Caída en la demanda y segundas marcas: el impacto de la inflación en los hábitos de consumo
Los consumidores cambian de método de pago y elijen distintos niveles de productos y servicios tras las fuertes variaciones de precios; qué pasa tras el fin del Compre sin IVA y el Ahora 12
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Los primeros meses de la gestión de Javier Milei asoman complicados en materia económica producto de una alta inflación y una recesión que podría contraer la economía en un 2% para este año, según distintos pronósticos de analistas.
Tal como mencionó el Presidente en reiteradas ocasiones, este cocktail estanflacionario repercutirá en el bolsillo y en la capacidad de consumo de la sociedad, que estiman podría caer entre 5% y 8% en 2024.
De hecho, las ventas minoristas ya retrocedieron 13,7% mensual en diciembre, cuatro veces el promedio de todo 2023, según CAME. El dato surge de un sondeo realizado por la entidad entre el 2 y el 5 de enero entre 1256 comercios minoristas de todo el país.
La caída del consumo privado, que representa en torno al 70% del PBI, estará explicada por la caída del ingreso disponible para consumo de los hogares. Para Santiago Manoukian, economista de Ecolatina, esto se debe al aumento de los costos fijos de las familias producto de la corrección de precios relativos y del aumento de las tarifas.
Para Sofía Ruano, especialista en consumo masivo, se notará en los próximos meses un descenso en la cantidad o el nivel de los bienes y servicios contratados por los usuarios. El rubro en el que el impacto será mayor según la experta es en el de servicios, como prepagas o internet y telefonía, en los que es esperable que los consumidores busquen resguardar el bolsillo contratando planes más accesibles.
Un recorrido realizado por LA NACION por distintos locales buscó indagar sobre los hábitos tanto de los consumidores como de los comerciantes frente a un escenario económico de alta inflación para los próximos meses.
Fin del “Compre sin IVA”
El plan “Compre sin IVA” había sido una de las últimas medidas lanzadas por el excandidato presidencial, Sergio Massa, al frente del Palacio de Hacienda. El beneficio regía para el pago con tarjetas de débito en supermercados, hipermercados y aquellos comercios barriales adscriptos en la AFIP.
El objetivo era mejorar el ingreso disponible y, consecuentemente, la capacidad de compra de los sectores bajos, quienes destinan al consumo de bienes de primera necesidad la mayor parte de sus ingresos.
Con la finalización del programa el 1° de enero, los comercios adheridos notaron la caída del uso de la tarjeta de débito durante los primeros días del mes. “La última semana de diciembre la gente aprovechó muchísimo esto sabiendo que se terminaba, ahora bajó la demanda... hasta yo lo usaba”, comentó Elisa, encargada de una dietética con varias sucursales en todo el Gran Buenos Aires.
Los comercios adheridos a los que consultó LA NACION confirmaron que el uso de la tarjeta de débito había crecido durante el trimestre que rigió la medida, mientras que ahora vuelven a predominar los pagos con tarjeta de crédito, a las cuales algunos comercios agregan un 10% de recargo para resguardarse de la inercia inflacionaria.
Otra tendencia que ya se percibe en los comercios es la sustitución de primeras marcas por aquellas que ofrecen mejor precio, según explica Ruano. Es el caso de la manteca, por ejemplo, cuyo valor para el pan de 200 gramos difiere en un 50% entre primera y segunda marca. “Elijo por precio, en otro momento quizás elegía por marca” comentó Mariana, jubilada de 69 años.
En esta línea se manifestó también Liliana, ama de casa, al hacer la compra del mes: “Tuvimos que reemplazar la Coca-Cola por imitaciones de otras empresas o del supermercado. Hay que aguantar”. A su vez, comentó que con la caída del “Compre sin IVA” volvió a los supermercados por las distintas promociones que encuentra y que la tarjeta de crédito volvió a ser su principal método de pago.
Bienes no esenciales
A pesar de la cantidad de eventos festivos durante fines de diciembre y principios de enero, como Navidad y Reyes, Melisa, encargada de una juguetería en Villa Urquiza, comentó que la situación del rubro asoma compleja. “Nosotros medimos en cantidad de tickets. Del Día del niño a Navidad, las ventas cayeron un 30% y para Reyes casi que no hubo movimiento. Ni con las 6 cuotas sin interés y 20% de descuento con tarjeta de débito mejoraron los números” comentó.
Ricardo comentó a este medio que, anticipándose a los altos niveles de inflación que se esperan para los próximos meses, buscaba comprar un aire acondicionado en cuotas. Sin embargo, se desilusionó al encontrar que solamente podía hacerlo en 3 cuotas sin interés o 12 cuotas fijas, pero con interés. “Antes podía comprar en 6 o 12 cuotas sin interés, pero entiendo que ahora no es negocio para los productores. Seguiré con el ventilador”, concluyó.
Para Manoukian, esta tendencia se profundizará dado que estos bienes durables, que poseen un precio unitario mayor, han quedado caros en dólares y son prescindibles en un contexto en el que el ingreso real de las familias marca una tendencia a la baja.
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