Brasil devaluó 3% y crece la inquietud argentina
Los industriales temen que se enfríe la economía de ese país
Con el dólar casi congelado en la Argentina, las miradas de los industriales están hoy más pendientes de las pizarras que marcan la cotización en Brasil. El real ayer volvió a devaluarse un 3% y crecen las señales de alarma a este lado de la frontera.
Por ahora, los empresarios argentinos creen que se trata de un fenómeno coyuntural (la depreciación de la moneda brasileña llega al 14% en lo que va del mes). El riesgo de que se profundice pasa por una expansión del déficit bilateral, un menor margen de ganancia para quienes exportan al mercado brasileño y una pérdida de competitividad en aquellos sectores que en el último tiempo crecieron bajo el amparo del "súper real".
"Mas allá de lo que pase con lo cambiario, lo que más preocupa es que Brasil siga creciendo, porque si eso no ocurre sus excedentes de producción pueden impactar en nuestra economía", sostuvo el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, poco después de conocerse que el dólar cerró en Brasil a 1,85 reales por unidad. Agregó que puede tratarse de una estrategia coyuntural para evitar la salida de capitales, como sucedió en 2008, pero después se volvería al equilibrio pre crisis.
En una línea similar se expresó Fabio Rozenblum, presidente de la asociación de autopartistas (AFAC). "En la medida en que el real se debilita, la competitividad argentina cae y eso es un factor de preocupación -afirmó-. Si es un hecho estructural y la Argentina no va a acompañar con los movimientos de su moneda y se va a perder la diferencia cambiaria, entonces sí es para preocuparse. Pero yo pienso que no es definitivo y que son reacomodamientos provocados por la incertidumbre mundial."
En una reciente encuesta realizada entre los socios de la Unión Industrial bonaerense, más de la mitad de los industriales se mostraron inquietos ante la posibilidad de una devaluación de la moneda brasileña.
Otro aspecto es qué puede pasar con los precios del mercado interno, que repercuten en las industrias que exportan a Brasil. Los sectores textil y del calzado ya se habían acostumbrado a vender allí a un 50% más caro -medido en dólares- que lo que se conseguía ese mismo producto en la Argentina. Una chomba Lacoste, por ejemplo, costaba hasta hace un mes casi un 80% más en San Pablo que en Buenos Aires. Esos márgenes ahora fueron recortados.
El empresario Guillemo Gotelli, que exporta calzado Pony, consideró que los precios internos de Brasil siguen siendo más altos que los argentinos. "Lo que podría afectarnos es que el nivel de actividad se enfríe demasiado y haya sobrantes", señaló. Un dato que algunos miran con preocupación es que mientras que entre enero y julio las exportaciones argentinas a Brasil crecían al 19,5%, en agosto esa tasa se desaceleró al 11,6 por ciento.
Ayer el real llegó a niveles que no se registraban desde junio de 2010. Para Jorge Vasconcelos, economista del Ieral, Brasil pasó ahora a terreno negativo en la inflación en dólares. Hasta agosto último, la apreciación cambiaria produjo una inflación del 18% en dólares, pero de continuar este proceso Brasil pasaría a tener una tasa negativa del 5,8%y dejaría de ser "el paraguas en el que la Argentina protegió el deterioro de su competitividad".
"La competitividad industrial de la Argentina quedará rápidamente en off side , en la medida en que el nuevo escenario descripto haya llegado para quedarse", dijo Vasconcelos, y puntualizó que otra posible víctima es el turismo, ya que los brasileños representan el 32% de un mercado que mueve US$ 5000 millones al año.
GM siente el efecto pero es optimista
"Un dólar cercano a 1,80 reales en Brasil, 5 centavos más o menos, es razonable. Encima de eso, la Argentina empieza a ser menos competitiva." El presidente de General Motors Argentina, Sergio Rocha, resumió así ayer su evaluación del sector frente a la política cambiaria. Al presentar la nueva versión de la Chevrolet Captiva, Rocha reconoció que en la planta de Rosario están suspendidas las horas extras por la desaceleración de las ventas en Brasil. "Pero volverán en octubre", afirmó.
lanacionar