El Gobierno busca que para 2027 haya 300.000 hectáreas adicionales de superficie bajo esta metodología
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Con el objetivo de promover el aprovechamiento foresto-ganadero, mediante el manejo sostenible de los bosques nativos, que contemplen el desarrollo de las actividades ganaderas y forestales, el Gobierno creó el “Plan Nacional para el Manejo de Bosques con Ganadería Integrada (MBGI)”. Para llevar adelante este programa, se creará un Comité Técnico Nacional (CTN) y Comités Técnicos Provinciales (CTP). Como mínimo, para 2027 deberá contar con 300.000 hectáreas adicionales de superficie bajo MBGI.
A través de la resolución conjunta 3, publicada en el Boletín Oficial y que lleva la firma de Juan Cabandié, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, y de Sergio Massa, ministro de Economía, busca “asegurar la preservación, conservación, recuperación y mejoramiento de la calidad de los recursos ambientales, tanto naturales como culturales, en la realización de las diferentes actividades antrópicas; prevenir los efectos nocivos o peligrosos que las actividades antrópicas generan sobre el ambiente para posibilitar la sustentabilidad ecológica, económica y social del desarrollo y promover cambios en los valores y conductas sociales que posibiliten el desarrollo sustentable”.
En este sentido, el plan tiene tres principios fundamentales: “La producción y la productividad del ecosistema deben mantenerse o mejorarse, así como también la integridad del ecosistema y sus servicios y el bienestar de las comunidades asociadas a su uso”.
El programa posee siete lineamientos nacionales, a saber: todo plan de MBGI se ajusta a los contenidos mínimos para Planes de Manejo Sostenible de Bosques Nativos (PMBGI); los PMBGI mantienen un área exclusiva de conservación de la biodiversidad, asegurando la conectividad; la preservación del acervo genético de las especies que ocupan el predio y resguardando la fauna asociada; todos los estratos que forman parte de la estructura vertical de un bosque constituyen elementos vitales en el funcionamiento del ecosistema y del sistema productivo.
Además, se destaca la funcionalidad del estrato arbustivo en el ciclo de nutrientes, aporte de forraje, protección de suelos y biodiversidad, ciclo del agua, fuente de productos no madereros y de alimento y resguardo de fauna, la organización de actividades incluye un plan de manejo forestal que permite conducir la estructura del bosque y monitorear su estado periódicamente.
También se menciona que el manejo ganadero explicitado en el plan de manejo integral debe adecuarse a las posibilidades reales del sistema, en un horizonte temporal que tenga en cuenta la variabilidad interanual de las condiciones ambientales. Los planes de MBGI deben contar con un sistema de prevención y control de incendios forestales y de pastizales asociados, así como de sequías prolongadas, que contemplen una acción específica de ataque temprano, como medio para prevenir o controlar el impacto de los mismos sobre el sistema. Y los planes de MBGI deben contar con un diseño apropiado de aguadas para lograr un uso productivo eficiente sin perjuicio del funcionamiento del bosque.
La normativa surge como “una estrategia político-técnico que permite establecer acuerdos intersectoriales de articulación de herramientas técnico-financieras y que permitirá optimizar los recursos del Estado y la aplicación de los lineamientos por parte de las provincias y los productores”.
Entre sus objetivos estratégicos están el de contribuir al uso sustentable de los bosques nativos como una herramienta de desarrollo frente al cambio de uso del suelo y de lucha contra el cambio climático; generar fuentes de trabajo, promoviendo el uso sustentable de los bosques nativos; desarrollar estrategias de comercialización de los productos provenientes del MBGI; fomentar las inversiones y la innovación tecnológica en el sector foresto-ganadero; difundir, capacitar, promover y concientizar sobre el MBGI a las diferentes instituciones del Estado y actores involucrados en el sector y; promover la articulación financiera de los organismos nacionales al funcionamiento del programa.
Para esto, se deberá adecuar la normativa de las 23 provincias al MBGI, tendiente a cambiar el uso ganadero de monte nativo a MBGI, contar con 300.000 hectáreas adicionales de superficie bajo MBGI para el 2027 como mínimo, promover la participación de las productoras ganaderas bajo los esquemas de MBGI, en al menos tres provincias, robustecer el Sistema de Monitoreo de Planes MBGI, contemplando diferentes escalas espaciales de análisis e integrarlo al Sistema Nacional de Monitoreo de Bosques Nativos, consolidar la articulación interinstitucional e interjurisdiccional convocando a una reunión anual entre el Comité Técnico Nacional y los Comités Técnicos Provinciales y, desarrollar estrategias la comercialización de productos MBGI. Según se detalla, en 2019 existían más de 600.000 hectáreas con uso silvopastoril en más de 500 planes que recibieron fondos de la ley 26.331 (ley de bosques nativos).
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