Buscan destrabar la mayor inversión anunciada por el Gobierno con acceso diferencial al dólar y beneficios fiscales
En los próximos días, se enviará el proyecto de ley al Congreso, indicaron en Economía
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A más de un año de que la Argentina se comprometiera a producir hidrógeno verde, y tras el pedido de un marco regulatorio por parte de las empresas interesadas en desarrollar esta industria clave para cumplir con las metas de descarbonización, el Gobierno confirmó que enviará al Congreso en los próximos días el proyecto de ley que destrabaría la mayor inversión anunciada en la gestión de Alberto Fernández, estimada en US$8400 millones.
La iniciativa incluye beneficios fiscales, acceso diferencial al mercado libre de cambios y la exención del pago de retenciones por una década, entre otros incentivos para proveedores. Además, se creará la Agencia Nacional de Hidrógeno y el Consejo Federal de Hidrógeno. A su vez, según la letra chica, las provincias interesadas en desarrollar la industria deberán adherir al proyecto propuesto por el gobierno nacional.
El resumen del proyecto al que accedió LA NACION establece como objetivos “propiciar la investigación, desarrollo, producción, transporte, y comercialización nacional e internacional del hidrógeno de bajas emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero, así como el desarrollo productivo a lo largo de su cadena de valor, fomentando las inversiones y los desarrollos científicos y tecnológicos”. La autoridad de aplicación será la Secretaría de Energía, que funciona bajo la órbita del Ministerio de Economía, que dirige Sergio Massa.
“Como parte de una mirada estructural sobre la matriz energética de nuestro país, estamos comprometidos en impulsar el desarrollo del hidrógeno. Elaboramos un proyecto de ley que contempla al hidrógeno verde, al rosa y al azul. Ya hemos completado el circuito administrativo y lo enviaremos a Presidencia”, dijo la Secretaria de Energía, Flavia Royon, en el marco del Foro Global de Hidrógeno Verde 2023 que se realiza esta semana en Bariloche.
Cabe destacar que la locación elegida para el encuentro –que reúne a referentes, expertos, representantes de gobiernos y empresarios vinculados con el sector– no es casual, ya que Río Negro es la provincia donde la empresa australiana Fortescue Future Industries se comprometió, en 2021, a invertir los US$8400 millones.
En el Ministerio de Economía dijeron a este medio que el proyecto se girará al Congreso en los próximos días, tras una larga demora que mantuvo paralizada las inversiones.
De acuerdo con la información oficial, para la clasificación del hidrógeno se utilizan definiciones y tipologías por colores (verde, azul y rosado). “Los tipos de hidrógeno son definidos bajo un criterio tecnológico: verde y rosa corresponden a su producción a partir de electrólisis de agua de fuente de energía renovable y nuclear, respectivamente, y azul a partir del reformado de gas natural incluyendo una etapa de captura de carbono”, expresa el resumen del proyecto.
El hidrógeno verde es considerado “el combustible del futuro” por el bajo impacto ambiental que tiene su proceso de producción, ya que para fabricarlo no se libera dióxido de carbono, sino vapor de agua. Esta fuente de energía es generada mediante el proceso de electrólisis –es decir, aquel que separa los elementos de un compuesto, como el hidrógeno y el oxígeno, por medio de la electricidad– a partir de energías renovables como la eólica y la solar. En estos dos tipos, la Argentina tiene un gran potencial debido a los vientos de la Patagonia y el sol de la región del Noroeste.
En cuanto al hidrógeno azul, se prevé que “que la autoridad de aplicación defina, en la reglamentación, los estándares de máximos de emisiones de gases de efecto invernadero”, y que “involucren la utilización o transformación de combustibles fósiles y en cuyo proceso productivo se incluyen una o más etapas de captura, y el almacenamiento o utilización de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en su obtención de manera de reducir significativamente su liberación a la atmósfera”.
Las claves económicas del proyecto
“Los titulares de proyectos de producción de hidrógeno que cuenten con su declaración de Inclusión gozarán de un monto de libre aplicación de hasta el 50% de las divisas obtenidas en las exportaciones vinculadas al proyecto, para poder ser destinadas al pago de capital e intereses de pasivos comerciales y/o financieros con el exterior”, indica el borrador, sobre el acceso a divisas.
Sobre las retenciones, asegura que “se establecen alícuotas porcentuales máximas, medidas en términos del valor FOB por tonelada, que varían en función del tipo de hidrógeno y el momento en que se efectúan. La alícuota del 0% se aplica a las exportaciones realizadas durante los primeros 10 años de vigencia de la ley y para el tipo de hidrógeno verde o rosa, y sus vectores asociados”.
Y detalla: “Los proveedores de la cadena de valor del hidrógeno de bajas emisiones, incluyendo proveedores de equipamiento y sus piezas y partes, gozarán de la exención de aranceles respecto a la importación de bienes de capital, líneas de producción, partes y/o piezas –nuevas en todos los casos–, destinadas a aumentar la oferta nacional y a la integración nacional de conjuntos y subconjuntos de la cadena de valor del hidrógeno de bajas emisiones, en la medida que sean destinados a los proyectos promovidos en el marco del régimen promocional de la ley”.
Los beneficios fiscales, que durarán por 30 años, incluyen: amortización acelerada en el impuesto a las ganancias, acreditación y/o devolución anticipada del Impuesto al Valor Agregado (IVA), extensión del plazo para computar los quebrantos, deducción de la Carga Financiera del Pasivo Financiero, pago a cuenta en el impuesto a las ganancias por un importe equivalente al 10% del monto del componente nacional que fuera incorporado de forma excedente a los mínimos establecidos, exenciones por importación de bienes (solo por 10 años) y estabilidad fiscal. “Los plazos se van acotando en función del momento de adhesión al régimen”, aclararon sobre este punto.
La expectativa de la empresa
Si bien hay varios proyectos en marcha en la Argentina que buscan producir hidrógeno verde, el más ambicioso y con mayor desarrollo en la actualidad es el de la firma australiana. A la espera de una legislación federal que regule esta industria incipiente en todo el mundo, mientras tanto logró avanzar en la etapa de prefactibilidad, que consiste en el estudio de impacto ambiental y social, así como también análisis para la medición de vientos, que deben realizarse durante las cuatro estaciones del año para garantizar la obtención de datos precisos y con rigor científico, entre otras evaluaciones.
Ante la consulta de LA NACION, desde Fortescue Future Industries celebraron el envío del proyecto de ley al Congreso, al que consideran “fundamental para el desarrollo del proyecto Pampas”, aunque aseguraron que se van a tomar unos días para analizar en detalle la letra chica del texto.
Por su parte, Sebastián Delgui, director regional de Asuntos Públicos y Comunidades de la compañía, quien participó en el Foro Global de Hidrógeno Verde 2023, destacó “el potencial y la importancia del hidrógeno verde en la transición energética”, así como “la necesidad de un marco regulatorio que fomente su crecimiento y aproveche al máximo su potencial”.
En referencia al marco regulatorio, Delgui indicó que “estas inversiones de capital intensivo requieren disponibilidad de divisas para el pago de deuda y acreedores del exterior para poder así garantizar la operatividad y cadena de pagos” e insistió con la necesidad de la convivencia de ley de fomento del hidrógeno verde y zonas francas”.
Con la colaboración de Francisco Jueguen
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