Tras las dos primeras ruedas de la semana la posición diciembre del forrajero recuperó un 2,91% de su valor, al pasar de 159,34 a 163,97 dólares por tonelada, y el contrato noviembre de la oleaginosa, un 2,24%, tras variar de 356,41 a 364,41 dólares
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El peso del rápido avance de la cosecha de granos gruesos en Estados Unidos, que dejará un volumen récord de soja y la segunda mayor marca histórica de maíz, hizo mella en los precios de ambos productos en la Bolsa de Chicago. Sin embargo, ahora, esa debilidad resulta uno de los principales fundamentos alcistas para ensayar una reconstrucción paulatina de las cotizaciones, en función del interés manifestado por algunos compradores, que parecen dispuestos a no dejar pasar la ocasión para comprar barato.
Luego de completar el viernes su segunda semana bajista seguida, las pizarras del mercado estadounidense reflejaron hoy subas de US$2,76 y de 2,36 sobre los contratos diciembre y marzo del maíz, cuyos ajustes fueron de 163,97 y de 168,99 dólares por tonelada. En lo que va de la semana estas posiciones mejoraron un 2,91 y un 2,45% en la comparación con los valores vigentes el viernes, de 159,34 y de 164,95 dólares por tonelada.
Entre el miércoles pasado y hoy, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) confirmó nuevas ventas de maíz a México, por 2.350.486 toneladas, de ellas, 1771.366 toneladas de la actual campaña y el resto del ciclo 2025/2026; a destinos desconocidos, por 756.192 toneladas, y a Corea del Sur, por 130.000 toneladas. Parte de estas operaciones impactarán el jueves en el reporte semanal de exportaciones que publica el organismo.
Para cumplir con la meta de exportaciones 2024/2025 fijada por el USDA en 59,06 millones de toneladas, el promedio semanal de las ventas estadounidenses de maíz debe rondar los 1,40 millones de toneladas.
En cuanto a la soja, que el viernes completó la tercera semana bajista seguida, hoy los contratos noviembre y enero subieron en Chicago US$3,95 y terminaron la rueda con ajustes de 364,41 y de 367,62 dólares por tonelada. En lo que va de la semana estas posiciones repuntaron un 2,24 y un 1,81% respecto de los precios vigentes al cierre del viernes último, de 356,41 y de 361,10 dólares por tonelada.
Por la atracción de los precios bajos, entre el martes pasado y hoy el USDA confirmó nuevas ventas externas de soja estadounidense a destinos desconocidos, por 847.800 toneladas, y a China, por 131.000 toneladas. Para cumplir con el objetivo oficial de exportaciones de soja 2024/2025, actualmente calculado en 50,35 millones de toneladas, el promedio semanal debe rondar las 968.000 toneladas.
Cabe tener en cuenta que en sus confirmaciones diarias el USDA debe informar toda venta que iguale o exceda las 100.000 toneladas –la única excepción es el aceite de soja, que se reporta cuando iguala o excede las 20.000 toneladas–, de manera que el volumen total general que se publica los jueves en el trabajo semanal de exportaciones suele exceder la suma de estos partes, salvo en las ocasiones en las que se reportan cancelaciones.
Para el caso de la soja ayer hubo otro dato que le confirmó al mercado la intención de los compradores por hacerse lo más pronto posible del grano estadounidense. En efecto, en el reporte semanal de inspección de embarques el USDA relevó despachos por 2.433.530 toneladas, un volumen que superó las 1.907.464 toneladas del informe anterior y que quedó en la parte alta del rango calculado por los privados, que fue de 1,20 a 2,85 millones de toneladas.
Sobre este último hecho, los operadores ven una urgencia de la demanda de China por “poner a buen resguardo” toda la soja que vayan adquiriendo en EE.UU. para evitar sorpresas si en dos semanas Donald Trump triunfa sobre Kamala Harris en las elecciones presidenciales estadounidenses. Ocurre que un retorno del magnate a la Casa Blanca es para el mercado agrícola sinónimo de “guerra comercial” con el principal importador mundial de la oleaginosa. En el interés de los especuladores, este será un tema obligado en el análisis diario para la formación de los precios en Chicago.
