Dónde están los combustibles más baratos y más caros de Capital Federal
Puede haber diferencias de hasta $8 por litro en el caso de la nafta súper según el lugar; en parte, se deben a la cantidad de estaciones que hay en cada barrio
En la disputa diaria contra la inflación , cada ahorro suma y a la hora de cargar combustible , la ecuación cambia según el lugar en el que se llene el tanque. Un ejemplo: en la Capital Federal puede haber una diferencia de precios de hasta $8 en el litro de nafta súper, si se compara la más cara con la más barata.
Así surge de un relevamiento que hizo LA NACION a partir de datos oficiales pertenecientes a la Secretaría de Energía sobre casi 180 estaciones de servicio. El cálculo toma en cuenta los valores de septiembre (los últimos disponibles a nivel oficial), por lo que no contempla eventuales modificaciones que hayan hecho este mes las empresas.
La nafta súper más barata de la Ciudad la tiene una estación YPF ubicada en Warnes al 220, en Villa Crespo. Cuesta $ 30,34 el litro. En contrapartida, la más cara está en Alberto Einstein 756, en Nueva Pompeya, donde una boca de expendio de las llamadas blancas -no llevan la bandera de ninguna de las grandes marcas- vende a $ 38,99.
En el caso de la nafta premium, la más barata está en una Shell de Coronel Roca al 6883, en Villa Riachuelo ($33,98 el litro). La más cara está en otra blanca ubicada en Avenida Rabanal 2999 (Villa Soldati), donde cuesta a $46,50.
El gasoil más accesible figuraba en septiembre en la estación de Warnes de Villa Crespo ($26,38 el litro). También tenía el gasoil premium más barato ($31,65).
En la otra vereda, el gasoil más caro está en Nazca 2502 (Villa del Parque, Shell) a $35,45, y el premium, en las estaciones ubicadas en Rabanal ($43,90), en Coronel Roca 6883 y en Directorio 1110 (Parque Chacabuco), a $43,58.
Por último, el gas natural comprimido (GNC), que se destaca por ser el combustible más barato, se ofrecía en su versión más económica en Warnes 2040 (Paternal), a $10,75 el metro cúbico. Los más costosos están en Crisólogo Larralde al 2686 (Nuñez) a $14,50, y en Directorio 1110 a $14,99.
Según las últimas estimaciones que figuran en el registro oficial de precios en los surtidores, el GNC presenta una particularidad: en algunas estaciones de servicio hay distinción de precio según el horario. Por la noche, suele ser más económico.
"El estacionero pone el precio por competitividad si tiene otra bandera relativamente cerca a la suya. Hay otros que no se fijan tanto en esa variable ya sea porque no tienen competencia o porque consideran que su servicio amerita un precio mayor", consideró Carlos Gold, titular de Cecha, que reúne a la mayor parte de las estaciones de servicio del país. "En Capital Federal hay una gran competencia de precios y principalmente de los barrios más cercanos al centro de la ciudad. No existen grandes diferencias dentro de una marca, pero sí entre distintas compañías", agregó.
Los combustibles sufrieron 13 aumentos en lo que va del año. El precio depende principalmente del valor del crudo, la cotización del dólar y los gravámenes.
La diferencia de precios se debe a la competencia, el plan de negocios de cada empresa y la ubicación de la estación de servicio. Así, por ejemplo, en localidades más alejadas, donde la competencia se achica, los precios se elevan.
Cada petrolera tiene estaciones de servicio propias de su red y otras que se manejan a través de contratos con terceros. En general, las compañías tienen un precio de referencia y luego los dueños de cada establecimiento pueden fijar el valor que consideren según su criterio, salvo en el caso de YPF, que en la mayoría de las operaciones vende en consignación, algo que le permite definir el valor final.
Fuentes de la petrolera bajo control estatal sostuvieron que "tiene más de 75 estaciones de servicio en Capital Federal en donde los precios son iguales en todos sus productos. De esas, solo 10 presentan un diferencial de centavos que tiene que ver con alguna cuestión de mercado".
En Shell informaron que, si bien la compañía da un precio de referencia, cada estacionero fija el valor que considera en base a su propia estrategia de venta. "Como se trata de un modelo de reventa, cada estación de servicio compra los productos a Shell y luego establece cuál es el precio más adecuado para vender al público", resumieron.
Axion, por su parte, contó que "cada empresa tiene su propia política de precios que toma en cuenta su competitividad y participación de mercado con un objetivo de rentabilidad razonable que permita no solamente mantener la producción actual sino, también, implementar inversiones que aumenten esa producción y mejoren la calidad de los combustibles".