Beneficios efímeros a costa del patrimonio de empresas y familias
Nunca hay que subestimar la imaginación de un gobierno populista que se queda sin plata. Por supuesto, siempre será difícil superar la imagen de Nicolás Maduro hablándole al pajarito Chávez. Pero nuestras autoridades económicas han dado muestras importantes de cierta liviandad al considerar los costos (enormes) de una medida adoptada por la Comisión Nacional de Valores (CNV) que sólo traerá beneficios efímeros al Gobierno a costa del patrimonio de familias y empresas.
La CNV dio a conocer una resolución mediante la cual los fondos de Inversión (FCI) deben valuar sus activos en dólares al tipo de cambio oficial, sin importar que se negocien en el mercado local en pesos y a un precio mucho mayor. Ese precio expresado en pesos es el que utilizan los fondos para comprar y vender sus tenencias de esos activos ya que no pueden acceder a comprarlos al tipo de cambio oficial. Su precio en pesos refleja el valor en dólares de los activos, pero valuados al tipo de cambio de contado con liquidación. Y viceversa, el contado con liquidación es el resultado de computar cuántos pesos hacen falta para comprar bonos en dólares con pesos. Como un bono que cotizaba a $ 1400 por cada US$ 100 ahora será contabilizado a $ 940 (el tipo de cambio oficial), los FCI vendieron para evitar una pérdida para sus ahorristas. Como todos lo hicieron a la vez, los bonos bajaron y también las cuotapartes de los ahorristas en FCI. El Gobierno adujo que tomó la medida para "proteger" a los ahorristas de los FCI, pero no obligó a aplicar igual criterio al Fondo de Garantía de Solidaridad de la Anses ni a los bancos. Si lo hubiera hecho, los jubilados habrían sido protegidos con una pérdida de unos 30.000 millones de pesos.
La única lógica por detrás de la medida de la Comisión Nacional de Valores (CNV) fue forzar a los fondos a vender sus bonos en dólares en el mercado local. Al vender sus tenencias de bonos en dólares contra pesos cae el precio de los bonos en moneda local y, por ende, se reduce el tipo de cambio de contado con liquidación, que es el tipo de cambio implícito que surge de operar bonos dolarizados contra pesos.
Corto plazo
Así, a costa del patrimonio de los ahorristas, el Gobierno logró bajar la cotización del tipo de cambio de contado con liquidación de un valor cercano a 14 pesos a uno de 13. Este efecto será efímero, puesto que cuando los FCI dejen de liquidar sus bonos, el tipo de cambio de contado con liquidación volverá a estar determinado por la oferta y demanda de divisas de los tenedores locales de pesos, y ya no por la liquidación forzada de un "stock". Y cuando el tipo de cambio de contado con liquidación se deprecia lo hace por el exceso de oferta de pesos de un gobierno que gasta mucho y que financia su déficit emitiendo dinero.
Las pérdidas que sufrirán los ahorristas por un capricho de un gobierno que siempre atacó las consecuencias y no las causas de sus actos generan un daño a un mercado de capitales ya pulverizado por la inflación, las confiscaciones y los defaults. Pero para Kicillof y sus funcionarios eso no es problema: la plata es de otros y por tres o cuatro días el Gobierno logró lo que la calidad de sus políticas no puede, que el peso se aprecie contra el dólar.
El autor es economista y presidente de Dujovne & Asociados
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