apostar por otras materias primas, títulos, bonos o por aquello que les sirva de refugio o que les garantice retornos rápidos, según el tipo de fondo del que se trate. De igual modo, tras una liquidación de contratos como la vista hoy, mañana pueden hacer borrón y cuenta nueva para volver a ingresar con dinero fresco en el mismo mercado.
Factores propios
Pero hoy también hubo algunos factores propios del mercado agrícola que, si se quiere, podrían valerles de excusa a los fondos para la liquidación de contratos. En efecto, los pronósticos meteorológicos para los próximos 6 a 14 días auguran lluvias mayores a los registros usuales sobre buena parte del medio oeste, la zona núcleo para la producción de granos gruesos de Estados Unidos. Si esos augurios se cumplen, sobre todo en el oeste de Iowa y en el este de Illinois, mejorarían la condición de suelos que actualmente padecen déficit de humedad para el cierre de las siembras de maíz y de soja, y favorecerían la emergencia de las plantas.
También hay anuncios de lluvias sobre el centro y el sur de las grandes planicies estadounidenses, donde se concentran las variedades de trigo de invierno que aportan entre el 70 y el 75 por ciento de la oferta total del grano fino, que actualmente se encuentra espigando y que entrará en el período de cosecha en aproximadamente 20 días.
Otro factor bajista relacionado con la logística exportadora estadounidense se generó en el río Mississippi, vía fluvial vital para el tránsito de barcazas con granos hacia el Golfo de México. Ocurre que hoy quedó interrumpido el tráfico por una fisura descubierta en la estructura de uno de los puentes –el Hernando de Soto, que une West Memphis, en Arkansas, con Memphis, en Tennessee– que surcan el río y que implicaba un riesgo de colapso para la estructura de metal. Según informó el USDA, desde principios del mes actual hay unas 438 barcazas desplazándose hacia el Golfo y cientos de ellas se verán afectadas por el cierre del tráfico.
El tiempo que lleve reparar la falla estructural del puente y garantizar la seguridad de quienes lo transitan y de quienes pasan debajo de él determinará el perjuicio económico, el riesgo de incumplimiento de los plazos de embarques y su consecuencia sobre los precios en Chicago.
Más allá de las ventas de los fondos y de los factores descriptos, la fortaleza estructural del mercado, particularmente el de la soja, no está en discusión. Las existencias finales estadounidenses previstas ayer por el USDA se ubican en niveles históricamente bajos, tanto para la actual campaña como para el ciclo 2021/2022. Además, China continúa con un programa de importaciones muy agresivo, que primero contribuyó a agotar el saldo exportable de EE.UU. y que ahora carga contra las existencias brasileñas.
En cuanto al maíz, Estados Unidos no tiene mucho para ofrecer hasta que ingrese su nueva cosecha, en septiembre, y Brasil padece una sequía que cada día que pasa sin lluvias achica más el volumen de su producción. Ayer el USDA redujo su cálculo de 109 a 102 millones de toneladas, pero ya hay privados que la ubican en torno de los 95,50 millones de toneladas. Brasil disputa todos los años con la Argentina el segundo escalón del podio de mayores exportadores de maíz.
El trigo es el producto que cuenta con menores fundamentos alcistas propios, dado que el mercado está en la cuenta regresiva para el inicio de la cosecha en el hemisferio norte y el clima está favoreciendo los cultivos en Europa y, en particular, en Rusia, el principal exportador mundial del grano fino.
Hoy la consultora SovEcon elevó de 80,70 a 81,70 millones de toneladas su estimación sobre el volumen de la producción rusa de trigo. Al respecto, Andrey Sizov, director de la firma, explicó que “el clima en las últimas semanas resultó favorable para el potencial de la nueva cosecha de trigo y hoy vemos buenas reservas de humedad en casi todas las regiones productoras de trigo en el país, luego de atravesar condiciones muy desafiantes para los cultivos en el invierno y en el otoño”.
Mercado local
La caída de los precios externos tuvo su correlato doméstico. En el mercado de soja las fábricas redujeron hoy de 370 a 360 dólares por tonelada su propuesta para la zona del Gran Rosario, en una plaza en la que sigue muy activa la fijación de valores para contratos con entregas ya acordadas. La misma caída de 10 dólares se evidenció para las ofertas por grano con descarga en junio.
En el Matba Rofex las posiciones mayo y julio de la soja retrocedieron US$16 y 11,70, luego de terminar la jornada con ajustes de 355 y de 364,50 dólares por tonelada.
Por tonelada de maíz con entrega inmediata la Bolsa de Comercio de Rosario indicó que los exportadores ofrecieron 220 dólares por tonelada, 15 dólares menos que ayer. En los puertos marítimos los compradores redujeron sus propuestas de 240 a 230 dólares para Bahía Blanca y de 245 a 230 dólares para Necochea.
Las pizarras del Matba Rofex mostraron bajas de US$9,50 y de 9,20 sobre los contratos julio y septiembre del maíz, cuyos ajustes fueron de 226,50 y de 227 dólares por tonelada.
Acerca del trigo, el grano de la nueva cosecha se mantuvo estable, dado que los compradores ofrecieron 220 dólares por tonelada para Bahía Blanca y 215 dólares para el Gran Rosario y para Necochea.
En el Matba Rofex los contratos julio y diciembre resignaron US$4 y 4,90, al terminar la jornada con ajustes de 231 y de 220,10 dólares por tonelada
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