Las precipitaciones cubrieron un 80% de la zona agrícola núcleo con más de 30 milímetros; técnicos y productores hablaron con LA NACION
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Después de las lluvias generalizadas que beneficiaron a un 80% de la región agrícola núcleo con más de 30 mm durante el fin de semana largo, según relevó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los productores se preparan para reanudar la siembra de maíz y comenzar con la implantación de soja la semana que viene.
En diálogo con LA NACION, varios productores expresaron que los milímetros recibidos son suficientes para reiniciar la siembra, que se había frenado en muchos casos debido a la falta de humedad en los perfiles del suelo. Estas precipitaciones llegaron en un momento decisivo, ya que la ventana de siembra del maíz se encontraba a punto de cerrarse, comúnmente hacia mediados de octubre.
En los lugares que recibieron más milímetros se espera que estas precipitaciones alcancen para empezar la siembra de soja. Sin embargo, hay consenso en que las lluvias llegan tarde para revertir las pérdidas de rendimiento del trigo, que ya había sufrido estrés hídrico, aunque ayudan a establecer un piso a esta caída.
“Con estas lluvias vamos a terminar de sembrar lo que nos quedaba de maíz de primera”, comentó Alejandro Acerbo, productor agropecuario y asesor en la zona noroeste de Buenos Aires, en las localidades de Junín, Chacabuco y General Arenales.
Explicó que las precipitaciones permitirán finalizar la implantación del cultivo, ya que aún le falta sembrar un 40% de las 600 hectáreas planeadas para esta campaña. “Si no llovía ahora, hubiéramos tenido que pasar algunos lotes a tardía o a soja porque ya estábamos en la fecha límite, que es el 15 de octubre. Sembrar después implica que el cultivo entre en su etapa de floración en enero, la época de mayor calor y menos lluvias”, agregó.
En la zona los primeros 10 centímetros del suelo, que son clave para sembrar, se habían secado. Detalló que, aunque la lluvia fue errática —con localidades como Junín recibiendo solo 10 milímetros y Ascensión alrededor de 40—, en general permitirá completar los labores de implantación. Sin embargo, aclaró que en las zonas que recibieron menos milímetros, será necesario más agua para las siembras tardías. Además, son insuficiente para el trigo, que ya estaba sufriendo los efectos de la falta de precipitaciones y perdió al menos un 30% de su rendimiento. “De los entre 5000 y 5500 kilos que esperábamos, ahora calculamos alrededor de 4000″, explicó.
“En esta zona se había sembrado muy poco porque las condiciones no eran favorables, pero estas lluvias nos van a permitir avanzar un poco más ”, sostuvo Martín Sánchez, productor y asesor del sudeste cordobés, en la zona de Monte Buey. Señaló que, hasta el momento, se había implantado apenas un 20% de lo planificado. “Las lluvias del lunes pasado permitieron sembrar algunos lotes más, y con los milímetros acumulados durante el fin de semana, que suman entre 30 y 40 milímetros, se podrá avanzar un poco más”, dijo.
Pero indicó que no espera que puedan cumplir con los planes de comienzo de campaña. “Aquí tenemos hasta el 20 de octubre como fecha límite, y normalmente en un año Niña es una fecha que tratamos de esquivar”, afirmó. Estimó que solo van a alcanzar a sembrar un 70% de lo planeado.
Añadió que empezaron a replantearse la posibilidad de sembrar maíz de segunda que, luego de lo ocurrido en la campaña pasada por la chicharrita, la intención era casi nula. “El objetivo era tratar de sembrar todo el maíz en fecha temprana, pero como no se pudo, empezamos a mirar al maíz tardío con otra cara. Porque como no podemos sembrar todo el maíz de primera que queremos en fecha, y la población de cucharrita viene muy baja, es probable que si no sucede nada raro y podemos sembrar el maíz tardío en fecha, haya una intensificación de siembra para compensar lo que no se pudo sembrar”, explicó.
Desde Venado Tuerto, Santa Fe, la presidenta de la Sociedad Rural local y productora agropecuaria, Noelia Castagnani, relató que las lluvias continúan y que hasta el momento se registraron entre 30 y 50 milímetros. Estas precipitaciones van a servir “para ponerle un piso” a la caída de rendimiento que venía sufriendo el trigo. “Al menos con esto, algunos productores van a poder cubrir costos porque el trigo venía muy mal”, señaló.
Por otro lado, en lo que respecta a la campaña gruesa, al igual que el resto de la región, comentó que las lluvias van a servir para continuar con la siembra de maíz. “También sirven para los lotes que ya se habían sembrado, porque con los grandes vientos y el calor estaban bastante mal. En mi caso, hay un lote que ya sembré que lo voy a tener que resembrar porque me nació la mitad”, dijo.
Carlos Alberto Ranalli celebró la llegada de las lluvias que dejaron entre 40 y 55 milímetros en áreas que abarcan Colón, General Arenales y Rojas, en el norte bonarense. Al igual que Castagnani, resaltó que esto va a impulsar el comienzo de la siembra de soja. “Con esta lluvia, más de uno va a comenzar a probar la sembradora. Muchos productores decidieron optar por soja, no solo debido a la enfermedad provocada por la chicharrita, sino también por razones económicas. Hacer una hectárea de maíz es muy costoso”, comentó.
En su caso particular, Ranalli decidió reducir en un 50% la superficie destinada a maíz para destinarla a soja. “Estamos a la espera de ver cómo se comporta la temperatura del suelo. Quizás la semana que viene ya comience a sembrar soja, de acuerdo a los lotes y los grupos de madurez de la soja”, dijo.
Ranalli también mencionó la situación de los cultivos de trigo, que “están con la boca abierta tragando las gotas que caen del cielo”. Aunque no se espera un rendimiento excepcional, el productor consideró que esta lluvia ayudará a formar una buena espiga y mejorar el grano.
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