Buen clima para las tareas de campo
Mientras tanto, imponiéndoles un límite a las mejoras de las cotizaciones, las cosechadoras siguen trajinando los campos estadounidenses sin contratiempos, gracias a condiciones ambientales óptimas para las tareas rurales. Ayer el USDA relevó en su informe semanal sobre cultivos el avance de la recolección de soja y de maíz sobre el 81 y sobre el 65% de las respectivas áreas aptas, por delante del 72 y del 55% de igual momento del año anterior.
Y en Brasil, el retorno de las lluvias al centro del país comenzó a agilizar la siembra de soja 2024/2025 que, igualmente, todavía debe revertir la demora generada por el déficit de humedad provocado por más de tres meses de sequía en algunas de las regiones productoras más importantes. Al respecto, en su trabajo semanal la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), dependiente del Ministerio de Desarrollo Agrario brasileño, relevó ayer el progreso de la implantación de la oleaginosa sobre el 17,6% de un área estimada en 47,33 millones de hectáreas, frente al 9,1% de la semana anterior y al 28,4% de igual momento de 2023.
En el detalle del reporte de la Conab, Paraná sigue encabezando la siembra de soja brasileña, con el 41% de la superficie cubierta, seguido por San Pablo, con el 40%, y por Mato Grosso do Sul, con el 35%. En Mato Grosso, más allá de que las labores lograron un avance semanal de 13,3 puntos porcentuales, el 21,1% cubierto sigue lejos del 51,5% de igual fecha del año anterior. Los operadores esperan que la continuidad de las precipitaciones en los próximos días siga contribuyendo a normalizar el ritmo de siembra en lo que resta de octubre.
De lo antedicho no solo depende la suerte o desgracia de la soja, sino, también, del cultivo que debe entrar en los campos tras su cosecha: el maíz de la safrinha que, según lo proyectado por la Conab, deberá responder por el 79% de la oferta total del forrajero –94,63 millones de toneladas, sobre un total de 119,74 millones– en la campaña 2024/2025.
Mercado local con altibajos
En la espera de más y mejores lluvias para apuntalar la siembra, los precios del maíz argentino en el Matba Rofex cerraron con altibajos, dado que mientras la posición diciembre sumó US$3,10, al pasar de 186,50 a 189,60 dólares por tonelada, el contrato abril, coincidente con el ingreso de la cosecha 2024/2025 en el circuito comercial, bajó US$0,50, tras variar de 183,50 a 183 dólares.
En la plaza física las propuestas de los exportadores por el maíz con entrega inmediata crecieron de 180.000 a 182.000 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario; de 182.000 a 185.000 pesos para Bahía Blanca, y de 175.000 a 180.000 pesos para Necochea.
La Secretaría de Agricultura de la Nación elevó hoy de 210 a 212 dólares por tonelada el valor FOB del maíz en los puertos argentinos para embarques entre octubre y febrero, y de 202 a 203 dólares para los despachos entre marzo y septiembre.
Respecto de la soja, las posiciones noviembre y enero en el Matba Rofex retrocedieron US$1,50 y 1,30, luego de que sus ajustes pasaron de 318,50 a 317 y de 316,50 a 315,20 dólares por tonelada. En el mercado disponible las ofertas abiertas de las fábricas por grano con entrega inmediata y por las fijaciones se mantuvieron estables, en 310.000 pesos por tonelada.
En su reporte diario, la Secretaría de Agricultura de la Nación elevó hoy de 410 a 414 dólares por tonelada el valor FOB de la soja en los puertos argentinos y de 1078 a 1112 dólares el precio de exportación del aceite de soja. En cambio, redujo de 365 a 362 dólares la cotización de la harina de soja.
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