Cada vez más gente se vuelca a segundas o terceras marcas como estrategia de compra ante la licuación de los ingresos
Además, en el sector supermercadista y de almacenes detectaron una disminución en los montos de los tickets, aunque no observaron una pérdida de clientela o del volumen de compra
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Luego de dos meses afectados fuertemente por el sinceramiento de los precios y la consiguiente licuación de los ingresos, distintos sectores identificaron cambios en los hábitos de compra de los consumidores, quienes priorizan cada vez más los precios frente a las marcas para controlar sus presupuestos.
En el sector supermercadista, por ejemplo, aseguraron a LA NACION que, hasta fines de febrero, las compras se mantuvieron como un método de reserva de valor ante la erosión del ingreso. De esta forma, aseguraron que, si bien la gente compra menos y busca el precio más bajo, no detectan una pérdida significativa de la clientela. La contracara, sin embargo, es que los tickets de compra sí disminuyeron los valores, lo que se sostiene en la elección de segundas y terceras marcas, así como marcas propias de los supermercados, “porque lo definitorio en la decisión de compra es el precio”, agregaron.
Ya a fines del mes pasado, la consultora Scentia consideró posible que se intensifiquen algunos hábitos como la mayor frecuencia de compra y menor cantidad de unidades por ticket, “con el fin de cuidar más el gasto en cada acto de compra”.
Víctor Palpacelli representa a la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados (FASA) y coincide con este enfoque: “En el consumo vemos una contracción marcada producto de la recesión o de la pérdida del poder adquisitivo, esa es la realidad”. Y respecto de los precios, evaluó que “en lo que va de marzo se ven un poco más calmos que lo que fue enero y febrero. Las empresas proveedoras siguen mandando listas de precios nuevas, pero con índices más bajos que lo que venía pasando en el mes anterior. Tenemos inflación, pero con contracción en el consumo. Y es nuestra preocupación”. En cuanto al volumen de tickets, Palpacelli señaló que tienen la misma cantidad, pero con menos unidades por ticket. “Por eso la pérdida de unidades interanuales ronda entre el 5 y el 7 por ciento aproximadamente”.
En el sector también mencionaron las promociones, un tema de relevancia en los últimos días, luego de que tanto el ministro de Economía, Luis Caputo, como el presidente Javier Milei afirmaran que las ofertas (2x1 o segundas unidades con un porcentaje de descuento) afectan el método para calcular la inflación. Mientras que los especialistas explicaron que estas son, en realidad, herramientas de marketing que no repercuten realmente en las mediciones, los supermercadistas remarcaron que muchos proveedores las restablecieron para mantener el volumen, lo que supone un precio más atractivo para el cliente, sin resignar o reconocer que el precio de lista está excedido.
“Las promociones son acciones de los proveedores que, conscientes de que los consumidores no homologan sus listas de precios, buscan paliar la caída del consumo”, afirmaron.
Según Fernando Savore, presidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA), tras un febrero con fuertes caídas en las ventas, se esperaba que marzo también fuera un mes complicado. Sin embargo, hoy la caída de ventas ronda el 5%, comentó. Sin embargo, el mes pasado los supermercados sufrieron bajas de hasta el 12%.
“Tanto los mayoristas como las alimenticias habían fijado precios con la expectativa de un dólar a $1300 o $1400, entonces los precios hoy están descalzados, y eso se empieza a ver en los descuentos”, comentó, y agregó que las ventas se vienen normalizando en los almacenes, aunque “el bolsillo de los trabajadores está resentido”.
Así, también resaltó el cambio de hábito respecto de la selección de marcas: “Mucha gente se ha pasado a marcas pyme. Porque, por ejemplo, un pan lactal de primera marca lo tenemos que vender a $3600, y uno pyme, a $1400. Un yogur de primera marca se vende arriba de $2000, uno pyme, en $1000″, ejemplificó Savore.
A partir de estas observaciones, contó que esto se refleja en las góndolas, donde las segundas y terceras marcas ganan terreno, una tendencia que se sostiene en la demanda: “Estamos comprando mucha más marca pyme porque es lo que vendemos”, afirmó. La tendencia se registra desde febrero, cuando ya se planteaba que el 63% de los consumidores dejó de consumir las marcas que compraba habitualmente para volcarse a productos más económicos.
Esta dinámica se observa en un contexto en el que los precios de alimentos y bebidas durante las primeras semanas de marzo están desacelerando, según el último informe difundido por LCG, aunque aún se mantienen a precios muy altos y con aumentos constantes.
El relevo de la consultora mostró que en las primeras semanas del mes el sector llegó a marcar una inflación de 3,3%, lo que muestra una estabilización en torno al 11,5% en la medición promedio mensual y punta contra punta. “El Gobierno viene apostando al desplome de la demanda como el principal factor de disciplinamiento de precios. Desde esta semana se sumará también el acceso directo al MULC de importadores de productos de la canasta básica”, resalta el análisis de LCG. Aunque, cabe destacar, los economistas explicaron, en su momento, que la importación de productos no repercutirá inmediatamente en los precios, dado que es un proceso que demora, por lo que no será una oferta que aparezca en el corto plazo en el mercado.
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