Cambian las condiciones de acceso al dólar CCL y Mep, las cotizaciones libres
Habrá dos modificaciones importantes en la operatoria del denominado contado con liqui, que se usa para sacar dinero del país; las medidas también afectarán al MEP, que permite comprar dólares de manera legal a nivel local; quienes quieran operar deberán “poner la plata”; el Gobierno apuesta todo lo que tiene a frenar con regulaciones, de manera indirecta, la corrida cambiaria que hizo despegar al blue
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El Gobierno pondrá en marcha desde este martes nuevas condiciones para acceder al denominado dólar contado con liquidación (CCL), más conocido como contado con liqui, como anticipó LA NACION. Se trata de un mecanismo que permite en la Argentina hacerse de la moneda norteamericana mediante la compra-venta de bonos, para luego sacar ese dinero del país. La decisión también afectará al MEP, el mecanismo dolarizador libre a nivel local.
“La medida no afecta a personas humanas y corporativos [empresas], sino que desarma operaciones especulativas de traders profesionales”, aseguró a este diario Sebastián Negri, titular de la CNV.
En la práctica, la decisión del Ministerio de Economía implica que quien se apalanque en cauciones para hacerse de pesos, no podrá comprar con ellos dólares financieros. Además, las ALyC (sociedades de bolsa) tendrán nuevas restricciones para operar tanto MEP como CCL.
Hay posiciones encontradas entre los especialistas con respecto a cuál será el efecto de las nuevas decisiones sobre el blue. Algunos sostienen que subirá, debido a que las restricciones son mal vistas por el mercado. Pero otros aseguran que se apunta a un mercado formal que está, en cierta medida, desacoplado del paralelo.
El golpe de timón de Hacienda responde a un movimiento detectado en la semana de la corrida cambiaria. El análisis de los indicadores mostraba que habían subido las tasas de las cauciones.
Para hablar en términos lejanos al mundo financiero, las cauciones son como casas de empeño. Allí, los agentes van, ponen sus títulos en garantía y obtienen crédito a cambio.
El equipo económico vio en las últimas ruedas una relación entre esas herramientas y el ascenso del contado con liquidación. Dicho en lenguaje llano: tienen la convicción de que había traders profesionales que se apalancaban en cauciones para comprar dólares financieros, algo que había hecho subir su cotización.
Discutieron el tema cara a cara los pilotos y copilotos de la crisis: Sergio Massa a la cabeza, bien cercado por el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri -el hombre de confianza del ministro-, junto a Miguel Pesce (presidente de la autoridad monetaria) y las autoridades de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
De esas discusiones surgieron dos medidas. Tal como anticipó LA NACION, fueron publicadas institucionalmente este martes en el Boletín Oficial y estarán vigentes para la primera operación del martes, según se dispuso en la Resolución General N° 959.
En primer término, las sociedades de bolsa, más conocidas como ALyCs y Agentes de Negociación, no podrán cursar operaciones de CCL o MEP (venta de valores negociables con liquidación en moneda extranjera) a clientes que tengan cauciones o pases, cualquiera que sea la moneda de liquidación.
Es decir, desde hoy, no se podrá operar en el mercado cambiario libre con papeles o garantías. En cambio, quienes quieran acceder a la divisa por esa vía deberán “poner el dinero”, reconoció a LA NACION una de las personas involucradas en la redacción de las nuevas normas.
Desde la mirada de Economía, la norma implica un trabajo de peluquería. Eso se debe a que la restricción al acceso al dólar para quienes tengan cauciones terminará con el “rulo” que se había armado. Consistía en comprar con pesos un instrumento en dólares que, después de la suba del tipo de cambio, devolvería más billetes argentinos.
Las nuevas normas no harán subir el blue, según el Gobierno. Eso se debe a que las restricciones pesarán sobre un mercado “íntegramente blanco”. Es difícil trasladar dinero desde ahí al paralelo que, por otra parte, es más caro. Los economistas consultados fueron más cautos a la hora de pronosticar sobre el futuro del dólar paralelo.
El Gobierno jura y perjura que esta vez no usó la sierra, sino el bisturí. Es decir, las personas físicas que no tengan cauciones podrán seguir usando sus pesos para comprar dólares tanto en el mercado local (MEP) como para sacarlos del país (CCL). Más aún: una fuente incuestionable al tanto de las discusiones aseguró que continuará perfectamente vigente desde este martes la operatoria para empresas que quieran hacerse de moneda dura para cualquier fin. Con una salvedad: podrán seguir comprando quienes usen su propio dinero.
Hay otra decisión que moldeará el mercado desde este martes. Las sociedades de Bolsa tendrán nuevos límites para la operación de MEP y CCL de sus propias carteras. En concreto, no podrán comprar más de lo que venden. Eso se debe a que, según la mirada oficial, las ALyC son pecadoras cambiarias, incluso sin desearlo. Como ellas mismas buscan una ganancia con su propio dinero, pueden desbalancear la jugada en tiempos de alta efervescencia.
