Cabot: "La causa de los cuadernos le hizo una mancha en el lomo a las empresas"
Las causas de corrupción suelen tener un promedio de 14 años entre que se inician y llegan a juicio. El caso Skanska, por ejemplo, comenzó en 2006 y fue elevado a juicio recién hace pocas semanas atrás . En ese marco, la llamada "causa de los cuadernos", que se inició con una investigación del periodista y prosecretario de Redacción de LA NACION Diego Cabot, es una anomalía: en poco más de un año presenta un saldo de alrededor de 70 imputados que han sido procesados y elevados a juicio, y alrededor de 50 que están en la última parte de la etapa de instrucción.
Esa es una de las particularidades de la causa que, para Cabot, más allá de las consecuencias jurídicas, ya generó un cambio en la sociedad. "Si bien nadie se enteró por esta investigación que en la Argentina se pagan coimas, fue como tener una cámara puesta en un lugar y lo vimos. Y la sociedad ya no soporta ciertas cosas", dijo en diálogo con Eleonora Cole, conductora de LN+, en la cuarta edición del evento La Nueva Argentina, realizado por LA NACION hoy en el auditorio del hotel Four Seasons.
Además, dijo que las compañías involucradas ya no son las mismas. "La causa de los cuadernos les costó dinero y prestigio; tienen un mancha encima del lomo que les impide competir. La relación del Estado con las compañías tampoco es la misma y a los empresarios ya no les da lo mismo cómo se manejan, porque hay colegas presos y que han perdido muchísimo dinero", sostuvo.
En la causa iniciada por "los cuadernos" son querellantes tanto la Unidad de Información Financiera (UIF) como la Oficina Anticorrupción (OA), organismos que luego del 10 de diciembre renovarán sus cúpulas con funcionarios designada por Alberto Fernández. "Es un déficit que dejó Macri: no haber generado un proceso para que el número uno de la Oficina Anticorrupción no sea designado por la política y tenga cierta independencia para investigar al Ejecutivo", dijo el periodista.
De todos modos, señaló que si bien tanto la UIF como la OA "pueden sacarle el pie del acelerador", también existe en la Argentina el "principio de continuidad del Estado". "Los que lleguen van a ser representantes de un organismo que ya habló y no es tan fácil que ahora digan otra cosa o retiren lo dicho. Pero todo hace creer que van a tener el pie un poco más blando", señaló.
Para Cabot, que recibió múltiples premios internacionales por la investigación que hizo junto a Candela Ini y Santiago Nasra, en la causa "podría no haber consecuencias penales inmediatas, que es lo que a uno le sale más fácil si mira la historia reciente de Comodoro Py".
En ese sentido, señaló que "la sensación que hay en la opinión pública es que toda la pena que a va a tener alguien es la prisión preventiva, porque el juicio oral, donde uno puede demostrar su inocencia o culpabilidad, no llega nunca". "Por eso genera fuerte desazón cuando alguien es liberado", sostuvo.
Sin embargo, Cabot insistió en que las particularidades de esta causa de corrupción permiten escindirla de la historia de Comodoro Py. "Esta causa está haciendo una historia distinta. Por los tiempos, por los personajes, por otros institutos como es el del arrepentido", apuntó, y resaltó que deja en evidencia cómo es el sistema de relación del Estado con los privados que genera gran parte de la caja para sostener la política.
En el plano judicial, Cabot explicó que las defensas de las personas involucradas se dividen en dos. Por un lado, la defensa "más mediática", que apelará nuevamente a buscar nulidades en el tribunal oral y, por otro, los que "van por la defensa más jurídica", que están negociando ahora juicios abreviados. "A los empresarios, a diferencia de los políticos, les interesa que esto termine siendo un costo y no un problema", aseguró.