Autopistas del Sol: la historia del negocio del Grupo Macri que investiga la Justicia
La historia del grupo Macri en los noventa estuvo ligada a varias actividades económicas. La construcción mediante contratos de obra pública, la recolección de residuos en diferentes municipios con la compañía Manliba y la pata industrial con Sevel Argentina -fabricante de Peugeot y Fiat en el país- fueron algunos de los principales negocios.
Sin embargo, aquellos años serán recordados en el grupo por Autopistas del Sol, la concesión sobre el Acceso Norte que fue entregada por la administración de Carlos Menem el 19 de julio de 1994. La semana pasada, aquel negocio llevó a tribunales a Gianfranco Macri, hermano del presidente Mauricio Macri , y a su padre, Franco , que se excusó por problemas de salud.
El motivo del recuerdo de la familia está reseñado en varios libros autobiográficos escritos por el mandamás del grupo. El empresario se jactó siempre de haber sido la única concesión que empezó a cobrar al usuario solo después de haber terminado la parte principal de la obra. Dicho de otro modo: se realizó con financiamiento propio que consiguió en mercados internacionales.
Sin embargo, más allá de que el padre del Presidente fue la cara del grupo en aquellos primeros años de concesión, la familia nunca tuvo la mayoría accionaria.
Es que Autopistas del Sol se inició de una manera muy particular: no había socios mayoritarios. Sideco, la compañía de los Macri, tenía un tercio; la italiana Impregilo, otro, y el restante era de la compañía española Dragados, acompañada en su porción con la argentina Dycasa.
Esos primeros años de trabajo entre las socias fueron ingratos para los españoles. Sucede que las "dos italianas" (Impregilo y Macri) actuaban generalmente en equipo. Cierta vez, uno de los ejecutivos que representaban a los españoles se quejaba: "Para ganar una votación tengo que golear. Es tres a cero o nada". Así graficaba la dificultad de que una de sus socias lo acompañara en contra de la otra.
Según los estados contables, la concesión de Autopistas del Sol comprendió 95 kilómetros de la ruta Panamericana (Acceso Norte) que podían ser explotados mediante el sistema de peaje. Además, como cargo, tenía la construcción y mejora de la actual avenida General Paz, tramo sobre el que el pliego obligaba a exceptuar de todo tipo de cabina de pago.
La inversión para desarrollar el ramal fue de alrededor de 774 millones de dólares hasta 2001, de los cuales 424 millones se fueron antes de la instalación de las cabinas, en 1996. Fue uno de los proyectos que utilizaron el flujo de ingresos futuros por peaje como garantía. El mercado les creyó y les prestó cerca de 500 millones de dólares.
Pero en 2001 Franco Macri daría el primer golpe a aquella mayoría. En una operación que se valuó en alrededor de 84 millones de dólares, el empresario vendió 25 puntos porcentuales de sus acciones y redujo su participación al 7 por ciento.
Por primera vez, Autopistas del Sol iba a estar manejada por españoles. Dragados se quedó con la porción que era de Macri y tomó el control. Con uno de los fundadores afuera, sus socios siguieron el negocio. Pocos meses después, la economía argentina colapsó y la pesificación demolió aquellos contratos en dólares. Con deuda en moneda dura y recaudación en pesos, la ecuación económica se rompió y la compañía cayó inmediatamente en default.
Las accionistas, entonces, acudieron al Ciadi a reclamar la pérdida de valor de los contratos. Las sillas en el directorio se mantuvieron hasta que un movimiento en España determinó que Dragados vendiera parte de su negocio a la poderosa operadora vial y constructora, también española, Abertis.
Fue esta quien tomó el control de la empresa local. Con los años, todos redujeron sus participaciones. Abertis se quedó con 31,59%; Impregilo, con 19,82%, y empezó a tallar un nuevo socio: Natal Inversiones, un grupo desconocido que tiene su origen en el campo, compró una porción que era de Dycasa y el 7% de la familia Macri, además de algunas acciones en el mercado. Consolidó un 14,12% del total. El resto flota en la bolsa porteña.
La salida del grupo Macri
La venta del porcentaje de Macri se realizó en abril de 2017. Poco tiempo antes, la empresa concesionaria había renegociado el contrato con el Gobierno.
El plazo de explotación, que vencía en 2020, se extendió a 2030, a cambio de una inversión de 430 millones de dólares. La empresa española, además, desistió del juicio en el Ciadi. De ahí las sospechas que generaron una denuncia penal que presentó la diputada Margarita Stolbizer .
Pero ahí no termina la historia. Hace pocas semanas, la poderosa constructora española ACS, que comanda el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y el grupo italiano Atlantia, integrante del conglomerado Benetton, compraron Abertis, en una operación que tiene en juego alrededor de 800 millones de dólares.
Entre el paquete comprado está la participación de dos empresas de en la Argentina: Autopistas del Sol y Autopistas del Oeste.
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