Bankia quiere ser el símbolo del repunte español
El banco, que registró la mayor pérdida en la historia del país, ha enderezado el rumbo
MADRID—Cuando José Ignacio Goirigolzarri dejó su jubilación para tomar las riendas del mayor banco español en apuros, se jugaba más que su reputación de banquero de primera clase. De por medio también estaba la reputación del sistema financiero de España, cuyas tribulaciones han socavado la fe en el euro.
Casi dos años después de haber asumido como presidente de Bankia SA, Goirigolzarri está logrando mejoras cuantificables en el banco que en 2012 registró la mayor pérdida en la historia empresarial española.
Bankia está realizando su primera serie formal de presentaciones ante los inversionistas —la semana pasada en Londres, esta semana en Nueva York, Boston, Denver y Los Ángeles— desde que fue rescatado por la Unión Europea. La entidad acaba de anunciar su cuarta ganancia neta trimestral consecutiva, algo que ya ha generado rumores sobre cuándo el gobierno empezará a vender parte de su participación de 68% en el banco. Las reuniones con los inversionistas son "un paso más en la normalización de esta institución", puntualizó Goirigolzarri en una entrevista.
Bankia dista de ser un banco común y corriente. Se formó en diciembre de 2010 tras la fusión de siete cajas de ahorro. Dos años más tarde, una ola de incumplimientos de préstamos hipotecarios amenazó con dejar a Bankia en la bancarrota y generó preocupaciones acerca de la capacidad de España de rescatarlo así como sobre la solvencia del país.
Goirigolzarri, ex director general de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, fue contratado el 9 de mayo de 2012 para sanear Bankia. Semanas después, el gobierno acordó apuntalar el banco con fondos de la UE. La entidad y su empresa matriz han recibido 22.400 millones de euros, unos US$30.500 millones, en fondos de rescate.
Para muchos en España, Bankia representaba "el origen de todas las penas del sistema financiero", reconoció Goirigolzarri. Ahora, es el abanderado de la recuperación económica española, agregó. El ejecutivo de 60 años es reconocido en los círculos financieros de Madrid por su buena gestión de Bankia.
La semana pasada, Bankia divulgó una ganancia neta de 512 millones de euros en 2013, recuperándose de una pérdida neta de unos 19.000 millones de euros el año anterior. Goirigolzarri dijo que al gobierno le correspondía decidir cuándo empezar a vender su participación.
Stefan Nedialkov, analista de Citigroup Inc., considera a Bankia "la historia de reestructuración por excelencia" de España. Los ejecutivos son "capaces y creíbles", escribió este mes en un informe.
De todos modos, analistas han expresado preocupación por la gran dependencia de Bankia de los retornos de los bonos soberanos de España, en lugar del crédito, para generar ganancias. Los rendimientos se han desplomado desde el apogeo de la crisis de la zona euro y una caída mayor podría hacer que el carry trade se vuelva menos rentable. La estrategia consiste en utilizar deuda de corto plazo y bajo costo para invertir en valores de mayor rendimiento como la deuda española.
Además, la cartera de préstamos de Bankia ofrece un retorno de 2,49%, el menor de los bancos españoles porque está concentrada en hipotecas, señalaron analistas de Morgan Stanley en un informe.
Goirigolzarri reconoció que cerca de 65% del libro de préstamos de Bankia son hipotecas residenciales, pero insistió en que el banco planea diversificar su portafolio con más créditos a pequeñas empresas.
El banquero se jubiló en 2009 tras una carrera de 32 años en BBVA, donde dirigió la expansión del banco en América Latina y se retiró con derechos de pensión de alrededor de 53 millones de euros. Rodrigo Rato, el entonces presidente de Bankia, le pidió que fuera su lugarteniente, pero Goirigolzarri rechazó la oferta. En mayo de 2012, Rato lo volvió a llamar. Esta vez, bajo presión del gobierno para renunciar ante la creciente preocupación por la solvencia del banco, Rato le pidió a Goirigolzarri que dirigiera Bankia. Pocos días después, Rato renunció y Goirigolzarri asumió el mando.
"Vino con una reputación realmente buena", dice Luis Garicano, profesor de economía y estrategia de la London School of Economics. "La gente se sorprendió mucho cuando asumió el timón, porque el trabajo podría haber destruido su reputación".
Goirigolzarri explicó que "todos los que vinimos a Bankia vinimos, creo, conscientes del riesgo reputacional que corríamos".
La Unión Europea le dio plazo al ejecutivo hasta fines de 2015 para cerrar 1.100, o 39%, de sus sucursales, y reducir su personal en 28%, o unos 6.000 empleados, como condición para recibir los fondos de rescate. Goirigolzarri ya ha eliminado las sucursales que le pidieron y despedido a unos 5.400 trabajadores.
Debido a que fue formado a partir de la fusión de siete bancos de distintas regiones de España, Bankia era un enjambre de plataformas tecnológicas y culturas corporativas disparejas.
En noviembre pasado, el banco envió un correo electrónico a 4,5 millones de clientes invitándolos a enviar comentarios directamente a Goirigolzarri. El banquero dijo que había recibido cerca de 7.500 emails y respondido a unos 1.200.
Tras los recortes, 350 ciudades españolas ya no tienen una sucursal de Bankia y residentes se han quejado de las comisiones que deben pagar por retirar dinero de los cajeros automáticos de la competencia. Goirigolzarri señala que está considerando establecer retiros gratuitos para esos clientes.
Cuando asumió las riendas de Bankia, el banquero abandonó un curso de dos años en filosofía al que estaba asistiendo. Sin embargo, mantiene el material de la clase a la mano, apuntes sobre el idealismo alemán, Johannes Kepler y el filósofo español Javier Gomá, entre otros temas, "para que me anime cuando estoy muy deprimido", dijo riéndose.
The Wall Street Journal