Cambios en la industria energética llevan al altar a Halliburton y Baker Hughes
Halliburton Co. acordó la compra de Baker Hughes Inc. en una transacción en acciones y efectivo valorada en US$34.600 millones que combina la segunda y la tercera compañías de servicios petroleros del mundo.
Los analistas manifestaron dudas acerca de la penalidad de US$3.500 millones que tendrá que pagar Halliburton en caso de que el pacto no sea aprobado por los reguladores antimonopolio. Ambas empresas tienen numerosos negocios duplicados, como perforación horizontal controlada por computadora y fracturación hidráulica de yacimientos de gas y petróleo. También perforan en muchas de las mismas regiones, desde las formaciones de esquisto en Texas y Dakota del Norte hasta las aguas profundas frente al litoral de Brasil.
Dave Lesar, presidente ejecutivo de Halliburton, dijo que estaba dispuesto a luchar para obtener el visto bueno de las autoridades. La empresa anunció que si los reguladores lo exigen, Halliburton puede desprenderse de negocios que facturan US$7.500 millones.
El acuerdo, que ayudará a las dos compañías a combatir la caída de los precios del crudo, se produce después de varias semanas de negociaciones que llegaron a ser hostiles. The Wall Street Journal informó la semana pasada que Halliburton y Baker Hughes negociaban una posible fusión. El viernes, Halliburton se propuso ejercer presión para reemplazar a la junta de Baker Hughes después de que las conversaciones colapsaron.
Las empresas no informaron cómo llegaron a un acuerdo, pero Halliburton parece haber elevado su oferta. "Negociamos arduamente y al final conseguimos un convenio que beneficia a los accionistas", manifestó Lesar.
Martin Craighead, presidente ejecutivo de Baker Hughes, expresó que la fusión será buena para los consumidores. "Concebimos el potencial para tener la mejor empresa de servicios petroleros de la historia", afirmó.
La oferta de Halliburton de US$78,62 la acción, que representa una prima de 31% respecto del cierre del viernes de Baker Hughes, supone un valor de empresa de US$38.000 millones. Halliburton planea financiar la porción en efectivo mediante una combinación de fondos disponibles y deuda.
Cuando se cierre el acuerdo, previsiblemente en el segundo semestre de 2015, los accionistas de Baker Hughes controlarán en torno a 36% del grupo fusionado. La nueva compañía tendrá una junta de 15 miembros, incluidos tres del directorio de Baker Hughes.
Alcanzar un pacto era importante para una transacción que probablemente estará sujeta al escrutinio de los reguladores an-timonopolio. Las autoridades son más difíciles de convencer si una de las partes en la fusión no está interesada en trabajar estrechamente con ellos para obtener la aprobación.
Las compañías enfrentan un entorno en el que la perforación de petróleo y gas se vuelve cada vez más costoso y competitivo. Asimismo, la caída de los precios intensifica la presión sobre las firmas de servicios petroleros. Esas tendencias probablemente llevaron a Halliburton a cortejar a su rival más pequeño, según expertos.
La fusión creará un gigante que podrá ofrecer precios más bajos a los clientes, afirmaron ejecutivos de ambas empresas a analistas el lunes. Las firmas combinadas generaron US$51.800 millones en ingresos en 2013 y tenían 136.000 empleados y operaciones en más de 80 países.
Lesar aseveró que la fracturación hidráulica en América del Norte será un área clave en la que la unión producirá grandes ahorros. "Los equipos de integración están actuando rápidamente", dijo. "En particular en la fracturación hidráulica, donde podemos combinar nuestras redes de logística".
—Dan Molinski contribuyó a este artículo.
Angela Chen y Russell Gold