Avianca está a punto de levantar el concurso y quedar en condiciones de volver a volar
La filial local, una empresa que vendió la familia Macri, presentó ante la Justicia la conformidad de la mayoría de los acreedores; en caso de homologar el acuerdo, planea volver a volar en abril
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Parecía imposible. Pero la crisis en el sector aéreo, que derrumbó la industria en todo el planeta, fue determinante para que la filial local de la línea aérea Avianca esté a punto de quedar en condiciones de volver a volar.
La Justicia comercial tiene en sus manos un escrito donde consta la conformidad de la mayoría de los acreedores de Avian, el nombre societario de Avianca Argentina, que se presentaron en el concurso. En principio, faltan algunos trámites procesales, pero todo parece indicar que, finalmente, se aprobará. En ese caso, la deuda quedará regularizada, y podrían empezar los trámites para que la empresa regrese a los cielos.
La compañía tuvo un paso fugaz por el mercado local. Avian Líneas Aéreas se formó en base a Macair Jet, una empresa de la familia Macri que fue vendida al entonces CEO de Avianca, Germán Efromovich. La operación se realizó en marzo de 2016. “Con el grupo Sinergy Speed, que es el que controla Avianca Holding y Avianca Brasil, firmamos ya la compra de la empresa MacAir de la Argentina, perteneciente a la familia Macri”, dijo entonces el poderoso empresario aéreo.
Era el inicio de la llamada “revolución de los aviones”. En un mercado que traccionaba, Avianca empezó a volar con dos ART nuevos, aviones turbohélice que tienen capacidad para 74 pasajeros, muy eficientes para tramos cortos donde los jets tienen costos más grandes.
Por entonces, también entraban al mercado Flybondi, Jet Smart y Norwegian, tres low cost que empezaron a operar en el país. Avianca, en cambio, tenía un modelo de negocios tradicional que se basaba en volar a destinos que ni Aerolíneas Argentinas ni las otras empresas tenían en su grilla de opciones. Pero además, hubo otra diferencia con aquellas de bajo costo: mientras todas estas firmaron convenios de trabajo de empresas con los gremios, Avianca optó por el convenio colectivo de la actividad, al igual que Andes, Latam y la línea aérea estatal.
Estas aerolíneas que vuelan con aviones más pequeños funcionan en el mundo como abastecedoras de las líneas aéreas troncales. Las rutas que no son rentables para las grandes suelen ser muy atractivas para las más chicas. Pero sucedió que la propia Aerolíneas empezó a competir con Avianca.
A este combo local se sumó la caída en desgracia del grupo en toda América Latina. La corporación empezó a tener problemas financieros importantes, incluso, antes de la pandemia, a partir de un crédito que la firma no pudo pagar. El acreedor lo ejecutó, capitalizó la deuda, y se quedó con la mayoría de las acciones.
Efromovich empezó con problemas judiciales en Colombia y Brasil y hasta llegó a estar detenido. Ahora, quienes lo conocen, cuentan que imagina su regreso desde Avian Líneas Aéreas.
En agosto de 2019, Avian dejó de volar y se presentó en concurso preventivo. Pese a los embates, mantuvo sus dos aviones ATR-72 dentro del hangar que aún ocupa en el Aeroparque porteño.
Luego de superada esta etapa concursal, fuentes del sector confían en que haya un lugar en el mercado para una empresa como la exAvianca. Dicen que la operatoria con aeronaves turbohélice es complementaria de las grandes para desarrollar nuevas rutas que hoy no son voladas. Nadie descarta que pueda despegar de la mano de un acuerdo con Aerolíneas Argentinas. Concordia, Reconquista, Villa Mercedes, que hoy no son servidas por la línea de bandera, u otros destinos como Mar del Plata, Villa Gessel en temporada, Río Cuarto o Santa Rosa, son otras de las ciudades apuntadas en el tablero del nuevo proyecto de Avian.
Desde hace tiempo no hay buenas noticias en el mercado aerocomercial argentino. A la salida de Latam se sumó el cierre de Flyest y la incertidumbre respecto de Andes. Avian podría romper ese derrotero.
Según pudo establecer LA NACION, el pasivo de Avian está cercano a los 2000 millones de pesos y aún cuenta con una plantilla de alrededor de 130 empleados. Tanto desde la empresa como desde Fargosi Abogados, el estudio que lleva adelante el proceso concursal, desistieron de hacer comentarios al respecto. Faltan algunos trámites procesales, pero todo indica que el camino de la empresa es volver a operar.
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