Según Agustín Biagioni, director de marketing global de Rizobacter, estos productos están destinados a crecer a un ritmo que duplica, triplica o incluso cuadruplica el de los productos químicos convencionales
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En un contexto global donde los productores agropecuarios están cada vez más enfocados en adoptar prácticas con menor impacto ambiental, los biológicos ganan cada vez más protagonismo. Las proyecciones son contundentes: según Agustín Biagioni, director de marketing global de Rizobacter, estos productos están destinados a crecer a un ritmo que duplica, triplica o incluso cuadruplica el de los productos químicos convencionales.
“Vemos que los biológicos continuarán creciendo a dos, tres o incluso cuatro veces la tasa de crecimiento de las alternativas químicas. Hasta ahora, la limitación estaba en el rendimiento, por lo tanto, a medida que podamos seguir lanzando soluciones que sean igualmente buenas o incluso mejores que las químicas, o en colaboración con estas, continuaremos reemplazando las alternativas químicas por biológicas”, sostuvo el ejecutivo, que destacó que el 80% de los esfuerzos de investigación y desarrollo de la empresa se centran en los biológicos.
La compañía, con presencia en más de 40 países y principales clientes en Brasil, Europa, África y Estados Unidos, ha logrado posicionarse con fuerza en el mercado global. “Producimos desde la Argentina para el mundo”, comentó Biagioni sobre la planta de Pergamino, donde se lleva a cabo toda la producción de biológicos. Este establecimiento, que actualmente tiene capacidad para tratar diariamente 200.000 hectáreas, está en proceso de ampliación para aumentar su capacidad en un 40% este año, para llegar a casi 300.000 hectáreas tratadas diariamente.
Además, tienen planes para duplicar su capacidad, aunque aún no han establecido una fecha concreta para esta expansión. Biagioni explicó que está vinculado en cierta medida a un acuerdo reciente con Syngenta, de distribución de biológicos aplicados a la semilla a nivel global, que impulsa significativamente el crecimiento de los inoculantes fuera del país, entre otros lugares China. Por lo tanto, dependiendo de cómo avancen estas iniciativas, podría completarse para 2026 o incluso adelantarse a 2025.
Señaló que el sector con mayor potencial de crecimiento en los próximos años son los bioinsecticidas, bionematicidas, bioestimulantes y biofungicidas, áreas en las que están haciendo un fuerte trabajo desde ProFarm (exMarrone). Vale recordar que, en 2022, el Grupo Bioceres, que controla el 80% de su capital de Rizobacter, compró Marrone Bio Innovations. Esta fusión con la compañía de Estados Unidos los posicionó como una de las más grandes en insumos biológicos.
“Los primeros productos están en fase de registro en Senasa, por lo que esperamos lanzarlos a finales de este año o principios del próximo”, dijo. Además, mencionó que están avanzando en bioherbicidas, aunque estos necesitarán de más tiempo para estar disponibles en el mercado. El producto en performance funciona muy bien, pero se está trabajando en mejorar los costos para poder llegar a cultivos extensivos.
Biagioni resaltó la destacada capacidad técnica de Rizobacter en la producción de biológicos vivos, en los que el microorganismo actúa como componente activo. Además, con la incorporación de Profarm, la empresa está innovando en procesos de producción de biológicos que, tras alcanzar el punto óptimo de metabolitos y acción microbiana, inactivan el microorganismo. “Esto permite aprovechar microorganismos que, a pesar de su eficacia, no podrían sobrevivir por sí solos”, detalló Biagioni.
Esta innovación, señaló, mejora la supervivencia sobre la semilla y la adaptabilidad a condiciones adversas, como altas y bajas temperaturas y sequías, lo que hace que los productos sean más estables y abre nuevos caminos para acelerar la performance de los biológicos.
En lo que respecta a tendencias, sostuvo que lo que demanda el productor son alternativas que no generen resistencia. “Los productores están cada vez más dispuestos a utilizar múltiples ingredientes activos, lo que sugiere que reemplazar uno de esos ingredientes por un biológico va a ser más fácil. Esto facilita la adopción y la expansión de los biológicos en el mercado”, dijo.
Biagioni luego destacó: “Vemos una profesionalización de los establecimientos productivos y una expectativa de que, si el rumbo de hoy en día se mantiene y las retenciones bajan, la Argentina se potencie mucho en tecnología, desde una ley de semillas que pueda permitir ciertos eventos hasta alternativas que te dejen [producir más]”.
Hace 20 años, según recordó, Brasil estaba en la misma situación que la Argentina en la producción de soja. “Hoy en día, en promedio, nos superan en una tonelada por hectárea. La limitante no está en la mente del productor, sino en los ingresos disponibles”, expresó.
Por último, consultado sobre la chicharrita, indicó que cuentan con una alternativa que ya está disponible en Paraguay y Brasil, y estarán trayéndola a Argentina. Esta alternativa está basada en Beauveria bassiana, un microorganismo utilizado para controlar el vector y reducir la incidencia de spiroplasma.
“Nosotros vemos que, probablemente, la chicharrita vuelva a ser un tema este año. Las condiciones, como el frío, están siendo favorables para que la incidencia no sea tan grave. Pero si aparece, el productor ya estará más preparado y nos quedan dos o tres años para que las empresas se adapten a tener materiales tolerantes también”, expresó. “Mientras tanto, nosotros tenemos soluciones que estamos trayendo de lugares donde esta problemática ya estaba instalada, como en el sur de Brasil y Paraguay”, concluyó.
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