Aún antes de que renunciara Guzmán, los analistas estimaron una inflación anual cercana al 80%
Según el relevamiento del mercado del BCRA en junio, se ubicará entre el 76 y 79,2%, lo que llevará la economía a la recesión en lo que resta de 2022; la crisis política por la salida del ministro empeorará los índices de julio
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La sostenida y amplificada emisión monetaria, el impacto que tuvo en las cotizaciones libres del dólar y la crisis política (que terminó eyectando al ministro Martín Guzmán del Gobierno) se conjugaron para que los analistas ahora estimen que la inflación se ubicará entre el 76 y el 79,2% durante el presente año.
Son porcentajes que superan en hasta 4,1 puntos la proyección que tenían al respecto hasta el mes pasado o aumentaron en unos 20 puntos sólo desde marzo hasta la fecha.
Así lo dejó a la vista el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), la encuesta más abarcativa de la plaza local que mes a mes realiza el Banco Central (BCRA) para contar con una herramientas que le sirvan para diseñar políticas y que esta vez respondieron 38 participantes que fueron consultados entre los días 27 y 30 de junio.
Esto quiere decir que se trata de proyecciones realizadas antes del recambio en Economía de Guzmán por Silvina Batakis, lo que deja intuir que el salto en las estimaciones podría haber sido aún mayor de lo que esta muestra llegó a recoger, tomando en cuenta que revela la expectativa de un IPC del 4,8% para julio (cuatro décimas por debajo del 5,2% que esperan haya dejado junio) que -según las mediciones divulgadas esta semana por algunas consultoras que también participan del REM- quedó desactualizada ya que están proyectando niveles superiores al 6%.
La nueva estimación duplica el “piso” del 38% que se había fijado inicialmente el Gobierno (y contemplada en un rango que llegaba hasta el 48% en el acuerdo original con el FMI) y supera entre 14 y 17,2 puntos el “techo” del 62% anual que contempla la meta recientemente revisada, algo que habla a las claras de un desborde al respecto dada la dinámica que muestra la crisis.
El salto sorprende dado que estos mismos analistas habían pronosticado para mayo una inflación de 5,2% mensual, que finalmente quedó una décima por encima del 5,1% finalmente reportado por el Indec, lo que hubiera ayudado -en otras condiciones- a que estabilicen sus proyecciones o las revisen levemente a la baja.
Respecto de la inflación núcleo, la medición que se considera más certera, ya que excluye los precios más volátiles, para quienes participaron del REM alcanzaría el 76,9% este año (4,0 puntos mayor a la encuesta pasada).
“Los analistas de mercado proyectaron que la inflación minorista para el corriente año se ubicará en 76,0% i.a. (3,4 p.p. superior al pronóstico de la encuesta previa). Y quienes mejor pronosticaron esa variable para el corto plazo (TOP-10) esperan en promedio una inflación de 79,2% i.a. (4,1 p.p. mayor a la encuesta de mayo)”, reconoce el reporte oficial.
Eso a su vez provocó que revisen las previsiones de inflación para 2023, ubicándolas ahora en el 64,6% anual, 4,6 puntos por encima de lo que proyectaban hasta hace sólo un mes.
Según la consideración de los consultados por el REM, la crisis ya es tal que los obliga a revisar a la baja la proyección del crecimiento para el año: ahora esperan un avance del producto bruto interno (PBI) real para 2022 del 2,9 al 3,2% (de 0,6 a 0,1 puntos menos respecto del REM previo) según se considere la proyección de los analistas que resultaron más fiables o la mediana promedio.
La peor noticia al respecto es que consideran que la etapa de recuperación que había mostrado la actividad ya quedó atrás.
De hecho esperan una contracción del 0,7% del PBI para el segundo trimestre (ya concluido), otra del 0,5% para el trimestre en curso y una tasa de crecimiento nula para el tramo final del año, lo que muestra que la expansión promocionada por el Gobierno resultará impactada a pleno.