Acreedores contra Axel Kicillof. "Nos cantaron retruco con un cuatro de copas"
Los tenedores del bono Buenos Aires 2021 (BP21), que vence el próximo domingo 26, se pusieron en contacto con el equipo del gobernador Axel Kicillof unos días después de saber los resultados de las PASO. Desde ese momento, la mayoría se agrupó en varios comités y le advirtieron al exministro de Economía que a menos de dos meses de asumir tendría que hacer frente al pago de US$277 millones.
"Perdieron el tiempo durante dos meses y después nos cantaron retruco con un cuatro de copas", señaló el miembro de uno de los comité que negocia con el ministro de Economía bonaerense, Pablo López.
Por eso, los analistas económicos que siguen de cerca el proceso no entienden la estrategia de la provincia, que comunicó por una solicitada en los medios que no podía hacer frente al pago de US$250 millones de amortización del BP21 a menos de dos semanas de que venza, y que señaló después que, si los tenedores del 75% del capital no aceptan la postergación, Buenos Aires entraría en default.
Esa estrategia estuvo apoyada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, que ofreció una conferencia de prensa un día antes de saber la respuesta de los tenedores del bono. "La provincia coordina con la Nación la estrategia, no es que se lanzó sola. Esperemos que haya voluntad por parte de los bonistas para tener una solución ordenada, porque si la solución termina siendo desordenada, se van a perjudicar todas las partes", indicó.
La advertencia de Guzmán no alcanzó para convencer a los acreedores, que no conocen el plan económico que tienen en mente la Nación y la Provincia. Así lo indicó el comunicado que mandó uno de los grupos, cuyos representantes no llegan al 75% del capital a postergar, pero sin ellos es imposible lograr ese umbral.
"La provincia ha llevado a cabo la solicitud de consentimiento en un plazo truncado, sin el beneficio de un proceso formal de identificación de tenedores de bonos, y en ausencia de un plan integral para la deuda de la provincia", dijeron en el comunicado. Aunque dejaron la puerta abierta para "entablar negociaciones de buena fe sobre la base de un plan económico sólido e integral".
¿Qué puede pasar de acá hasta el 31 de enero a las 17, fecha en que vence el nuevo plazo propuesto para que los acreedores den una respuesta? "Una opción es que los bonistas acepten 'patear' los vencimientos, pero que le pidan a la provincia que pague un 0,5% del capital que vence ahora en efectivo como un 'endulzante'. Algo similar le pidieron los acreedores a la empresa Clisa (del grupo Roggio) hace una semana, cuando solicitó postergar el vencimiento de una obligación negociable por US$270 millones. Ofreció pagar en efectivo el 0,5% del total y el 90,1% de los acreedores aceptó postergar el resto del vencimiento", explicó Sebastián Marill, economista de FinGuru.
Dada la urgencia, ahora las negociaciones contrarreloj serán principalmente con el comité que envió el comunicado y con los otros principales tenedores de bonos que todavía no se identificaron. En caso de convencerlos, se generará el "momentum y la convicción" para sumar al resto de los acreedores. "Convencer al comité sirve para tirarse a la pileta y saber que hay agua", explicaron actores que son parte.
"La estrategia del Gobierno es equivocada, porque han hecho del tema de la deuda, el punto central de la política económica. En realidad es al revés en todas partes del mudo, primero se muestra cómo es el programa económico, el esfuerzo fiscal socialmente sostenible, las reformas que se van a llevar a cabo para crecer en el largo plazo, y de eso surge la capacidad de pago que tiene el país para iniciar las negociaciones. El Gobierno no muestra su compromiso fiscal ni dice cuánto le va a costar en subsidios el congelamiento de tarifas. Es muy difícil así atraer a los tenedores de bonos a un canje de deuda que sea considerado de buena fe", opina Guillermo Mondino, fundador de Mogador Capital.
Sobre la negociación con la provincia de Buenos Aires, el economista además señala que los tenedores de bono no perciben que haya una falta de capacidad de pago, sino una falta de voluntad. "Kicillof dijo públicamente que en mayo va a pagar pase lo que pase con la negociaciones de la Nación. ¿Pero qué otra cosa fundamental habrá cambiado en la Argentina de acá a mayo que hace que ahora no pueda pagar? Los acreedores son fondos institucionales grandes con obligaciones fiduciarias, que manejan plata de terceros. Tienen al lado abogados y controladores de riesgo. La primera pregunta que le harán es qué habrá cambiado en la Argentina en mayo y luego si están haciendo lo mejor para sus cliente con aceptar el estiramiento de plazos".
"No se hizo la tarea previa de consulta. Hay mucha preocupación por la dirección en el cual marcha este proceso y creo que el Gobierno se equivoca. Lamentablemente estas cosas luego se pagan con ajustes más grandes y después hay que remar en contra. Si tuviera que dar un consejo es que revisen la estrategia y traten de articular un programa", concluyó Mondino.
Otro analista argentino que vive hace años en Estados Unidos coincidió: "Sorprende que se estén manejando de una forma extremadamente amateur, desordenada y poco profesional con la deuda de la provincia. Se ve que hay una inexperiencia my grande, necesitan tener mucho mejor asesoramiento, gente que conozca de estas situaciones. Unilateralmente se anunció que se iban a cambiar los términos, posponer los pagos, pero sobre el pucho, con muy poco tiempo. Si esto es lo que se usa como molde para la negociación más importante con la República, no es para nada aliciente".
Y agregó: "El Gobierno no parece entender que es necesario mostrar un plan económico primero para llegar a una solución de la deuda. Van dos meses de administración, luego de una larga transición, y todavía no hay un programa, hay medidas aisladas e inconsistentes entre sí. Mientras tanto, el reloj sigue corriendo y las reservas son muy finitas. El deadline que se pusieron de fines de marzo es totalmente inalcanzable".