Bolsillos flacos: los primeros datos de marzo confirman que se consolidó la recesión
Las ventas del comercio minorista cayeron 12,6% interanual, según la CAME, mientras que la recaudación del Estado por IVA se redujo un 20% real; cuáles son los cambios de hábitos de los consumidores y hasta cuándo se podría observar esta tendencia
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En marzo, la actividad económica volvió a caer. Tras el fogonazo inflacionario que se registró en los últimos meses, los salarios no lograron acompañar la suba de precios en la misma medida y las familias se vieron obligadas a recortar ciertos gastos y cambiar sus hábitos de consumo. Es una realidad que está impactando en los números de facturación de los comercios, aunque los analistas económicos proyectan que en abril la tendencia a la baja podría empezar a revertirse.
Este domingo, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) reveló que en marzo las ventas minoristas de los comercios pymes registraron una caída del 12,6% frente al mismo mes del año pasado, por lo que acumula un retroceso de 22,1% en el primer trimestre del año. Incluso, en la comparación frente a febrero, observaron una disminución del consumo del 3,2%.
“Los comercios están atravesando meses delicados, con pocas ventas y subas de costos. Especialmente en marzo fue notorio el incremento en los montos de los servicios públicos. Aquellos locales más intensivos en el uso de energía, por ejemplo, como alimentos y bebidas, vieron saltar las cifras en sus boletas de luz. A su vez, las familias vienen cuidando fuertemente sus gastos incluso cuando hay opciones de pagos con tarjetas o en cuotas. Hay incertidumbre sobre cuánto durará la recesión y por eso prevalece la precaución al momento de comprar”, explicó la entidad empresaria.
De todas formas, a pesar de los intentos del Gobierno por intentar apuntalar el consumo con el lanzamiento del programa de financiamiento Cuota Simple y la baja en las tasas de interés, los argentinos tampoco están utilizando de forma generalizada la tarjeta de crédito. En marzo, las compras con este medio de pago ascendieron a $6.523.158 millones, según un informe de First Capital Group. Esta cifra significó una suba del 5,1% nominal mensual, muy por debajo de la inflación proyectada para ese mes, que se encontraría entre el 10% y el 13%, según las principales consultoras económicas.
Esta contracción se puede observar en todos los préstamos en pesos del sector privado, que en el último mes crecieron un 6% nominal, a $20,1 billones. “Aun con tasas de interés muy bajas, un escenario de mayor recesión también puede llevar a un mayor debilitamiento de la demanda de crédito. No solo se postergan proyectos de inversión, sino que también está afectado el consumo por incertidumbre sobre ingresos futuros”, señalaron en Quantum Finanzas.
El dato de CAME no fue el único que se conoció esta semana y que da cuenta de que en marzo la actividad económica volvió a caer. Otra pista se observó en la recaudación tributaria, ya que los ingresos que tuvo el Estado provenientes del Impuesto sobre el Valor Agregado (IVA) cayeron un 20% anual real y duplicaron la baja registrada en febrero. Este tributo está ligado directamente al consumo y a la actividad económica.
En la consultora LCG, si bien esperan que en los próximos meses la recesión se modere, descartaron una “recuperación en forma de V” para este año. “El gasto público seguirá sujeto a la necesidad de equilibrar las cuentas públicas y el consumo privado se verá afectado por el desplome de los salarios y la licuación de activos, herramientas utilizadas como anclas inflacionarias. Relajar estas cuestiones atentará contra el objetivo primario del Gobierno, que es reducir la inflación”, consideraron.
Para Fernando Marull, economista de FMyA, al momento los datos siguen arrojando que no hubo un rebote de la economía en marzo. Aunque, de cara a los próximos meses, espera que la tendencia empiece a revertirse. “En abril el salario le ganaría a la inflación y empezará a impactar la cosecha. Veremos si alcanza a mostrar señales positivas”, agregó.
Los rubros con mayor impacto
Hay sectores donde el ajuste que hicieron los hogares en su economía familiar se sintió más que en otros. De acuerdo con el índice de Ventas Minoristas Pymes que elabora la CAME, seis de los siete rubros que releva la entidad registraron una caída en sus ventas en comparación con el año pasado.
La mayor retracción se registró en Perfumería. Este sector sufrió un derrumbe del 27,5% interanual y del 9,1% frente a febrero pasado. Según explicaron en la entidad empresaria, es el rubro que más bajó porque los productos “subieron mucho en los últimos meses”, lo que llevó a muchos comercios a incorporar promociones del estilo 2x1 para intentar impulsar las ventas. Además, resaltaron que “se siente el menor poder adquisitivo al no ser un producto esencial”.
Una tendencia similar se observó en el sector Farmacias, donde las ventas se desplomaron un 21,9% a precios constantes frente a marzo de 2023 y del 3,8% en comparación con el mes anterior. Se observaron distintos comportamientos por parte de los clientes, como pedir medicamentos sin receta por unidad (en vez de la caja entera). “Otra situación llamativa fue el desdoblamiento de las recetas, donde la gente va al médico y si tiene que comprar más de un medicamento lo pide en dos recetas diferentes por si no tiene recursos para comprar los dos a la vez en función de los precios nuevos”, dijeron.
En el rubro de Ferretería, materiales eléctricos y materiales de la construcción, las ventas cayeron 19,6% interanual y 4,6% frente a febrero. Entre las causas, CAME señaló el freno de la obra pública y que las familias llevan adelante menos refacciones del hogar “por falta de dinero y subas de materiales”. Esta misma explicación aplica a Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles, sector donde se observó una baja del 17,7% anual y 6,7% mensual. En tanto, en el rubro de Alimentos y Bebidas, las ventas se contrajeron 15,5% anual en marzo y 2,7% en comparación con febrero.
El sector de Calzado y marroquinería tuvo un retroceso en las ventas del 5,9% anual y 2,1% mensual, rubro que se vio favorecido por el inicio del ciclo lectivo, que reactivó la demanda por el calzado escolar y deportivo. No obstante, el caso llamativo fue el de Textil e indumentaria. En marzo las ventas subieron un 10,2% frente al año pasado, por lo que fueron los únicos comercios con cifras positivas, aunque en el análisis intermensual bajaron un 0,4%.
“El inicio del ciclo lectivo reactivó a las tiendas orientadas a ese rubro. Sin embargo, lo que más marcó diferencias en el sector fue cierto congelamiento de precios y descuentos de altísimo impacto. De todos modos, hay que tener en cuenta que marzo del año pasado fue un mes malo para este ramo, el descenso había sido del 10,1% con respecto a 2022. Por otra parte, hay temor en los locales de ciudades de frontera, especialmente con Chile, porque el tipo de cambio favorece a los trasandinos”, cerró la CAME.
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