Bronca, rebusques y trabas para ingresar al banco dólares en mal estado
Aunque en agosto la autoridad monetaria decidió hacerse cargo de la exportación de los billetes deteriorados hacia Estados Unidos para impulsar el blanqueo, no todas las entidades financieras los aceptan; mencionan falta de insumos, costos de operación y “el negocio de las cuevas”
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Son las 12 del mediodía y el cajero del banco revisa billete por billete. Si el dólar está manchado de humedad, no lo acepta. Si tiene alguna marca de lapicera o un sello, tampoco. Al resto, los aceptables (cara grande o cara chica, pero sin rayaduras, roturas, ni desgastes de ningún tipo), los pasa por la máquina que cuenta el dinero.
“¿No hay una resolución del Banco Central que dice que tienen que aceptar los billetes manchados?”, pregunta Laura (el nombre real se modificó para preservar la identidad). El enojo es evidente: en la sucursal de un banco privado ubicado en el conurbano bonaerense, le rechazaron US$6400 que iban a ingresar en la Cuenta Especial de Regularización de Activos (CERA). “La resolución era optativa y nosotros no nos adherimos”, responde el cajero.
Para incentivar el blanqueo de capitales, a comienzos de agosto pasado, el Banco Central emitió la Comunicación A 8079, en la cual le comunicó a las entidades financieras que asumiría el costo de enviar los dólares deteriorados, manchados o de series anteriores hasta la Reserva Federal de los Estados Unidos (FED). El objetivo era que los bancos acepten hasta fin de año cualquier tipo de billetes, para que el dinero guardado debajo del colchón entre al sistema financiero. Los gastos irían por su cuenta.
“Para los bancos, esta operatoria es voluntaria, no tiene costo y estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2024. Con esta iniciativa, se favorece el uso de dólares billetes que hoy eran rechazados y que complicaban las transacciones en moneda extranjera. El BCRA ya brindaba el servicio de provisión de dólares billetes a los bancos y con esta nueva facilidad hace simétrica la operatoria vigente”, explicó la entidad monetaria en redes sociales. En ese mismo posteo, decenas de usuarios etiquetaron a sus bancos (tanto públicos como privados) y contaron que cuando fueron hasta la caja no les aceptaron todos los billetes.
Las personas que tienen dólares deteriorados, manchados o de series anteriores tendrán más facilidades para depositarlos en cualquier cuenta en las entidades financieras porque el BCRA se encargará de enviar esos billetes a la Reserva Federal de los Estados Unidos.
— BCRA (@BancoCentral_AR) August 2, 2024
Para los…
En una recorrida por distintos bancos de la Ciudad de Buenos Aires, LA NACION lo confirmó. En una entidad, Enrique fue a cambiar dólares por euros, pero los manchados o rayados únicamente se los tomaban con un costo extra de $5000.
Mariana fue dos veces a un banco privado: la primera vez, le dijeron que recién en octubre se los podrían aceptar; la segunda, que no se podía depositar en la caja de ahorro, sino que era únicamente para cuentas CERA. Laura, luego de que le rechazaran los US$6400 que se sumarían específicamente al blanqueo de capitales, lavó los dólares con lavandina para intentar quitarle las manchas. Al día siguiente, cuando volvió por la revancha, le rebotaron ocho de esos 64 billetes. Únicamente en un banco privado no los revisaron y los tomaron todos.
Del otro lado del mostrador, los bancos explican que toman tanto dólares “cara grande” como los “cara chica” (serie vigente más antigua del billete de US$100, emitida entre 1914 y 1996). Aunque las cuevas cobran un diferencial, desde las entidades financieras explican que “valen lo mismo”, tal como dice la normativa local e internacional. Por eso, también, suelen ofrecer los “cara chica” en los cajeros cuando el cliente quiere retirar sus dólares y no tienen “cara grande”.
Sin embargo, los billetes manchados, rayados o rotos son otro cantar. No los vuelven a poner a recircular por las calles argentinas (en parte, porque los usuarios se quejan; otro tanto, porque no están en condiciones), por lo que la solución es exportarlos a los Estados Unidos a través del Bank of America.
El servicio es prácticamente un “puerta a puerta”: la compañía retira los dólares, los acondiciona con los requisitos que pide la Reserva Federal, y los entrega. Ahora, si bien el Banco Central ofrece hacerse cargo del costo de envío, el acondicionado queda en mano de los bancos. Y los insumos para hacerlo son importados.
