La Oficina de Competencia del gobierno canadiense advirtió por los eventuales riesgos del acuerdo en el mercado de granos; la aprobación tiene otras instancias y las empresas dijeron que están dispuestas a dar más información para continuar con el proceso
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El acuerdo de fusión entre Viterra y Bunge, dos gigantes del comercio mundial de granos, se encontró un escollo en Canadá por objeciones de la Oficina de Competencia del gobierno que, en un informe conocido hoy, encontró “efectos anticompetitivos sustanciales en los mercados agrícolas” que podría eliminar la rivalidad de las dos empresas en diferentes segmentos.
Sin embargo, ambas compañías respondieron en un comunicado que las preocupaciones del organismo estatal canadiense estaban “fuera de lugar” y que esperaban la aprobación regulatoria tras la entrega de más información.
Bunge y Viterra habían anunciado en junio del pasado un acuerdo de entendimiento por unos US$18.000 millones que podía extenderse a US$22.000 millones mediante el intercambio de acciones, deudas asumidas y pagos en efectivo. Así, se disponían a crear una empresa por valor de US$34.000 millones con una escala similar a otros grupos del procesamiento y del comercio de granos como Cargill o Archer Daniels Midland (ADM). Pese a la objeción, ambas compañías se proponen cerrar la fusión.
Según informó el sitio web Progressive Farmer, el informe de la oficina regulatoria canadiense se enviará al Ministerio de Transporte que, a su vez, hará una nueva evaluación. A fin de año, el gobierno canadiense tomará una decisión final sobre si se permite la fusión dentro del país o si se le imponen condiciones específicas.
De acuerdo con la publicación especializada, entidades de productores agrícolas de la provincia de Saskatchewan pidieron una “supervisión rigurosa” del acuerdo Bunge-Viterra en referencia a la competencia en el comercio de granos.
El gobierno canadiense citó como un inconveniente para aprobar la fusión en el hecho de que Bunge ya posee una participación minoritaria del 25% en otra compañía cerealera en el país, G3, que tiene “importantes activos de elevadores de granos y terminales en Canadá”.
El organismo expresó que “es probable que Bunge pueda influir materialmente en G3 a través de su interés minoritario, y la capacidad de la entidad combinada Bunge-Viterra para acceder a la información confidencial de G3 e influir en su comportamiento económico”.
El segundo punto cuestionado de la fusión es que se generaría una menor competencia por las compras de canola entre Bunge y Viterra en el oeste de Canadá, así como una menor competencia entre G3 y Viterra. Ambas compañías son los dos mayores compradores de canola. Bunge ya opera la mayor cantidad de instalaciones de molienda de semillas oleaginosas en Canadá, en tanto que Viterra tiene dos instalaciones de molienda y varios elevadores de granos en la misma región. “Combinadas, representarían siete de las 14 instalaciones de molienda de semillas oleaginosas”, informó Progressive Farmer.
Sin embargo, en el comunicado, ambas compañías expresaron: “Creemos que las preocupaciones señaladas están fuera de lugar y esperamos trabajar con el Ministerio de Transporte de Canadá y la Oficina de Competencia para proporcionar más información sobre estos puntos”.
Además, informaron que el proceso regulatorio estaba avanzando y que la fusión podía generar beneficios a Canadá. “Estos incluirán cadenas de suministro más sólidas en mercados globales inciertos, manteniendo el liderazgo canadiense en agricultura y alimentación al aumentar la capacidad de inversión y empleando a miles de canadienses en trabajos bien remunerados”, sostuvieron.
En la Argentina, Viterra fue el tercer exportador -detrás de Cargill y la china Cofco- con 14,4 millones de toneladas de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de distintos productos. En tanto, Bunge se posicionó en el cuarto lugar con 12,7 millones de toneladas, según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) de 2021.