En una zona susceptible a la erosión hídrica, la estancia Centella, de La Biznaga SA, tiene un proyecto para alcanzar 20.000 hectáreas sistematizadas con terrazas; ya logró desarrollar más de 7500 hectáreas
CONCEPCION DEL URUGUAY.- Lleva adelante una batalla contra la erosión, contra la crudeza de la pérdida de toneladas de suelos y también representa una batalla por la búsqueda de una producción sustentable en el tiempo en una zona difícil -antes más ganadera- de este rincón de Entre Ríos, apostando a mejores rindes y márgenes.
Enclavada a unos 250 kilómetros de Buenos Aires, en una zona del este entrerriano donde se combinan varios factores que ponen en primer plano la susceptibilidad a la erosión -baja permeabilidad de los suelos en su mayoría vertisoles (de 1100/1200 mm se va el 45%), alta torrencialidad de las lluvias, relieves y pendientes de ángulo mediano (con un promedio de 2,5 por ciento y máximos del 4,5%), pero largas-, Estancia Centella, de La Biznaga SA (Grupo Ledesma), tiene un proyecto que libra esas batallas que apuntan a la sustentabilidad: la sistematización con terrazas en 20.000 hectáreas para sus actividades agrícolas y ganaderas.
Se trata de un desafío no menor en medio de esas condiciones difíciles para producir por la amenaza constante de la erosión. En verdad, el 90% de la superficie agrícola (alrededor de 1,8 millones de hectáreas) de la provincia de Entre Ríos es susceptible de erosión, y ya hay 500.000 hectáreas con daños severos.
La sistematización de tierras con terrazas y canales colectores consiste en el acortamiento de la longitud de la pendiente mediante la construcción de canales (terrazas) que conducen el agua excedente fuera del lote en forma no erosiva, según explicó Mariano Saluzzio, especialista en manejo y conservación de suelos y "terrazista".
En síntesis, se baja la velocidad de salida del agua, mejora la infiltración y se reducen pérdidas por evaporación. En este campo cada terraza está a un promedio de unos 60 metros. "Las terrazas están hechas para soportar las lluvias más intensas de los últimos diez años con suelos saturados de agua y sin cobertura", subrayó Saluzzio, que además de asesor se desempeña en la Universidad Nacional de Entre Ríos.
Como dato sobresaliente, aquí ya se avanzó a 7500 ha con terrazas sembrables. Se calcula que en todo Entre Ríos hay entre 200.000 y 250.000ha con terrazas, pero sólo entre el 10 y el 15% es con terrazas cultivables, como es el caso de la estancia Centella.
Sin duda, aquí los movilizó la necesidad de parar la pérdida de suelos. "Ya en 2000 empezamos a contactarnos con terrazistas porque nos dábamos cuenta de que perdíamos el campo (el proyecto se terminó de calibrar hace un año y medio)", comentó a LA NACION Andrés Blaquier, gerente general de La Biznaga. Cerca de él parecían asentir Roberto Becker, encargado general del campo, y Javier Pertierra, también de la empresa.
Aun con siembra directa, se llegan a perder 29 toneladas de suelo por hectárea/año consoja de primera. La directa sola no alcanza para frenar la erosión hídrica. La soja es la estrella de esta provincia, con 1,4 millones de hectáreas; hace ocho años ocupaba poco más de 300.000 hectáreas.
Igual que muchos campos de la región, hasta mediados de los noventa Centella estaba volcada a la ganadería. Hoy la agricultura avanza. De un total de 27.000 hectáreas, 16.000 son las hectáreas netas agrícolas a sembrar; dependiendo de la rotación se puede llegar a 20.000/24.000 hectáreas, con doble cultivo.Hay, entre otras, 4000 que son hectáreas ganaderas que también deben manejarse con el sistema de terrazas. Los números hablan del nuevo escenario: por cada hectárea agrícola, la agricultura da diez veces más de margen bruto que la ganadería de cría. Se trata de US$ 200 versus 20.
Perder 29 t/por hectárea y por año de suelo (con convencional es el doble) significa quedarse, según indicó Saluzzio, casi sin3 milímetros por año de suelo. Parece imperceptible, pero no lo es. Se estima que hay zonas de esta provincia con 100 años de agricultura donde ya se perdieron 20 centímetros de suelo.
Al margen de las características ya mencionadas, se pueden añadir otras sobre la particularidad de la zona donde está Centella. Por ejemplo, con un suelo arcilloso saturado de agua, en una hora no se pueden filtrar más de 5 milímetros. Además, acá la raíz de maíz llega a medio metro y la capacidad de guardar agua útil en ese medio metro es de 75 milímetros. En cambio, en zonas como Pergamino la raíz explora al menos 1,20 metros y la capacidad de transmisión de agua útil es de más de 200 milímetros por cada metro.