“Con el Bank of America te liberas del problema. Si bien el Banco Central abrió la puerta para hacer los envíos, quieren que estén listos para entregárselos a la FED. Pero la Reserva Federal requiere que cada billete tenga una faja de color (dorado o azul), nominalidad, especie, sello, una bolsa de nailon particular, insumos que se tienen que traer del exterior. Recién esta semana llegaron a las transportadoras, como para poder ofrecer el servicio, y la capacidad es limitada. Una sola transportadora, muy chica, hizo el intento, pero se los rechazaron porque la calidad del armado estaba mal, no tiene experiencia. Pero esto no es ‘gratis’ para los bancos, el costo del proceso es prácticamente el mismo que si lo exportásemos nosotros”, explicó el gerente de una entidad.
Los banqueros explican que no todos los billetes en mal estado se toman igual. Si el cliente es “importante” para la empresa, y mueve grandes cantidades de dinero, no suelen poner trabas. Dicen que si el dinero es para blanquear, tampoco ponen “peros”, aunque en la práctica LA NACION se encontró con anécdotas que demuestran lo contrario. Los rayados, rotos y desgastados, que tengan un 90% del billete original, los aceptan. Pero los “contaminados”, aquellos que tienen moho o humedad, suelen evitarse a toda costa porque tienen alto riesgo de rechazo por parte de la FED.
“La operación del Banco Central exige que el cliente presente una declaración con el motivo del deterioro de los billetes, luego nosotros hacemos el recuento manual, y deberíamos hacer un registro por billete para hacer el armado del depósito. Pero además, el proceso de exportación no está garantizado por el Banco Central. La plata queda en consignación y, si dentro de un año se exporta y la Reserva Federal no acepta ciertos billetes, nosotros recibimos el rechazo, se nos debita y el banco debe enviar la partida a pérdida”, explican.
Hay otro tema. Para los bancos, los dólares que están en mal estado suelen venir de las cuevas y, por ende, del dinero informal. Incluso con el blanqueo, prefieren “no participar” del circuito. Por eso ponen impedimentos cuando el cliente busca cambiar los billetes o incluso depositarlos en las cajas de ahorro en dólares.
“Los depósitos en las cajas de ahorro implican que el mercado informal podría utilizar esta vía para tomar billetes deteriorados, cobrar un spread (diferencia) y luego de bancarizar estos depósitos, hacerse de billetes nuevos. Por lo tanto, este es el mayor temor por el cual los bancos estamos bastante cautos para recibir estos billetes. No queremos ser el medio para que el mercado informal siga rentabilizando su negocio con el riesgo de pérdida para nosotros”, cerró otra entidad.
Qué hacer con los dólares deteriorados
Si el banco local no acepta los dólares deteriorados, existe la opción de presentar los billetes ante la Oficina de Grabado e Impresión de Estados Unidos y canjear los papeles que están parcialmente destruidos o sumamente deteriorados a manera de servicio público gratuito. Sin embargo, para eso se deberá gestionar el envío hasta Washington D.C., donde los expertos examinaran cada caso y autorizarán la emisión de un cheque por el valor del efectivo que fue determinado como canjeable.
Todos los años, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos gestiona aproximadamente 30.000 reclamos y canjea billetes mutilados por un valor superior a los US$30 millones. Se consideran billetes mutilados aquellos que conserven más de la mitad del papel original o que estén en tal estado que el valor sea dudoso y sea necesario un análisis especial para poder determinar cuánto representa.
Según explican desde la Embajada de Estados Unidos en la Argentina, las causas más comunes para los billetes mutilados son daños causados por fuego, agua, sustancias químicas, explosivos; daños causados por animales, insectos o roedores; y petrificación o deterioro por haber permanecido bajo tierra. En el envío, se debe incluir una carta que indique el valor estimado del dinero y una explicación de las circunstancias para que el dinero haya terminado de esa manera.
De acuerdo con el reglamento, los billetes se canjearán siempre y cuando el papel represente más del 50% de un billete identificable como dinero; o si tiene un 50% o menos, el método de mutilación y la evidencia comprobatoria demuestren a satisfacción que las partes que hagan falta hayan sido totalmente destruidas. En caso de que el billete esté sucio, rayado o simplemente manchado, deberán cambiarse en cualquier banco estadounidense.
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