Kristalina Georgieva dijo que tuvo un buen diálogo con Batakis y se refirió al plan del FMI con la Argentina
La ministra de Economía mantuvo un contacto con el jefe del Departamento del Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn
- 5 minutos de lectura'
WASHINGTON.- En medio de la fuerte corrida contra los bonos argentinos y la disparada del dólar que aceleró la crisis de la economía, la ministra de Economía, Silvina Batakis, tuvo una “muy buena” primera conversación telefónica con la directora Gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, para comenzar a perfilar el futuro del programa argentino, la única línea de financiamiento viable que le queda al Gobierno. Ambas renovaron su compromiso con el plan económico, pero el contacto ofreció también un prólogo de las tensiones futuras entre el Gobierno y el Fondo: Georgieva advirtió que pueden ser necesarias “acciones dolorosas”.
Luego de esa primera conversación, Georgieva dijo en Twitter que la llamada había sido “muy buena”, y agregó en una entrevista con la agencia de noticias Reuters –Georgieva no ha dado entrevistas a medios argentinos– que Batakis había renovado su compromiso con el programa que tejió Martín Guzmán, y que llevó al acuerdo firmado con el Fondo en marzo último con el respaldo de Estados Unidos y el resto de las potencias del G7, principales accionistas del organismo.
“Muy buena llamada con la ministra Batakis hoy para discutir la implementación del programa de la Argentina. Esperamos continuar con nuestro compromiso constructivo para promover la estabilidad económica y el crecimiento inclusivo en un entorno global muy desafiante”, dijo Georgieva en un mensaje en Twitter.
Batakis ya había anticipado en una entrevista con El Destape luego de asumir que el plan con el Fondo debe someterse a “ajustes necesarios” y que “habrá modificaciones” por la guerra en Ucrania. Economistas, inversores y analistas del mercado creen que las metas del plan acordado con el Fondo son ya inalcanzables. A contramano de esa visión, el Fondo ha reiterado en varias oportunidades que el programa argentino es “creíble” y “realista”.
“En un marco de confianza, mantuvimos una conversación fructífera con Georgieva y esperamos continuar teniendo un diálogo positivo”, sostuvo Batakis, informó el Palacio de Hacienda.
De la conversación participaron también el director Ejecutivo por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos –único sobreviviente del equipo que negoció el programa actual–, y el jefe del Departamento del Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, y la subdirectora Gerenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath.
El rápido deterioro que mostró la economía argentina desde que el Gobierno comenzó a tener dificultades para obtener más financiamiento en pesos en el mercado doméstico ha generado alarma en Estados Unidos, donde inversores, analistas y bancos de inversión anticipan una crisis mayor, con más inflación y un ajuste más severo impuesto por el mercado ante la lentitud del oficialismo para trazar un rumbo que logre encarrilar la economía, y la crisis política del oficialismo, que por ahora no muestra una salida.
“El mundo realmente está cambiando muy rápidamente, pero ella se comprometió con los objetivos del programa y se comprometió a trabajar constructivamente con el fondo para lograr estos objetivos”, dijo Georgieva a la agencia Reuters.
Georgieva dijo que la Argentina enfrenta un “momento muy complejo y muy difícil”, y que Batakis entendía la importancia de la “disciplina fiscal”. Al ser consultada sobre posibles cambios en el programa, Georgieva sostuvo que Guzmán también tenía puntos de vista diferentes a los del FMI en ocasiones y dijo que era importante llegar a un consenso explorando diferentes opciones.
“Necesitamos tener claro que las acciones dolorosas a veces son necesarias para cosechar los beneficios de estas acciones”, dijo Georgieva, según Reuters.
El primer contacto de Batakis y el Fondo llegó en su primer día de trabajo completo en el Ministerio de Economía. A la par de un nuevo azote de los mercados al peso y a los bonos argentinos, Batakis terminó de completar su equipo en medio de un estado de alarma e inquietud en el país y en los inversores internacionales. “El mercado no tiene piso, esto te acelera todo”, sintetizaron desde un fondo en Nueva York, al mirar con enorme preocupación la continua caída que mostraban los bonos argentinos, que marcaban una huida sin fin de los inversores.
Very good call with Minister @sbatakis today to discuss implementation of #Argentina’s program. Looking forward to continuing our constructive engagement to promote economic stability and inclusive growth in 🇦🇷in a very challenging global environment.
— Kristalina Georgieva (@KGeorgieva) July 6, 2022
Ante esa nueva realidad, los parámetros del acuerdo con el Fondo pasaban a un segundo plano: las proyecciones del plan y las metas quedaban disueltas por la realidad, a la espera que los contactos futuros entre Batakis y el staff puedan llegar a brindar un nuevo dique de contención que frente la sangría de la economía. Por ahora el programa con el Fondo quedó otra vez en el limbo, tal como ocurrió con el plan del gobierno de Mauricio Macri luego de las primarias presidenciales de 2019, que desataron una ola masiva de ventas y provocaron una fuerte devaluación que se llevó puesta en los hechos al programa económico. Guzmán comenzó a fines de 2019 una larga negociación que terminó en la firma de un nuevo plan, un Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, según sus siglas en inglés) que fue ampliamente visto como un programa “light” para comprar algo de tiempo.
En Estados Unidos persiste la certeza de que la crisis en la Argentina es política y requiere por lo tanto de una solución política, y el deterioro que ha mostrado la economía en las últimas semanas responde en gran medida a las enormes dificultades del oficialismo para tejer un rumbo que genere confianza y brinde garantías sobre la estabilidad de la economía.
Un informe del banco de inversión JP Morgan que circuló luego de la designación de Batakis dijo que el equilibrio de poder en el Frente de Todos se había volcado hacia el kirchnerismo, alertó por el riesgo a una hiperinflación y dijo que la Argentina se encuentra en una situación de “desequilibrio latente”.
“El nombramiento de Batakis parece indicar que el equilibrio de poder se ha inclinado hacia el lado kirchnerista, y esperaríamos una postura fiscal más expansiva y, potencialmente, una renegociación del programa del FMI en medio de crecientes desequilibrios y una brecha cambiaria más amplia”, indicó un informe del banco de inversión JP Morgan.