Buenos Aires. Se desploman sus bonos por las dudas sobre su capacidad de pago
La problemática de la deuda no es exclusiva del Tesoro nacional. Con vencimientos por US$2705 millones, la provincia de Buenos Aires enfrenta un calendario exigente y se encamina a su propia renegociación. En ese escenario, el mercado tomó nota del testimonio del ministro Martín Guzmán, quien dijo hoy que la Nación no tiene en sus planes un giro de fondos para asistir al mayor distrito del país, y los bonos provinciales se desplomaron hasta un 8%.
"No estamos contemplando hacer un salvataje financiero por US$250 millones el día 26 de enero", dijo el titular del Palacio de Hacienda, según consignó Clarín. Su afirmación hace referencia a uno de los vencimientos que forman parte de los US$725 millones de deuda provincial que, entre capital e intereses, vencen en enero.
El planteo empeoró, entre los inversores, las ya delicadas perspectivas de la deuda provincial, en una dinámica que impactó en la cotización de los títulos de deuda de ese distrito. En el arranque de la semana, cayó 8% el bono Buenos Aires 2021 (BP21D)–con ley neoyorquina- o bajó 6% el Buenos Aires 2028 (BP28D) –también bajo ley extranjera-, ambos en moneda estadounidense.
En este escenario, desde el Ministerio de Economía no hubo nuevos comentarios. Ante la consulta de LA NACION, voceros de Martín Guzmán solo remitieron a las afirmaciones anteriores del titular del palacio de Hacienda.
Para el gobernador Axel Kicillof, quien incluyó en su propia ley de emergencia económica la facultad de renegociar la deuda provincial, el escenario avanza entre la necesidad de refinanciar o reperfilar, el riesgo de default y la, al menos por ahora, un poco más lejana posibilidad de recibir fondos por parte del Tesoro nacional.
Según un informe de Elypsis, este año Buenos Aires enfrenta vencimientos por US$2705 millones, que representan un 84% de sus ingresos totales. Ese ratio (deuda sobre ingresos), ubica al distrito como el segundo entre los peores comparando todas las provincias del país: el promedio es del 52%.
El calendario juega en contra de Kicillof: enero presenta vencimientos por US$725 millones entre capital e intereses, un monto casi nueve veces mayor que en febrero (US$84 millones).
"El gran problema que debe afrontar la provincia no es simplemente la abultada carga de vencimientos en 2020, sino que más de un 80% de ese total corresponde a deuda emitida en moneda extranjera bajo ley de Nueva York. Esto implica que no se puedan simplemente ‘reperfilar’ vencimientos como hizo el gobierno Nacional con las Letes en dólares", sostiene Lorena Giorgio, economista senior de Econviews. Papeles como el BP21, que el 26 de enero tiene un vencimiento por un tercio de los US$750 millones emitidos o el PBE250, que el 17 de enero tiene un vencimiento de alrededor de US$250 millones aparecen como las principales urgencias.
Las alternativas
Sin caja propia para hacer frente a estos vencimientos, el gobierno provincial emula al nacional y ya convocó a tenedores de bonos para avanzar en su propia renegociación, con el objetivo de avanzar en un canje voluntario o algún tipo de acuerdo para evitar el default. Mientras tanto, un comité que representa a tenedores de bonos emitidos por la provincia ya contrató al bufete de abogados Arnold & Porter como asesores internacionales y al estudio Bruchou Madero & Lombardi como representantes locales, según consignó la agencia Bloomberg.
El objetivo es "facilitar el diálogo con las autoridades provinciales ante los posibles desafíos de liquidez que la provincia podría enfrentar", indicó el comité en un comunicado citado por la agencia.
"Lo que le vence a la provincia de Buenos Aires en 2020 con el sector privado es lo mismo que la Nación pagó en los 20 días de diciembre en los que Alberto Fernández fue presidente", detalla Martín Kalos, economista jefe de Elypsis.
"Los montos de Buenos Aires son menores y en otro contexto podría socorrer a la provincia, pero ahora la Nación está inmersa en su propia renegociación y no puede disponer libremente de sus recursos. Pero tampoco le conviene que Buenos Aires entre en default, porque genera consecuencias negativas sobre la deuda del país, desconfianza y dudas sobre la capacidad de pago de toda la Argentina", agrega el economista, quien abre la posibilidad a que un tercero (un organismo multilateral, un banco o un fondo de inversión) se involucre en el proceso para evitar el default mientras avanza la renegociación.
Además de los números, también pesa la política. Para Alberto Fernández y Martín Guzmán, asistir a Buenos Aires implicaría evitar el riesgo de default provincial, aunque abriría la puerta a que otros gobernadores reclamen para su deuda las escasas divisas que el Tesoro cuida para mostrar en su renegociación. No hacerlo, en cambio, implicaría dejar cerca del default a Kicillof, el gobernador mimado por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Según Federico Furiase, director de Eco Go, los peligros que abre la segunda alternativa superan a los que se generan si el Tesoro finalmente gira las divisas al gobierno bonaerense. "El Gobierno nacional debería priorizar el riesgo sistémico y evitar un evento de crédito en la provincia, que podría generar un efecto derrame. Dejar caer a la provincia arriesgaría el proceso de renegociación de la deuda y la estabilización de las variables nominales de la macroeconomía", sostuvo.
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