Productores alertan por fuertes pérdidas en distintas actividades que se realizan en la provincia
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En la provincia de Corrientes las llamas avanzan y el panorama es cada vez más desolador. Las condiciones climáticas no mejoran, continúan las temperaturas extremas, superiores a los 40 grados, la falta de precipitaciones y los fuertes vientos. En este contexto, el INTA Corrientes actualizó en 335.043 hectáreas la superficie que se quemó en la provincia al 28 de enero pasado; es el 3,8% del total del territorio.
En la provincia los testimonios de los productores son dramáticos. Un foco que se inició el domingo pasado a unos 15 kilómetros de la propiedad de Ana Cavanagh, del establecimiento Tave Reta, en Ituzaingó, entre la ruta provincial 41 y la 37, terminó ingresando a su campo. Fueron días en que la productora lo único que sentía era “impotencia”, no había nada que hacer, las llamas se apoderaron de las 3000 hectáreas de forestación y campos naturales. Perdió todo.
Allí tiene cabaña de Brangus colorado, pinos y eucaliptus. “El fuego llegó a pocos metros de nuestra casa, la del personal y todos los galpones. Me quedó toda la parte de la pradera natural quemada y los animales no tienen de donde comer. Si no llueve en los próximos días vamos a tener que alquilar campos para llevar nuestra hacienda”, lamentó la productora, que es presidenta de la Sociedad Rural de Virasoro.
Además, deberá rehacer los alambrados. Pese a que hicieron contrafuegos, por la magnitud de las llamas, se quemaron igual con sus postes y varillas. Es el segundo año consecutivo que su plantación de pino es alcanzada por el fuego. “Gracias a que ayer llovió la situación no fue un desastre”, indicó.
En este contexto la productora manifestó: “Nos tenemos que ayudar entre particulares porque sentimos una total falta de apoyo de los diferentes organismos de gobierno. La provincia de Corrientes es un polo forestal muy importante y necesitamos que se ayude al productor”.
En esa línea agregó: “Sería fundamental sentir que el gobierno está del lado del productor. Necesitamos que se les otorgue, por ejemplo, créditos blandos con un año de gracia para que se pueda recomponer y volver a plantar la pastura que se quemó y recomponer las instalaciones. Con la ley de emergencia no alcanza porque eso lo que hace es prorrogar los pagos de impuestos, pero el productor después no va a tener con qué pagar”.
El martes último, el fuego llegó a un campo vecino al de Cavanagh. Es del productor Alejandro Balmaceda, propietario del establecimiento Fortín Santa Catalina. Se le quemaron 40 hectáreas de eucaliptus y 700 hectáreas de campo natural en donde hace ganadería.
”Pudimos salvaguardarlos (a los animales) y los salvamos, pero algunos sufrieron quemaduras por los intensos calores que dañan las extremidades”, graficó. Se le quemaron 4000 metros de alambrado perimetral entre tradicional y eléctrico.
Mientras los productores luchaban contra los incendios, desapareció el trasformador que da luz a la zona. “Es algo que uno no puede ni imaginar, que en un momento de tanta vulnerabilidad encima te roben”, señaló.
En este marco, hoy el subsecretario de Coordinación Política del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y titular de la Comisión Nacional de Emergencia y Desastre Agropecuario, Ariel Martínez, recorrió la localidad de Mercedes, provincia de Corrientes, para acompañar a los productores locales ante la grave situación por los incendios. Allí se reunió con funcionarios provinciales, legisladores y dirigentes rurales.
“El ministro Julián Domínguez se comunicó con el gobernador y con el ministro de Producción de la provincia para trabajar con todos los que se vean afectados en la zona, desde el productor más pequeño al más grande”, indicó el funcionario.
Tras explicar los alcances del Fondo de Emergencia Agropecuaria (Fonea), la herramienta que el Ministerio pone a disposición para asistir a los productores, remarcó: “Es necesario, urgente y prioritario que Corrientes avance en la declaración de emergencia a nivel provincial para cumplir los pasos que establece la ley”.
El funcionario nacional dijo que “pequeños, medianos y grandes productores tienen quemado mucho más del 80% de sus campos y los mapas satelitales muestran un 96% quemado en la provincia”. Agregó: “Esto indica que por algún tiempo no habrá pasturas para la ganadería”. Como se mencionó, el INTA Corrientes señaló en un informe técnico que ascendió a 335.043 hectáreas la superficie que se quemó en la provincia; es el 3,8% del total del territorio.
“No hay actividad ni lugar de la provincia que no se vea afectada por esta emergencia”, indicó, por su parte, Pablo Sánchez, presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes.
A esto se suma que el panorama no es alentador para lo que queda del mes. “Los pronósticos del mes de febrero son pésimos, el alivio eventualmente recién llegaría en marzo o abril, lo que ya nos hace avizorar un horizonte muy complicado para el invierno”, indicó.
Luciano Lago tiene un campo en el departamento de Saladas. Le da escalofríos transitar por las rutas de la provincia y ver las miles de hectáreas de bosques nativos, cultivos, hechas cenizas. “Nunca en mi vida vi un incendio de esta magnitud”, afirmó.
Viene pasando toda la semana en alerta junto con el personal de su campo. Se siente afortunado porque el daño que dejó el fuego en su propiedad “es mínimo” en comparación a sus vecinos. Lago perdió 100 hectáreas. “Hasta ahora”, aclaró.
Le preocupa los costos que van a tener que afrontar los productores porque van a tener que reponer alambrados que demandan una alta inversión. Para 1000 metros valen entre $25.000 y $30.000. Además, por la falta de precipitaciones se va a dificultar la producción de las pasturas.
El pedido de la Mesa de Enlace
En un comunicado, la Mesa de Enlace pidió ayuda para los productores. “Acompañamos a los productores agropecuarios del litoral en esta catastrófica situación solicitando a los gobiernos tanto provinciales como el nacional, que atiendan esta situación desesperante. No alcanza con las declaraciones de emergencia, se necesitan herramientas modernas para combatir este tipo de flagelos y un verdadero apoyo financiero e impositivo que permita regenerar el tejido social, económico y productivo de las provincias afectadas”, dijo.
“La provincia de Misiones arrastra un período seco que lleva más de dos meses, sumado al 2021 que fue el año con menos lluvias registradas de los últimos 55. Las altas temperaturas y nula humedad en bosques nativos han configurado un escenario dramático. En tanto, en Corrientes los incendios avanzan a pasos agigantados y ya han quemado decenas de miles de hectáreas, haciendo que los campos se conviertan en una línea de fuego casi imposible de controlar”, señaló. Agregó: “Si bien las lluvias registradas en los últimos días en la provincia de Entre Ríos han cortado una sequía también histórica, las pérdidas económicas han sido cuantiosas en su diversidad productiva”.
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