Luego que el Gobierno informara que casi una veintena de productos de economías regionales quedarán en 0% y se subirán para la harina y el aceite de soja, en el sector agropecuario se conocieron diversas reacciones
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Luego de que el Gobierno confirmara la baja de retenciones para algunos productos de las economías regionales y, como contrapartida, la suba de dos puntos a los subproductos de la soja (harina y aceite) para compensar lo anterior, fueron varios los que se manifestaron al respecto.
Uno de los primeros en realizar un posteo alusivo fue Santiago del Solar, productor y exjefe de Gabinete del Ministerio Agricultura, quien analizó la decisión de subir de 31 a 33% la tasa a los subproductos de la oleaginosa.
“Subir dos puntos los DEX al aceite y a la harina de soja, no afecta al productor. Es eliminar una prebenda de la industria. Hace bien un gobierno liberal de terminar con transferencias artificiales entre eslabones. Aceiteros: ‘¡A competir!’. Pd: ¡Me está gustando la ‘Bioeconomía’!”, dijo.
En consonancia, Luis Miguel Etchevehere, exministro de Agricultura de Mauricio Macri, posteó: “Está muy bien haber equiparado las retenciones del aceite y la harina de soja al poroto. No es justo que un eslabón de una cadena subsidie a otro. En la gestión Macri hicimos lo mismo. Ley pareja no es rigurosa”.
Son 18 los productos a los cuales se les iban a subir los derechos de exportación al 15% y ahora quedarán con 0% de alícuota: olivícola, arrocero, cueros bovinos, lácteos, frutícola (excluido limón), hortícola, porotos, papa, ajo, garbanzo, arveja, lenteja, miel, azúcar, yerba mate, té, equinos y lana.
Renglón seguido, Pablo Ginestet, productor y dirigente de la Asociación Rural de Henderson y de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), dijo: “Hubiera sido adecuado bajar el poroto de soja a 31%. Coincido que el diferencial no tiene que volver más. Igual están haciendo diferencias a favor con otras cositas”.
Por su parte, Carlos Castagnani, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), destacó la disposición del Gobierno que “ha reconocido que el aumento propuesto era irrisorio e injustificado, lo cual indica un reconocimiento de la necesidad de reconsiderar ciertas economías regionales que se veían muy afectadas”.
“Hay aún producciones específicas como el tabaco, el limón, el maní, la avicultura, porcinos y el girasol, que mantienen la alícuota anunciada. Por lo que aún debemos sentarnos a dialogar para que también le quiten los derechos de exportación. Hay que tener en cuenta las distancias y la variabilidad regional, indicando que el impacto de ciertos problemas puede diferir según la región. Por ejemplo, el impacto del flete, especialmente en cultivos como el maíz, que podría limitar su inclusión en las rotaciones debido a la distancia a los puertos”, indicó el dirigente rural.
“Estamos trabajando de manera colaborativa para abordar los problemas del sector agropecuario, lo cual es fundamental para encontrar soluciones sostenibles para las cadenas de producción. Los DEX son solo uno de los problemas que enfrenta el sector agropecuario. La materia tributaria e impositiva también son áreas de preocupación”, agregó.
Para la lechería, una actividad que desde hace tiempo está en situación crítica, la baja de los DEX a su producto es de gran alivio. En este sentido, Andrea Passerini, productora tambera y coordinadora de la Comisión de Lechería de Carbap, contó a LA NACION que esto fue el resultado de un arduo trabajo de la entidad a la que representa con los funcionarios del gobierno actual, incluso antes de que sean electos.
“Esto es producto de machacar y describir la vulnerabilidad absoluta y la crisis muy severa en la que estaba la lechería en general y el eslabón primario en particular que son los productores de leche cruda desde hace un año y medio. Sobre todo a partir de septiembre el 2022, con la primera versión del dólar soja y luego todo lo que vino y con sequía histórica. La primera vez que nos reunimos fue antes de octubre con Diana Mondino para explicarle qué pasaba con la lechería. Luego Fernando Vilella [secretario de Agricultura] estuvo en Carbap y tuvimos reuniones con él y la lechería; fue de los temas prioritarios. Quiero pensar que en algo contribuimos a este resultado de hoy”, remarcó.