Las terrazas
Con 7500 hectáreas ya sistematizadas (es el proyecto más grande en Entre Ríos), en la empresa están entusiasmados por esta práctica. En primer lugar, por el freno a la pérdida de suelos. "Con las terrazas se baja a tres toneladas en promedio [para la rotación de la explotación]", dicen en la empresa. Por otro lado, aquí están calculando que hay 70 toneladas de carbono en los primeros 20 cm del suelo y que tienen una pérdida del 5% por mineralización. Esto significa que pierden 3,5 toneladas. No obstante ello, como quieren equilibrar el carbono, tienen que incorporar esas 3,5 t de carbono aportando 7 t de residuos por año. "Hoy estamos prácticamente en equilibrio", comentó Blaquier.
El sistema tiene un impacto directo sobre otras dos cuestiones importantes: el rinde y la mejora de los márgenes. Sin terrazas se pueden esperar promedios de 62,9 quintales por hectárea en maíz; 28,3 q/ha en soja de primera; 32,4 en trigo y 19,6 quintales en soja de segunda. Con terrazas se va a 72,2 quintales en maíz; 31,1 en soja de primera; 33,2 en trigo y 25,8 quintales en soja de segunda. "Con terrazas aumenta entre un 15 y un 20%el rendimiento de los cultivos de verano", sostuvo Blaquier.
Los beneficios no terminan ahí: según un trabajo que se presentó en una reciente reunión del CREA GAER, que integra Centella, se puede proyectar una mejora del margen bruto acompañando el mejor rinde. Así, con una rotación soja de primera, trigo/soja, maíz, sin terrazas se puede esperar un margen de US$ 155,1 por ha. Con terrazas ese margen trepa a US$ 194,2 por ha. Esto es así analizando el balance de nitrógeno y fósforo con valores de reposición por medio de fertilizantes. Sistematizar una hectárea le demanda a la empresa un costo de casi 220 pesos. El proyecto total de las 20.000 ha se llevaría al menos US$ 1,5 millones. Lo interesante es que esta tecnología se puede desgravar, por una ley entrerriana, del impuesto inmobiliario rural. El que hace terrazas puede desgravar el 70/80% del impuesto. "Se recuperan 140 pesos [por ha] en siete años", dijo Blaquier.
"Esto [por las terrazas] solucionó el problema de la agricultura y permitió empezar a pensar en grande a la agricultura", finalizó Saluzzio.
Ensayos en el mismo campo
CONCEPCION DEL URUGUAY (De un enviado especial).- En Centella están convencidos de que los ensayos constituyen herramientas valiosas para después tomar decisiones relacionadas con la producción.
Prueba de ello, en el mismo campo están los ensayos del CREA GAER (Grupo Agrícola Entre Ríos), que integra la empresa. El director de esos ensayos es el especialista de Aacrea Emilio Satorre. Allí hay módulos que Andrés Blaquier, integrante de la compañía, destaca como de sustentabilidad; además, se hacen comparaciones con el suelo virgen.
Se chequea, entre otras cosas, cómo puede ir cambiando la composición química y física de los suelos. Aquí un punto importante en evaluación es la fertilización, con por ejemplo dosis de subfertilización y hasta de sobrefertilización.
Se utilizan, además, distintas variedades para los cultivos.
Los ensayos que se realizan en el marco del CREA GAER suman 200 hectáreas, todas en la estancia Centella. Este año esas hectáreas corresponden a las pruebas con los cultivos de trigo, soja y maíz. También se consideran los módulos de sustentabilidad, que monitorean el suelo e ítems como la materia orgánica.
"Los ensayos se hacen desde que arrancamos con el grupo, hace unos 4/5 años. Se ha obtenido una gran cantidad de resultados en niveles de fertilización, densidad, fecha de siembra", comentó Blaquier. "Por los ensayos, y desde que conocemos sus resultados, nuestro resultado agrícola cambió drásticamente. El impacto de hacer estos ensayos fue espectacular. Estamos muy convencidos de que la línea es ensayar", destacó.
Rotaciones
Al margen del lugar que les asignan a los ensayos, en la estancia Centella están pensando en el desarrollo de otro tipo de rotación. "Nuestra rotación actual es soja, trigo/soja, soja, maíz, soja, maíz. Pero estamos por migrar y analizamos a la rotación soja, cebada/soja, maíz en un 25% del área y soja, trigo/soja, maíz en un 75% del área", indicó Blaquier. El motivo de este planteo es importante: el impacto de las terrazas es mayor cuando aumenta el porcentaje de gramíneas en la rotación.
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