Tendrán restricciones en cuanto a la cantidad de valores negociables vendidos respecto de la cantidad de valores negociables comprados -con liquidación en moneda extranjera y en jurisdicción local o extranjera-, realizadas en el segmento de concurrencia de ofertas, con prioridad precio tiempo.
De esa manera, el Gobierno espera evitar los procesos que generan corridas y dejar operar con libertad a quienes efectivamente necesitan dólares financieros.
“La semana pasada el Banco Central, con la suba de tasas, elevó el costo de tomar pesos vía cauciones en la Bolsa. Ahora, directamente, cortan la operación. Buscan evitar que el mercado pida pesos al 7,6% mensual y con esos pesos compren CCL, lo que daría un dólar CCL comprado con pesos prestados”, explicó Fernando Marullo, de FMyA. Agregó: “Esta medida debería quitarles presión al dólar financiero formal y legal”.
Para José Nápoli, vicepresidente de Nápoli Inversiones, “Massa está actuando con todo el poder en función a la volatilidad y los volúmenes inusuales del mercado de capitales en las últimas tres semanas. Frente a la situación delicada, restringe. En ningún mercado algo que restrinja puede ser bien visto, pero teniendo en cuenta lo que pasó en las últimas semanas, que influía en la economía real…”.
Las nuevas medidas son una reacción a lo que ocurrió con el dólar la semana pasada. El contado con liquidación (CCL), valor de referencia que utilizan los economistas, terminó en $453. Así, en abril avanzó $46 (+11,5%), aunque en las últimas semanas llegó a registrar picos de hasta $469.
El MEP, en tanto, otro de los tipos de cambio financieros (que se ve fuertemente impactado por las intervenciones oficiales), cotizó a $436. Registró una escalada de $38 en el mes (+9,7%).
Ambos tienen mecanismos de transmisión del precio con el dólar blue, que alcanzó el martes pasado un número de pánico: llegó a $495. En ese momento, el Gobierno decidió intervenir. Se trató de uno de los peores días de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía.
El blue terminó la semana pasada en la city porteña a $469. Dos viernes atrás, antes de la corrida, cotizaba a $400.
Las decisiones que se verán a partir de hoy tienen su origen en un golpe de timón en el Gobierno que ocurrió el martes pasado. Gabriel Rubinstein (viceministro de Economía), Leonardo Madcur (jefe de Gabinete del Ministerio) y Cleri mantenían una reunión con representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) de manera virtual.
Massa entró en esa oficina completamente blanca del quinto piso del Palacio de Hacienda empujado por la suba del dólar blue. Había pasado en muy poco tiempo de $462 a $497.
En medio de la corrida cambiaria, Rubinstein, Madcur y Cleri, que acababan de cortar con Washington, le devolvieron a su jefe rostros de preocupación y una indicación taxativa: esto hay que frenarlo como sea, porque la suba del blue no tiene techo cuando “entrás en el dólar de pánico”. Es el término que se usó en esa conversación.
Los cuatro asumieron que debían intervenir ya, aunque el FMI estuviese en contra. Madcur, el dueño de ese despacho, volvió a conectar el Zoom con Washington para hablar con Luis Cubeddu, el hombre dentro del FMI encargado de llevar el programa con la Argentina. Massa le comunicó su decisión, en línea opuesta a lo que quiere el Fondo.
Massa tomó otras medidas para apagar la escalada del blue. Entre ellas, empoderó a Cleri en el manejo de la coyuntura más apremiante en el Banco Central. Desde el mediodía del martes pasado, el dirigente, respetado tanto por peronistas como por referentes económicos de Juntos por el Cambio, adquirió participación como hasta ahora nunca había tenido en el manejo de la mesa de dinero. Le abrió la puerta su presidente, Miguel Pesce, que tuvo una actitud mucho más proactiva que en otras ocasiones con las decisiones de Massa.
Una figura casi desconocida es fundamental para entender el andamiaje del dólar en la Argentina. Se trata de Fabián Sgarbi, el funcionario de Pesce que maneja la mesa de dinero del banco. Esta vez fue del todo colaborativo con el hombre de Massa que coordinó la intervención para que bajaran los dólares financieros.
Hay una especie de nuevo pacto en el Banco Central: Cleri se encargará del lado de la mesa que implica manejar la coyuntura del dólar, pero dejará libre otro costado, el que trabaja sobre el dólar futuro.
La decisión de intervenir regulatoriamente en los dólares financieros se tomó el pasado jueves. Se aprobó al día siguiente, en la reunión de directorio de la CNV, que fue al mediodía. Desde este martes, se pondrá en práctica.
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