“Quiero reivindicar nuestro laburo porque es muy ingrato. Pero creo que ‘alguito’ hemos contribuido a que se sepa cuál es la situación de la cadena láctea. Porque todas las distorsiones que se generan en la cadena ajustan sobre el eslabón primario o sea sobre el tambo. Ya que la falta de regla de juego comercial y todas las maneras en la que nos obligan a vender nuestra leche, hace que los derechos de exportación, los impuestos distorsivos o los bloqueos terminen ajustándose en la fosa de ordeñe”, agregó.
Para Ignacio Kovarsky, secretario de Carbap, finalmente el Gobierno dio luz de credibilidad a los números económicos planteados por las entidades sobre lo que sucedería con las economías regionales y la lechería si le aplicaban el 15% de las retenciones. “El Gobierno dijo que lo iba a analizar. Por lo que vemos, se pueden rebatir algunas decisiones con números. Claramente en economías regionales lo recaudatorio iba a ser nulo o casi nulo y en las actividades el daño iba a ser mayor: no solo se iban a perder productores y producción sino que se iban a achicar la oferta de productos e incrementarse sus precios”, dijo a LA NACION.
Para Fabián Ruggeri, presidente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Acovi),que la actividad tenga 8% de retenciones en lugar de 15% es una mejora a medias. Desde septiembre pasado, vale recordar, el sector no tiene derechos de exportación.
“Es mejor el 8% que el 15% de antes, sin dudas, pero el tema está es que debieran ponerlo sobre el producto exportable y no sobre el valor final del producto terminado, donde están incluidos los insumos que lleva producir y los fletes, entre otros. Detrás de cada producto final hay mucho valor agregado, y en las retenciones no va el vino solo. Así no hay forma de esquivarle a que se incluyan esos items. Estamos pagando sobre el resto de la cadena para llevar a la exportación. Pero tengo esperanza que revean este asunto”, detalló.
A las voces a favor se sumaron las que no estaban contentas. El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), más allá de entender “por la delicada situación de las cuentas públicas” reiteraron la necesidad de “adoptar una política exportadora que contemple un esquema impositivo que fomente la producción y el agregado de valor para lo cual es necesario desarrollar un cronograma de eliminación de DEX a los complejos oleaginoso y cerealero, así como también considerar la delicada situación de las economías regionales”.
En esa línea, para Ciara-CEC, la decisión de subir los DEX a los subproductos de la oleaginosa del 31 al 33%, “es una muy mala noticia para la economía del país”. “La principal industria exportadora se verá castigada por la suba de impuestos y eso va a limitar severamente el flujo de divisas y atentará contra el empleo industrial de la soja. La industria siempre pidió igualdad tributaria y esos dos puntos eran un reconocimiento de esa condición fiscal, que ahora el Gobierno rompe”, enfatizó Gustavo Idígoras, presidente.
Para Miguel Simioni, presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, “la situación general del país obliga a un ordenamiento de las variables económicas y un profundo apoyo a la producción y exportación”. “Es por ello que un eventual aumento de las retenciones al 15% plantea un golpe inesperado para la agroindustria del país y en particular la santafesina. Es necesario comenzar a dar señales y certidumbre a largo plazo que conviertan a la Argentina como un proveedor mundial de alimentos confiable, lo que redundará en mayor actividad, divisas y empleo”, señaló.
En tanto, las empresas relacionadas a la nutrición animal, como economía regional, dijeron que, con el mantenimiento de una “retención del 15% es prácticamente cerrar los mercados de exportación”. “Presentaremos nuestra posición por escrito y con números tal como nos solicitaron. Pero de esta forma, los 160 millones de dólares que exportamos van a bajar a números históricos ya que se hace inviable la exportación. Si el objetivo es incrementar la recaudación, con esto se genera el efecto contrario y además atentaría contra cientos de puestos de trabajo. Esperamos sea tenida en cuenta nuestra posición para mantener los dex actuales”, indicaron desde la Cámara Argentina de Empresas de la Nutrición Animal (Caena).
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